Restaurante Cal Xim en Sant Pau D´Ordal
Restaurante Cal Xim
País:
España
Provincia:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
39,15 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
47 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.6
Comida COMIDA
7.9
Precio medio entorno ENTORNO
7.1
RCP CALIDAD-PRECIO
7.6
Preparando la Panceta de Manu y mi Paletilla.
Pies de cerdo, con Hamburguesa de pies de cerdo
tortilla de judías con butifarra blanca
Espalda de cabrito
Cansalada confitada.
Brasa
Opiniones de Cal Xim
OPINIONES
21

Fuimos el pasado sábado invitados por unos amigos. A pesar de ser un día de mucho "caloret" y que el restaurante tiene las brasas integradas en el propio comedor (queda muy chulo), en el interior se estaba bien (menos mal que existe el aire acondicionado :-).

Mientras decidíamos qué comer, nos sirvieron pan tosatado con tomate y un plato de butifarra blanca y fuet, de sabor intenso y especiado.

Como era la primera que vez que íbamos, nos pusieron de entrantes para compartir algunos de los platos más representativos del local, la mayoría de los cuales ya están comentados por otros foreros, a saber:

- Tortilla de butifarra blanca con judías: suave en el paladar y, al mismo tiempo, consistente
- Tripas de bacalao con garbanzos: espectacular. A pesar de ser un plato más de invierno, acabamos rebañándolo con el pan.
- Flor de calabacín: rebozada, sobre una base de pisto de tomate y pimiento con una pincelada de tinta de calamar. Muy bueno.

De platos principales, cada uno eligió uno diferente pero "picoteamos" un poco de todos:

- Lomo de lubina a la brasa: sin más, sin ningún aditivo, salvo un chorrito de aceite ya en la mesa, buenísima. Cuando hay buena materia prima y se sabe manejar una brasa, no hace falta mucho más.
- Butifarra blanca a la brasa: sin más secretos, no estaba mal.
- Media y media (así le llaman al plato que combina un pie de cerdo y carrillera de cerdo): bueno de sabor pero, para mi gusto, el pie de cerdo estaba tal vez demasiado tostado.
- Lletons (mollejas) de ternera a la brasa: el mejor de los cuatro (tal vez porque lo pedí yo :-). Perfecto en el punto de cocción, suaves en la boca pero de una gran intensidad de sabor.

No pedimos postres pero nos sirvieron con los cafés una coca buenísima, de pasta fina y caramelizada. Para beber, nos dejamos aconsejar y nos sirvió una botella de Rebels de Batea Blanc del nuevo proyecto de 7 Magnifics, una garnacha blanca con una inmejorable RCP y un Rocallis 2011 de Can Rafols dels Caus, con esa variedad tan atípica como es la Incroccio Manzoni que te deja muy descolocado. La carta de vinos era bastante amplia, con numerosas referencias de cavas y vinos catalanes y el servicio fue bueno, incluyendo copas Riedel.

No puedo comentar la RCP porque no ví la cuenta pero por los precios que ví en carta es bastante aceptable.

Esa mañana habíamos quedado unos amigos para visitar las Cavas de Pere Ventura, y ya que estábamos por la zona aprovechar para comer en Cal Xim.


Restaurante con amplio historial en Verema, por lo que no me voy a repetir en cuanto a aspectos ya comentados, como pueden ser el servicio de vino, de mesa, y el excelente trato recibido, como siempre afable y profesional.


Seis adultos y un niño que veníamos con apetito de la visita a las cavas y posterior cata de los productos, así que tras saludar a Santi y su hermano Fidel, nos ponemos rápidamente manos a la obra.


Cómo algunos de los asistentes éramos repetidores, teníamos bastante claro que pedir, así que pedimos para compartir:

  • Unas rebanadas de Pan Tostado con Butifarra Negra a la Brasa, aunque tengo que decir que la butifarra negra de Girona está más rica, esta también estaba muy buena, un plato no muy habitual fuera de Cataluña.
  • Y dos raciones de Tripas de Bacalao con Garbanzos. Este lo teníamos muy claro, realmente espectacular y que recomiendo a todos los que paséis por aquí.

