La maestría en el asado de Daniel (que asa "de oido") te deja impresionado. Tomamos anoche un bife ancho de carne de Toledo (España) que era una maravilla de sabrosura y punto de asado. Casi se me saltan las lágrimas y eso que yo no soy muy carnicero. Magistral. Todo ello acompañado de unas excelentes patatitas crujientes y antes una buena ensalada de espinacas. Creo que hay muy pocos lugares en España donde se pueda tomar unas carnes bien seleccionadas (de Argentina y España) y tan sublimente adobadas y asadas con una amplia selección de vinos para maridar. La carta y el servicio del vino a cargo de Pilar son muy profesionales. La cristalería ha mejorado poniendo copas grandes por defecto y Riedel para vinos que se las merecen. Frecuente uso de decantadores. Local agradable y céntrico.

Daniel y la forera Pilar son unos auténticos amantes del vino que ofrecen desde hace veinte años unas excelentes carnes en su restaurante familiar. Su pasión por el vino les ha llevado a estudiar el curso de sumilleres de la Univ. Politécnica de Valencia y a ir ampliando su carta de vinos, muy bien seleccionada. La cristalería que viste las mesas es estándar pero cuando pedimos un Convento de San Francisco (Ribera) nos pusieron unas copas Riedel Tempranillo y unas Riedel para dulces que ensalzaban el Gramona Vi de Gel. Respecto a la cocina, Daniel es un maestro en el arte del asado, seleccionando excelentes carnes y aportándole su personal toque en el adobe. De entrantes, originales ensaladas y empanada criolla. Los postres se pueden acompañar con una amplia oferta de vinos dulces.