Restaurante que ya es un clásico en Barcelona y una referencia de calidad y buen servicio. Bonito local de ambiente afrancesado muy conseguido. Platos muy sabrosos servidos en raciones correctísimas. El único pero al restaurante es la carta de vinos: corta, desangelada y de bastante mala calidad, eso sí a precios altos como en la mayoría de restaurantes. Necesitan reformar a fondo la oferta de vinos en todos los aspectos. En resumen: restaurante muy recomnmendable.

Decoración afrancesada con luz demasiado amarilla, eché de menos algo más de claridad. La entrada del restaurante es muy fría, sin decoración. Prácticamente sin clientes un viernes por la noche. A su favor, la tranquilidad.
Éramos 10 personas, teníamos reservado un menú pica-pica (35 euros por persona, bebida no incluída).
Por suerte, comimos muy bien: el solomillo estaba en su punto, la pasta estaba all'dente, los entrantes exquisitos, el bacalao muy jugoso. Sin duda, buena cocina. La carta de vinos es algo floja. Postres normalitos.
Aún así, creo que hay que ir por lo menos una vez.

Haría más de 20 años que no pisaba este local. Y la verdad es que todo sigue igual, la misma decoración clásica afrancesada, una carta con las especialidades de siempre...
Pero contrariamente la clientela había decrecido, no me hizo falta reservar, solo eramos tres mesas en el salon. No me arriesgué, así pues fui a tiro fijo, eligiendo de primero Foie micuit(lo recordaba sublime, y ahora no estuvo mal...), de segundo un steak tartar con un toque picantito, que no decepcionó.
Cocina clásica donde las haya, de calidad, sin grandes florituras, a precio razonable, pero deberian renovarse un poquito.
Deben mejorar el servicio, es intolerable que habiendo solo tres mesas, uno se tenga que rellenar la copa; muchas veces se veia la sala vacia sin ningun camarero.

Se trata de un rte. que frecuento desde hace 8 años.
La impresión que tengo es que llegó a ser uno de mis prefereidos y lamentablemente todo ha ido cambiando...relación calidad-precio, servicio, referencias de vino y su servicio...

Es un restaurante-brasserie clasico con cocina catalana-francesa. Mi última visita fue este último viernes. Comida correcta, un foie con manzana muy bueno y un tartar francamente bueno. En otra ocasión que fui de menu tendrían que mejorar el trato.

Para una capacidad de 400 cubiertos ,eramos 30 personas,un jueves a mediodia ,con Alimentaria como referencia (Dos años atras habia que reservar mesas en las mismas conditiones ).Han quitado de la carta todas las referencias de la cocina de brasseria francesa !!! Y asi el resultado .Por contrario,comi las mejores ostras desde mucho tiempo. Pari mi eran Marrennes speciales de claires Nº 2 ,aunque me las presentaron como Bouzigues .Menu" buena alternativa" 28,67 mas iva : 6 ostras ( impresionante,repeti 6 mas ),calamarcitos plancha con fideos de arroz,tarta tatin industrial,pan ,1/2 botella de vino banco sin refencia .En conclusion ,volver para una docena de ostras !.Cristaleria deplorable ,servicio de mesa correcto.

Restaurante antiguo con sus toques bonitos en sus cuadros antiguos franceses, buen servicio por todo el trabajo que tienen, y magnifica cocina, excelentissimos postres, han cambiado desde la ultima vez que lo visite pero sigue siendo el flo de siempre aunque nunca dejare de visitar lo. os recomiendo la visita porque no es caro y excelente comida.

Restaurante con encanto aunque con urgente renovación. Servicio a la antigua. Carta clásica y presentación de platos mejorable. Carta de vinos suficiente aunque mejorable. La comida muy buena. Dos primeros platos de pasta correctos, un solomillo delicioso y mi acompañante un Bogavante espectacular y fresco. Postres correctos, whisky y puro (Montecristo del V)- Nos tomamos un cava rosado de Vallformosa (no mataba), total: 140 euros. Buen precio para la comido y servido. Creo que los precios están ajustados para la calidad del producto y la categoría del restaurante. Merece la pena visitarlo para comer bien, a un precio razonable, pero si buscan diseños, esnobismos o cosas delicatesse, no vayan. Yo lo recomiendo porque me gusta comer bien y pagar lo justo. Lo otro, después de muchas decepciones y alguna sorpresa agradable, de vez en cuando...

Restaurante clasico con cocina catalana-francesa. mi ultima visita es para felicitar-los. me he comido uno de los mejores tartars y una buena brocheta de solomillo donde el punto de la carne era perfecto acompañado con una magnifica salsa bearnesa!
mejorable trato pero en este ambiente burgues! comes de maravilla! servicio un poco lento pero por su gran capacidad de personas es bueno! os recomiendo que lo visiteis!!!

Por el precio, la calidad de la presentación y la extensión de la carta de vinos, una mala opción. Por la atención y la decoración del local -añejo, pero con gracia-, una opción aceptable. Por la calidad de la cocina, muy correcto -sobretodo en el apartado de postres-. En conjunto, un restaurante prescindible en el que se nota la gloria de tiempos mejores en los que el público burgués que acudía a las noches del Palau se dejaba ver por este local de aires Art Nouveau, ornado con bustos que hacen referencia a las heroinas de las óperas italianas del XIX y carteles a lo Toulouse-Lautrec. Ahora, desgraciadamente, esto ya no es así y lo que hallamos en la brasserie Flo son familias de turistas de un cierto nivel y alguna que otra pareja local despistada que, como nosotros, viene a dejarse no menos de 40 € por cabeza en una cena que, en conjunto, no lo merece.