    Seguimos con los primeros,



  • Tortilla de Butifarra Blanca con Judias. Este me lo comí yo, y es que me resulta muy difícil resistirme a este tipo de platos, por muy clasicones que sean.
  • Tres medias raciones de Flor de Calabacín. Aunque a mí no me llama mucho la atención, a los que lo pidieron parece que les gustó, que era de lo que se trataba

  • Ensalada de Salmón. Muy buena con una buena y abundante base de Salmón.


    Segundos,


  • Dos de Costillas de Cordero a la Brasa. Buenas y abundantes, buen punto de cocción y acompañadas de judías.
  • Dos de Mollejas de Ternera. Gustaron, una de las especialidades de la casa.

  • Panceta confitada. Doce horas de cocción a baja temperatura y rematada con un toque de Brasa. Uno de los amigos ante la duda de decantarse hacia Las Mollejas o la Panceta, nos preguntó a Santi y a mí que le recomendábamos, Santi le recomendó las Mollejas y yo la Panceta, le hizo caso a Santi, y cuando le dejé probar mi Panceta se arrepintió.


    Postres,



  • Fruta, helados, sorbetes y alguno más que no recuerdo.


    Bebida,



  • Cava El Serralet. Bien de precio, 13.50€ la botella, pero con exceso de carbónico.

  • Aguas, cafés y algún chupito.


    Un restaurante que sigue en su línea de ofrecer una excelente cocina tradicional de la comarca.






  • Pues dos comentarios de dos foreros sentados en la misma mesa, y supongo que comiendo y bebiendo casi lo mismo, y parecen hablar de restaurantes totalmente diferentes.

    Y esta es la grandeza de Verema que cada cual nos cuenta la película como la ha vivido, y como para gustos colores, lo que nos gusta mucho a los unos, puede no gustar tanto a los otros (cuando digo “otros” me refiero a mi amigo Francesc, jeje).

    Nosotros, ManuBCN con su adorable esposa Gloria, y servidor con la mía, no pudimos asistir a lo de Jean León, así la noche del viernes nos acercamos a Cal Xim donde teníamos reservada la cena.

    Poco que añadir al detallado comentario de José, quizás nosotros tuvimos la suerte que el viernes había menos comensales, (ya nos advirtió Santi que el domingo lo tendrían repleto) y nos prepararon un bonito rincón, casi un reservado, donde disfrutamos de una atención inmejorable.

    Con referencia a la carta de vinos, para mi gusto y el de mis acompañantes todos reconocidos “caveros” es una carta impresionante, nos dejamos asesorar por Santy que es el que sabe y no nos defraudó lo más mínimo, tan solo decir que cayeron tres botellas entre cuatro, y eso que yo apenas lo probé.

    Servido en su punto de frío y en unas adecuadas copas Riedel, Santy nos recomendó para empezar un cava desconocido para nosotros y del que cayeron dos botellas, el Cava Balma Reserva Mas Bertran, por el que nos cobraron 15,50€ por botella, y para los segundos siguiendo también sus recomendaciones un Sumarroca a 19.25€, precios que nos parecieron correctísimos tanto del uno como del otro.

    Y pasemos al “comercio”
    Gloria pidió Jamón Iberico, muy bueno pero cortado a máquina.
    Rosa y Manu se decantaron por Flor de Calabacín, si como supongo el Carbasso es calabacín en castellano.
    Yo me pedí para mi solito una espectacular tortilla de judías con butifarra blanca, sublime.

    A la espera de los segundos, estaba yo hablando con Fidel el hermano “parrillero”, que me dio un par de consejos para cocinar a baja temperatura, de Pere Massana, propietario del estrellado Massana de Girona que es de este pueblo, cuando me llamaron a la mesa para que probara otro entrante que había pedido no sé quién, Tripas de bacalao con garbanzos de Can Credo (de las cavas Recaredo), qué cosa más buena, pero tan buena, tan buena, que pedimos otra ración.

