Buen producto pero…….

Comida con Javi y Jovi, 5 adultos y dos niños de 4 años.
Tomamos,
2 de calamares, uno plancha y otro romana, 51’50 €
7 rebanadas de Pan con tomate, 16,45 €
4 de tomate con mojama, 32 €
8 anchoas calibre 00, 24 €
1 lenguado el Cabañal, 23’50 €
1 Rape en salsa, 18’50 €
0,895 (supongo que pesaron también las patatas) de Rodaballo salvaje, 67’12 €
1 Ventresca de atún plancha, 22 €
1 Mero de playa, 28’50 €
Varios postres a 5 € c/u
1 Finca Terrazo, 37 €
1 Gramona, 25 €
Nos aplicaron un descuento del 15 % con lo que el monte total una vez sumado el 8% de IVA, ascendió a 414.72 €,
En el precio no incluyo los GT ya que después llegó Soraya con un conocido suyo, y estuvimos de tertulia hasta que llegó el turno de noche y decidimos irnos antes de que nos echaran.
Tomamos 10 GT, de G-Vine, Hendricks, Brecon, Junipero…..El precio de los GT por ejemplo el de G-Vine 14’58 €
De agradecer la paciencia que los propietarios tuvieron con nosotros.
Una sobremesa difícil de olvidar, salimos a las 19h del restaurante.
Pues eso que buen producto, pero….. no acabo de entender esas puntuaciones a la RCP, ¿será que los catalanes realmente somos un poco agarraos?

Tenia una gran curiosidad por visitar este restaurante despues de las buenas críticas en Verema. Acudimos el sábado a mediodia. Mesa para dos personas, con una separación adecuada, cristaleria, cuberteria y copas muy correctas. No estaba lleno pero había bastante más de la mitad de ocupación (faltarian dos o tres mesas por llenar). El servicio fue encantador y muy cercano durante todo el almuerzo. Edificio modernista con mucho encanto y la sala muy bonita y con una decoración ad-hoc a su entorno. Tomamos unas cervezas; como entrantes croquetas de txangurro y de erizo (muy sabrosas) y el calamar plancha, que estaba sabrosisimo pero un poco duro. Maribel nos explicó que debido a la numerosa afluencia nos había tenido que servir un calamar recién recibido y que por lo tanto no había reposado lo debido. Agradecimos su sinceridad.

Como plato principal elegimos los dos rapé. Mi plato fue un suquet excelso, sin patatas, sabrosísimo. Mi mujer tomó rapé a la plancha con boletus, bueno pero no al nivel del suquet. Como postres tomamos un semifrio de turrón (bueno) y una tarta de yema tostada (excepcional). Terminamos con dos cafés (Nespresso).

Bebimos un Enrique Mendoza Chardonnay servido a temperatura correcta, nos lo dejaron en cubitera y nos fueron sirviendo a medida que lo ibamos bebiendo.

A la hora de la cuenta nos llevamos la agradable sorpresa que nos invitaron a postre y cafés (supongo que por el incidente del calamar) a lo que se añade un descuento del 15% (que parece que ya les ha ocurrido a otros foreros). Por lo tanto el precio salió de lo más ajustado para una comida tan excelente.

Por último conversamos con Maribel que nos explicó que el restaurante está afectado por el Plan del Cabanyal, lo cual nos produjo una mezcla de estupor e indignación. Esperamos que tarde mucho tiempo en ejecutarse; lo que es seguro es que volveremos a deleitarnos en el Cabanyal.

De los pocos lugares en Valencia en donde comer un pescado en condiciones. El Restaurante está bien acondicionado y la distancia entre mesas es suficiente. Correctos todos los elementos de sobremesa. Buena atención al cliente. Realmente hacen sentirte como en casa.

En cuanto a la comida tomamos lo siguiente:

Un total de (8) croquetas de bacalao, merluza y atún.
Jamón Ibérico de Bellota.
(1) Lenguado "Cabanyal".
(1) Rodaballo Salvaje (Próximo al medio kilo).
Pan con tomate.
Agua, Marques de Riscal 1/2 Blanco y (2) cafés.

El precio total aplicando el descuento del 15 % fué de 99,76 €! Considero que es un precio irrisorio viendo la excelente materia que tomamos. Un lugar para repetir.

Un saludo.

La crisis afecta a todos, los restaurantes no se libran y aqui en el cabanyal tampoco, hace unos dias lo visite de nuevo, y para sorpresa mia vi un par de mesas libres, antes o llamabas unos dias antes o nada de nada, era imposible conseguir mesa un fin de semana.
Aqui en el cabanyal la calidad del pescado sigue brillando, el servicio y calidad de la cristaleria tambien, sin embargo los precios se han visto reducidos de manera espectacular.
Cenamos con marisco (gamba roja cocida ), pulpo horneado, y anchoas con tomate valenciano, pescados de segundo y finca terrerazo ,salimos a 60 € por barba.
Viva la crisis. ( Algo de positivo hemos de sacar, no? ).

Bueno, yo no lo uso y mi esposo tampoco, pero le dije a Juan que yo me encargaría de dar mi opinión sobre el Cabañal.

Quisimos corresponder su invitación del sábado anterior y volvimos a la mesa reservada.

Sólo refrendar la impresión de siete dias antes. El trato amable y siempre atentos al cambio de los platos me gustó mucho. Practicamente repetimos todos los platos menos los segundos que nos decidimos por tomar doradas, bacalao y merluza.

