Decoración afrancesada con luz demasiado amarilla, eché de menos algo más de claridad. La entrada del restaurante es muy fría, sin decoración. Prácticamente sin clientes un viernes por la noche. A su favor, la tranquilidad.
Éramos 10 personas, teníamos reservado un menú pica-pica (35 euros por persona, bebida no incluída).
Por suerte, comimos muy bien: el solomillo estaba en su punto, la pasta estaba all'dente, los entrantes exquisitos, el bacalao muy jugoso. Sin duda, buena cocina. La carta de vinos es algo floja. Postres normalitos.
Aún así, creo que hay que ir por lo menos una vez.
Si te equivocas y no estás a tiempo de editar, puedes enviar un e-mail a [email protected] para que lo corrijan ellos.
En este caso ya lo he hecho yo.
Saludos.
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