    Para seguir cada uno se decantó por algo diferente,
    Gloria, Cordero a la brasa, creo recordar que comentó que muy bueno
    Rosa pidió los Pies de cerdo, con Hamburguesa de pies de cerdo, quizás el plato más flojo de la noche.
    Manu triunfó con su Cansalada confitada, asada al horno durante doce horas a baja temperatura y terminado con un toque de brasa. La probé en mi anterior visita y realmente vale la pena darle de vez en cuando una alegría al colesterol.
    Yo pedí Paletilla de cabrito, igual que la Cansalada confitada cocinada a baja temperatura. A este plato le tenía ganas, ya que lo pidió Rosa en nuestra anterior visita.

    Brasa “gastronómica”, titulo yo mi anterior comentario, y es que a diferencia del amigo Francesc, poco restaurantes tradicionales catalanes conozco yo, en los que puedas pedir platos como la Espalda de cordero o la Cansalada confitada abaja temperatura.
    Pero bueno, en ocasiones el pedir uno u otro plato, te puede hacer percibir un restaurante de manera totalmente diferente.

    De postres, Crema catalana, Pastel de “norecuerdoqué” y bolas de helado

    Cafés e infusiones, invitación de la casa.

    No tomamos GT’s porque nos estaban esperando para ello, unos amiguetes en Villafranca.

    Para más detalles del restaurante, recomiendo la lectura del comentario de José Ruiz que se lo ha “currao” de verdad.

    • Preparando la Panceta de Manu y mi Paletilla.

      Preparando la Panceta de Manu y mi Paletilla.

    • Pies de cerdo, con Hamburguesa de pies de cerdo

      Pies de cerdo, con Hamburguesa de pies de cerdo

    • tortilla de judías con butifarra blanca

      tortilla de judías con butifarra blanca

    También en esta ocasión compartí mesa con JoseRuiz, por lo que sólo aportaré algunos comentarios.

    Puntualizar que es un local sencillo, de ambiente familiar, sin lujos.

    De la carta de vinos, me dio la impresión de "quiero y no puedo", de corresponder a épocas mejores. Muchas referencias, algunas con precios de tres dígitos, pero el dueño no paraba de insistir para que eligiéramos unas en concreto. Después nos contó algo relativo a empezar con vinos internacionales y la crisis. Me pilló comiendo y no me enteré apenas de lo que contó. También nos explicó algo de unos clientes ucranianos que estaban comiendo con su guía y su guardaespaldas... Tampoco pillé gran cosa... O como, o escucho :-D

    De los aperitivos, buñuelos de bacalao insípidos, excelente la tripa de bacalao con garbanzos y muy bien el "cap i pota" (también llevaba callos) acompañado con los mismos garbanzos de Can Credo.

    También coincidimos en el segundo plato. Mejor la papada que los pies de cerdo, que me parecieron bastante insípidos. El puré de patatas, algo insípido y tenía bastantes "tropezones". Una cosa es que sea casero, y otra que esté a medio hacer...

    El triunfador fue, sin duda, el pan con tomate. Como tardaron tantísimo en servirnos y el ritmo de los platos dejó bastante que desear, nos hartamos a pan con tomate. Pedimos varias bandejas. Bastante bueno, por cierto.

    Muy rica la crema catalana con carquinyolis.

    Raciones generosas, pero sin pasarse. Presentaciones sencillas, de estar por casa.

    Recomendable si te apetece comer cocina tradicional catalana y no eres catalán y/o no tienes posibilidad de prepararte tú mismo la carne a la brasa. Como éste, conozco centenares repartidos por toda la geografía catalana, bastantes de ellos con mejor RCP.

    Eso sí, como ya nos conocíamos de la cena de la noche anterior, el ambiente fue, si cabe, todavía más distendido y alegre. Un auténtico lujo de compañía @->-

    P.D. Y pude resarcirme de la decepción de la botella de vino con TCA ;-P

    Situado a unos diez kilómetros equidistantes tanto de Vilafranca del Penedés, como de Sant Sadurni d’Anoia y ubicado en la plaza del pueblo. Decoración rústica y austera. Dispone de varios comedores y varias mesas a lo largo de la barra de la entrada. En el sótano dispone la cava refrigerada donde guarda los vinos y un reservado apto para una decena de comensales. El mobiliario es de estilo rústico y a las sillas les han añadido unos cojines para dotarlas de cierta comodidad. La separación entre mesas demasiado optimizada.