Nos sorprendió un postre que no conocía, el arnadí. No tenían la semana anterior y me gusta su textura.

Nos invitarón a unos cuantos chupitos y el precio de la cena fue semejante al de la semana anterior. Bueno, no así exactamente, porque en esta ocasión invitó mi esposo.

Muy buen ambiente y muy buen servicio pese a estar casi lleno el local. Y esto ocurre pocas veces en cualquier otro restaurante.

El sábado, para celebrar mis primeros 40 años, fuimos al Restaurante El Cabanyal porque me habían hablado de su calidad y justo precio. Invité a mis dos mejores amigos con sus esposas.

Al entrar me impresionó su buena presencia y una clientela de gente guapa, joven y adulta, que de todo había.

Nos ofrecieron unas croquetas de xangurro que nos sorprendieron. Un calamar de playa excelente y tomate valenciano con anchoas completaron las entradas.

Nos fijamos en el pescado que iban sirviendo, que suele ser la mejor forma de conocer la carta. Nos decidimos por merluza de pincho, lubina a la sal y allipebre. Como nos gusta mucho el pescado lo disfrutamos de verdad.

La carta de vino es muy cuidada y pedimos nos aconsejaran un vino no muy caro, mejor valenciano. Y aceptando el consejo tomamos dos botellas de Mestizaje, tinto, servido a su temperatura ideal: ligeramente fresco.

De postres compartimos unas tartas de naranja y de chocolate con helado de turrón.

La recomendación se quedó corta porque el servicio está a la altura del mejor restaurante. No me sorprendió la cuenta, porque ya me habían hablado que El Cabanyal "está" a la altura de los tiempos. Es decir, tienen mucha consideración con el cliente refrendada en un buen descuento en la factura que la hace muy aconsejable.

Considerando calidad/precio es el mejor restaurante que he conocido en los últimos tiempos.

Así que dejamos una buena propina y reservamos mesa para el próximo sábado. Ya les contaré.

Somo cuatro, primero para picar al centro anchoas y tomate (bien) , calamar a la plancha (muy bien), un plato de jamón (normalito) y gambas asadas (de calidad regular, nada que ver con las tomadas en otras ocasiones). De segundo atún a la plancha (bueno), bacalao y rodaballo con boletus (ambos muy buenos). En mi caso un solomillo exquisito. De postre sorbetes de limón y mandarina y una tarta de chocolate. Para beber un Moet Millesime y media botella de Coto. Cafés, un gin tonic y un whisky (JW Azul). Tras aplicar un 15% de descuentos salimos a ¡¡¡95 euros cabeza!!! Se me olvidó repasar la cuenta pues pensándolo a posteriori sólo cabía la posibilidad de un error.
Calidad media-alta, servicio afable (algo lento y autoservicio de vino) pero precio fuera de órbita incluso con el descuento.

Espectacular pasarela de productos del mar de primera categoria mostrados a los comensales en ocasiones en el propio comedor por el "Chef".Se puede degustar gran variedad de pescados en los que destacan los meros , el denton, el gallo de San Pedro, la lubina y rodaballo salvajes etc... y que estan elaborados con la sencillez culinaria correcta para no perturbar el buen sabor del pescado fresco.
No menos apetitosos y frescos son los variados entrantes, sepia en su tinta, pulpo al horno, alcachofas con gambas, calamar de playa, etc...
El restaurante es un local agradable , selecto y con una excelente atención de la "Maître" y de todo su personal.
Si contamos con que todo ello será regado con un excelente vino de los muchos que disponen en la carta y que tanto los postres caseros tradicionales magistralmente elaborados como la extensa selección de licores o "champagne" nos permitirán concluir con la mejor satisfacción, seguro que la velada sera inolvidable.

Voy a repetirme diciendo que es un lugar para ir a comer materia prima bien elaborada, pero es lo que es. Un primero para compartir: colitas de gambas con alcachofas para chuparse los dedos. De segundo merluza "al Cabanyal" (con ajetes tiernos y gambas) deliciosa y un gall de St Pere a la planxa al punto con las cabezas rebozadas de acompañamiento (original y bueno) Postres: Arnadi y una tarta (no recuerdo bien de qué) también muy buenos. Todo ello acompañado de un florante.
El servicio correcto. Tan solo decir que el ambiente me pareció algo ruidoso con la sala a medio llenar, o sea que si está lleno puede ser un problema.
Con el 15% de descuento "anti-crisis" salimos a 40 euros por cabeza. RCP óptima

Me habían hablado muy bien de este restaurante y con tres amigos sibaritas y amantes del rodaballo fuimos a conocerlo.
Tengo que decir que me sorprendieron gratamente pues todo lo que me habían dicho se cumplió con creces.

Cada uno elegimos una entradita y las difrutamos: Calamar en su tinta como nunca habiamos tomado, alcachofas salteadas con gambas, tomate valenciano y pulpo al horno desconocido para todos.

Luego elegimos lubina y rodaballo que nos sacaron previamente para que los vieramos: un producto salvaje de extraordinario sabor.

Acompañó la comida un Pago de los Capellanos a su justa temperatura.

De postre un maridaje de calabaza asada y arnadi, deliciosos de sabor.

A destacar que los dueños han tenido la gentileza de adaptarse a la crisis y nos obsequiaron primero con una gamba cocida extraordinario, y finalmente, haciendose cargo de la actual crisis, nos encontramos con la sorpresa en la factura de un descuento del 15%.

Salimos encantados, además del buen trato y servicio a lo largo de toda la comida.

¡Volveremos!