Cocina de diseño avalada con una estrella michelín.
Optamos por el menú sorpresa, que con el servicio del pan y el IVA asciende a 62,64€.
En general me gustó la comida, la calidad del producto es muy buena, visualmente algunos platos eran muy atractivos y el menú guarda una buena relación calidad-precio, pero creo que darle el calificativo de excelente es ser demasiado generoso.
Era sábado al mediodía y estábamos solos en el restaurante, lo que le daba un aspecto desangelado, y dicha circunstancia influyó negativamente en el resultado final de las sensaciones que nos llevamos.
En cuanto a lo que nos sirvieron, fueron diez snacks y tapitas, que prácticamente se tomaban de un bocado; a destacar:
- el bombón de queso manchego al romero: helado con un potente sabor a queso al romero.
- Ajopringue manchego con pan tostado: sabor típico de la Mancha.
- Flan de foie, jugo de perdiz y polvo de morcilla: buena combinación de sabores.
Algunos no me convencieron: las bolitas de pepino confitadas con granos de mostaza, estaba insípido; o el pimiento seco y frito, tampoco me gustó el sabor que dejaba.
De los platos individuales (nos sirvieron seis) destacaría:
- el canelón de calamar en su tinta con leche de almendras: creo que es plato estrella del restaurante, y con razón, tenía una buena presentación y la mezcla de sabores que se obtiene con la tinta, la cococha y la leche de almendra estaba muy conseguida.
- Salmonete de roca con espinacas, pasas y cremoso de piñones: se deshacía en la boca, y la mezcla de sabores con las espinacas y las pasas le daba un toque dulce muy original.
- la lata de cabeza de cordero: este plato nos asustaba un poco, pero estaba riquísimo, la carne de la cabeza estaba muy melosa y se presentaba envuelta en un canelón de patata.
De postres: la ensalada de remolacha, helado de yogur de cabra y bizcocho de especias y un mantecado de vino. No destacaría nada, ya que me pareció lo más flojo de la comida.
El aspecto más negativo fue el maridaje de vinos; ciertamente ofrecen esta posibilidad a un precio de 15,12 € por persona, y aunque sólo lo hacen en el otro menú que tienen más económico, la somelier no puso impedimento en ofrecérnoslo con nuestro menú. Pero los vinos que se incluían en el maridaje eran bastantes sencillos, y sobre todo, comerciales; y no es que no me gustaran los vinos que ofrecieron, pero creo que en un menú de este nivel tiene que haber vinos del mismo nivel. En este tipo de restaurantes quiero que además de que me sorprendan con lo comida lo hagan también con los vinos, y no fue el caso.
También se puede decir que a ese precio no se pueden ofrecer otra clase de vinos, pero por lo menos se tiene que tratar de maridar con vinos poco comerciales, que te puedan sorprender, o subir el precio del maridaje. En fin, creo que aquí el Restaurante falló.
Los vinos del maridaje fueron: Las Tres; Viñas del Vero gewurztraminer; Corazón Loco (de Bodegas Iniesta) y de tintos el Ramón Bilbao 2008. Todos ellos muy dignos.
También nos sacaron una cerveza Inedit para maridar los snacks y tapitas, y es la primera vez que en un Restaurante me sacan cerveza para maridar; hubiéramos preferido un cava.
Salimos del Restaurante con la sensación de que hay otros restaurantes con estrella michelín, e incluso sin estrella, que lo superan, pero para gustos colores.