    Cocina tradicional de la zona basada en las bondades del mejor producto del mercado, siendo su fuerte el excelente dominio de la parrilla (a la vista del comensal en uno de los comedores) que atiende Fidel uno de los hermanos propietarios. La sala la atiende el otro hermano, Santi, de manera atenta, dispuesta y cercana, aunque en algunos momentos se resintió como consecuencia del lleno del local. La vajilla y cubertería correctas acordes al tipo de establecimiento.

    La carta de vinos es amplia, bien seleccionada, referenciando añadas y organizada por tipos y D.O.’s, centrada en las referencias más próximas del Penedés y Cava. Es una pena que esté tan poco actualizada (con la tecnología actual tan accesible y económica, me parece casi imperdonable), tuvimos que pedir hasta cuatro opciones distintas hasta “acertar” las disponibles. La cristalería muy buena, toda de la marca Riedel, incluso los vasos. El recargo aproximadamente del 75% sobre el precio de tienda. La temperatura de servicio correcta y el servicio del vino quedó circunscrito a la presentación y prueba inicial, ya que como éramos un grupo de diez y el espacio algo justo nos era más fácil servirnos nosotros mismos.

    Nuestra experiencia fue para comer como colofón al onceavo encuentro de foreros de verema y después de una estupenda visita a Caves Recaredo.

    Con el ánimo de probar más platos, compartimos los entrantes:

    • Buñuelos de bacalao.
    • Tripas de bacalao con garbanzos de Can Credo (Recaredo)
    • Cap y pota.
    • Escalivada hecha al fuego, no al horno.

    Cada uno seguimos con un plato principal, en mi caso media ración de hamburguesa de pies de cerdo, crujiente por fuera y melosa por dentro, al igual que la media ración de tocino confitado de papada, cocinado a baja temperatura (70º) con una mezcla de hierbas durante doce horas y con el toque final crujiente de la parrilla. Acompañado de un sencillo, pero perfecto puré de patatas y una salsa de setas. Plato no apto para enfermos del colesterol (como es mi caso, espero no me lea mi médico). Los demás algunos chuletas y costillas de cordero, otros carrillada de cerdo, otros lo mismo que yo pedí, etc.

    Todo ello acompañado de un buen pan casero tostado a la brasa, con su correspondiente tomate, ajo y aceite.

    De postre varias tartas de brownie y algunas cremas catalanas, junto con los cafés.

    Para beber cervezas, muchas aguas minerales (por cierto algo caras a 3.50 euros la botella de litro), una botella de Eixaders 2008 (aportación nuestra, de Francesc para desquitarse de la que tenía TCA la noche anterior) dos botellas de Finca Viladellops 2010 y un AN2 2008.

    Todo el festival por 391.45 euros los diez que eramos.

    Recomendable restaurante de cocina tradicional a la brasa con algunas elaboraciones actualizadas a las técnicas de cocción modernas.

    Al entrar y ver la parrilla encendida, nos dio la sensación de que era uno de los muchos restaurantes de Pagès que abundan por nuestra tierra, así que nos preparamos para comer algo de embutido y un poco de carne a la brasa. Nada más lejos de la realidad, uno de los cometidos de la parrilla, (aparte de los suyos propios), es el de dar el toque final a una serie de platos con muchas horas previas de elaboración.

  • Web: http://www.calxim.com/index.php?lang=es
       Una web que no ofrece demasiada información.

  • Facilidad para aparcar:
       Sin problemas, es fácil aparcar en la misma plaza.

  • Situación y Entorno exterior:
       A medio camino de Vilafranca del Penedès y de Sant Sadurní d'Anoia, capitales del vino y del cava respectivamente, rodeado de viñas y de bodegas, un paraíso para los amantes del cava.

  • Entorno interior y Servicio de mesa:
       Al llegar da la sensación de un típico restaurante de “pueblo”, pero en el que al entrar vas notando detalles que te van indicando que este restaurante es algo diferente, correcta separación de mesas adecuadamente vestidas y cristalería Riedel.

  • Trato del personal:
       Muy agradable, atento y profesional, creo que nos atendió uno de los hermanos propietarios que muy amablemente nos explico la elaboración de algunos de los platos.

  • Especialidades:
       Tradicional catalana, especialmente basada en la “brasa” con toques de modernidad.

  • Claridad carta:
       Clara y apetecible, la verdad es que representaba un problema ya que todos los platos nos apetecían, “im”presionante la carta de cavas.

  • Platos probados y precio:
       Dos personas, en esta ocasión nos decantamos por platos de la carta.

  • Snacks:
       Una aceitunas para la espera.

  • Platos:
       12,75 €.- Uno de, Calçots a la brasa. (Los presentan ya pelados y listos para comer, particularmente me gustan más los normales pero no estaba mal.)
       3,25 €.- Media ración de, Alcachofas a la brasa. (Muy buenas.)
        6,75 €.- Media ración de, Trinchat. Potente, menos mal que pedimos media

       21,50 €.- Espalda de cabrito. (Espectacular, asado al horno durante doce horas y terminado con un toque de brasa.)
       14,50 €.- Cansalada confitada. (Una alegría para el colesterol pero buenísima, misma elaboración que el cabrito.)

  • Y de postre:
        5,90 €.- Una de, Tarta tatin con helado de vainilla de Tahití (creo).

  • Bebidas:
       18,80 €.- Una de Cava Llopart Brut Nature, perfecto tanto en temperatura como en servicio.
       3,00 €.- Dos cafés.
       1,25 €.- Pan.

  • Pan:
       1,25 €.- Dos rebanadas de Pan tostado con tomate.

  • Cuenta:
       87,70 €.- Dos personas (Clara y sin sorpresas).

  • Relación calidad precio:
       Muy bueno.

  • Recomendable:
       Sin ningún género de duda.

  • Comentario:
       De nuevo la ayuda de los amigos de Verema, en este caso una llamada telefónica a un amigo forero, (Gràcies Pau), nos ha servido para conocer un muy buen restaurante y disfrutar de una buena comida en un zona totalmente desconocida para nosotros.

       No acostumbro a valorar el servicio de vino salvo en restaurantes de “alta gama”, pero en Cal Xim aparte de una temperatura adecuada del cava, buena cristalería y un servicio adecuado pero de esos que no te agobian, he encontrado una de las cartas de cava más completas que podría haber llegado a imaginar, lo que como buen amante y consumidor de cava me ha llegado al corazón.
     

    • Espalda de cabrito

      Espalda de cabrito

    • Cansalada confitada.

      Cansalada confitada.

    • Brasa

      Brasa

    Cal Xim es un clásico del Penedès, que atesora ya unos cuantos lustros a un alto nivel. Su cocina se basa en una buena materia prima, asentada en los productos de temporada y en el recetario de la comarca en la que se encuentra. Las viandas son tratadas con esmero, principalmente al horno o a las brasas de su afamada parrilla. Hoy 4 comensales a compartir: caracoles, calçots servidos pelados y con la mejor salsa romesco que creo haber probado (era casi mermelada), alcachofas a la brasa, y guisantes de temporada estofados y salteados con butifarra (deliciosos). De segundo, 3 se decantaron por el cabrito (lo pasan primero por el horno y lo acaban de trabajar en las brasas), y yo por una cansalada del coll con trinxat como guarnición (según Santi, el dueño, nos comentó que la cansalada la hacen al horno durante unas 12 horas!?), todo regado con un Ànima Negra de Mallorca (ÀN/2: perfecto coupage de variedades autóctonas de la isla). Llegado este punto conviene destacar que cuentan con una amplia carta de vinos, pero fundamentalmente centrada en las D.O. de Catalunya. El restaurante tiene 2 salones pequeños y algo austeros en su decoración, pero el coperío es adecuado. Repetiremos sin duda.

    Estuve con Mariajoselita el día del Pilar. Nos atendieron maravillosamente. De entrante pedimos "Xatonada", exquisita, un plato que da para dos perfectamente si no sois muy comilones. De segundos, "ventresca de atún con senderuelas", en su punto de cocción y excelente de sabor y "Espaldita de cabrito con patatas y rossinyols", buenísima, de 10. De postres una "Tarta Tatin con helado de vainilla", riquísima, en su punto tanto de cocción como de temperatura y un "brownie" fantástico. Para beber (tienen una carta de vinos que ya la quisieran para sí muchos michelines), optamos por un Cava de la Casa "Cal Xim", no sabemos de qué Cava se trata (Bodega...etc), pero es un Brut Nature destacable, muy fácil de beber, sin complejos, que estalla alegremente en boca, una gozada, vaya.
    Sin duda alguna repetiremos. ¡Ah! Y lo mejor, el precio: 78,30€. Muy buena RCP.

    Estamos, posiblemente, ante una de las mejores ( si no la mejor) brasa de Catalunya.
    Para el equipo de Cal Xim solo existe una máxima-- Materia prima excepcional y punto de brasa perfecta

    Es uno de aquellos sitios deonde es IMPRESCINDIBLE dejarse aconsejar.

    Mención aparte la carta de vinos ( la mejor del Penedès) y su somellier Jordi que siempre me sorprende con grandes ejemplares ( cova d´en Pou 1998 o 2001 de Bàrbara Forés o lo último en catar- 4-KILOS, para el que le entusiasme el ànima negra antiguo podeis volver a probarlo). Servicio del vino y maridaje sublime.

    Merece la pena la excursión

    Nuestra primera visita a este pequeño templo de la gastronomía honesta, y a buen seguro que le seguirán muchas más.
    En primer lugar, la situación del Restaurante en la Plaça Subirats de Sant Pau d'Ordal, es idónea: repleta de moreras y plátanos, ofrece una oportunidad muy agradable para tomarte un aperitivo a la sombra, disfrutando del ambiente de este pueblo del Alt Penedès.
    Santi y Fidel son unos espléndidos anfitriones, cercanos pero profesionales, con los que entablar conversación es un acto instantáneo (Santi nos habló de lo absurdo de "racanear" en la calidad de las materias primas, cuando no se trata de miles de cubiertos al año...).
    Una carta de extensión suficiente, fundamentada en la cocina local y los elementos de temporada, ofrece la posibilidad de variar según la época del año.
    Santi nos ofreció la posibilidad de hacer unos medios-primeros seguidos de unos segundos completos, construyendo a medida una especie de menú-degustación sensacional: verduras a la brasa con romesco (de acuerdo, nada exótico, pero esas verduras había que probarlas), lasagna de múrgulas (colmenillas) (ex-cep-cio-nal), ceps (de un tamaño impresionante y una textura como nunca habíamos probado), pargo y foie a la brasa (nada que ver con la parrilla, ya que le extrae gran parte de su contenido graso).
    Pero lo mejor fue que el sumilier Jordi (ex-Omm y ex-Àbac) nos construyó el maridaje de cada uno de los platos con acierto pleno. Empezando por un Penedès mineral, siguiendo por un Marquès de Alella Allier (notas a mantequilla en todo su esplendor), a continuación una sorpresa con Els Bassots de Conca de Barberà (biodinámico de Chenin blanc, mucha madera y paladar a fruta madura, decantado). Para los segundos, el pescado con un tinto (Albet i Noya, quizás el único que no nos entusiasmó), y para el foie un Moscatell para variar de los sempiternos Sauternes.
    Muy importante: cada botella fue abierta en mesa, y cambio de copas (Riedel) apropiadas para cada tipo de vino. Simplemente perfecto.
    De postre un sorbete de limón con albahaca, ideal para aligerar un poco el recital culinario.
    Y tras los cafés, una categoría rescatada por este Restaurante e injustamente vilipendiada: los digestivos. Unas Herbes de Montserrat pusieron digno colofón a cuatro horas de celebración (nada que objetar al servicio, sino que fuimos nosotros los que nos "enrollamos", como tenemos costumbre...).

    Lo dicho: a recomendar y repetir sin dudar.

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