Acabo de decir algo parecido del Igueldo también de BCN. Estos restauradores creen que dando medias raciones y cobrandolas enteras la gente traga, porque eso si, lo poco que dan está bueno.
Y si la crisis continua como pasó en el 93 se irán la mitad al garete y la otra mitar doblará raciones y cobrará la mitad.
Este restaurante está casi anexo a uno de los grandes hospitales de BCN y a los acompañantes de los pacientes de vez en cuando les apetece darse una alegria. Y a fé que los amigos de La Taverna se lo cobran.

Son tapas, minúsculas, muy buenas (ojo algunas a 30E) con las que es dificil salir por menos de 40/45E y la verdad si no se va un grupo para poder picotear variado, te quedas con cara de tonto.

Es un bar tubo con micromesas y follón. En fín, perfecto para armarlo, pero para estos precios yo diria que no.

Por tanto ojo repasar precios y aquilatar el pedido.

volvi despues de bastante tiempo y sólo puedo decir que como siempre fenomenal, para mi uno de los mejores restaurantes de la ciudad, aunque siempre esta muy lleno, probamos el rissoto con trufa blanca que fue un plato de diez, unas gambas que no se encuentran facilmente en otro sitio, un mosaico de mini verduras con espardenyas, las fantasticas bravas y algunos platos más que estuvieron todos a la altura de siempre, para beber un bollinger ed lim 2003. y un buen servicio, cuesta encontrar trabajadores que con la faena que siempre tiene el sitio tengan tiempo de dedicarte simpre una sonrisa. fenomenal.

Tras una última visita hace dos años, no había vuelto a ir al local en cuestión. En esta ocasión me decepcionó. Por varios motivos:
1. Propuesta gastronómica insuficiente. Muchos platillos, pero con cuatro o cinco productos iguales (dígase jamón, setas, trufa, foie y pescado variado).
2. Precios escandalosos. Productos insufientes en cantidas y, encima, a precios de 25-30 euros el platillo. Cuando no deja de ser un bareto.
3. Servicio de listos. El camarero no deja de intentar venderte el producto más caro. No se dan cuenta que con esa táctica es pan para hoy, hambre para mañana.

Propuesta de vinos bien presentada, bien ejecutada, pero precios de escándalo. Ejemplo. Perro Verde a 24 euros!!! Libalis rosado a 19!!! En fin, que se pasan con los precios...

Un buen local y muy estrecho de tapas, que las hacen fabulosas. La oferta es genial, el servicio muy bueno y los productos de postín. Buena carta de quesos (he leído en algun comentario que son de La Teca), y una carta de vinos mucho más que aceptable. Por el calor y teniendo que ir a trabajar, a pesar de ver las sugerencias del vino opté por una caña de estrella de Galicia, buena y fresca. Comí unas verduritas con romesco, unos mejillones, ríquisimos, un mi-cuit con manzana caramelizada, extraordinaria, unas papas bravas y huevos de pato con foie, expléndido.....Para acabar un Tatin riquísimo... Buen restaurante y buen local de tapas....

Hacía tiempo que no iba y fui hoy a mediodía. Comí en la barra, como había poca gente, sin agobios.

Comí:
Las bravas (buenas, como siempre)
Canelón de pato con setas y foie (sabroso)
Un filete de ternera pequeño (anunciado como petit filet), me lo esperaba más pequeño. Bien la carne y bien su punto.
De beber:
Me tomé una caña para rehidratarme, cogno que calor que hace hoy
y con tranquilidad una copa de traittinger
No postre
1 café (psé, psé, largo en exceso)

Hacía tiempo que no iba y no me decidía porque la única vez que estuve salí con la sensación de que no tenía una relación calidad/precio adecuada y porque ese tipo de cocina (tapas pero "finas") no merecía degustarse en un local tan lleno, incómodo, ruidoso y lleno de humo. En esta ocasión volví en grupo y salí encantado, pagando 60€ pero a gusto. No hubo ningún altibajo, perfecto de principio al fin: jamón, bravas, langostino a la sal, salmorejo con cangrejo real, foie con manzana caramelizada, berberechos con alcachofas, colmenillas con crema de foie, canelón de ceps y ternera de Nebraska. Todo ello acompañado de Perro Verde, Belondrade y Lurton, y Abadal 3.9. Bombones y Juvé y Camps Millesime por cuenta de la casa. Servicio muy agradable y profesional y ritmo de platos perfecto. Disfruté mucho, que es de lo que se trata. El único pero, el mismo de siempre: ruido, estrechez y humo, aunque esta vez mucho más soportable.

Se descubre de casualidad ya que externamente parece ser simplemente un bar con cervezas estrella de galícia.
Local:
Pequeño pero limpio, con una decoración que cede el protagonismo al producto: botellas de aceite, jamones, vinos en la paredes. En la alargada barra se monta un auténtico aparador con las preparaciones, quesos y alguna tarta.
La oferta: Gran variedad de platillos de calidad y vinos a copas.
. "patatas bravas" Obligado pedirlas para escuchar "¿Ya sabe cómo son nuestras bravas?"
. Las tortillas, ideales como primera elección ya que las sirven rápido.
. múrgules en salsa de foie
. rabo de toro (mejor pedir dos raciones porque mejora la presentación)
. mini tartar
. Poderosos quesos que "sacan a pasear" a su vitrina de exposición refrigerada.
(y muchos más)
. Postres: sólo por ellos ya merecería la pena la visita.
A mejorar:
Con el sistema de sólo poder pedirle al maitre no se producen equívocos, pero tardas mucho en ser servido.
La calidad, cantidad y presentación del pan... un poco descuidado respecto al nivel de sus platillos.

Acudimos a este lugar por los comentarios de Verema, y resultó todo un acierto. El sitio, pues eso, una tabernita pero como yo digo, para los médicos, es decir, arreglada y muy actual. Algo bulliciosa y no es un sitio para buscar intimidad, pero sí para disfrutar del vino y los platos.
Tomamos un Louro do Bolo, con coperío Riedel y muy bien servido. De platos, a destacar las "bravas", muy especiales y algo distinto a lo que te puedas imaginar, muy bien elaboradas y con auténtico sabor a bravas. El iglú de pulpo sorprendente, y a descubrir el sentido del nombre cuando lo tienes en la mesa. Pasta con foie, quizá algo menos interesante y un plato de secreto con boletus. Platos muy bien elaborados, muy bien presentados y con una alta calidad. El postre, quizá algo más flojo, pero para terminar un gin tonic en copa Riedel, con Gvine y servida de forma excelente.
Algo caro, pero interesante para los sentidos.
Imprescindible si se va por el Eixample de Barcelona.

Enésima visita a este lugar. Miércoles por la noche, segundo turno, local con bastante menos gente de lo habitual.

Comimos:

Bravas, muy buenas
Alcachofas con berberechos, muy buenas
Trifásico de bacalao, muy bueno
Callos, cap i pota (no probé)
Murgulas con salsa de foie, muy buenas
Rissoto con trufa blanca, rico y sabroso
Trinchat con butifarra blanca y negra, bueno
Taco de ternera, muy sabrosa la carne
Pan con tomate, bien

De beber:

2 botellas de Valtuille cepas centenarias 2005

Cafés, bien

Cena viernes noche, 2º turno todo lleno, del primer turno solo quedaba una mesa de las dos en la terraza, con estufa de queroseno en calle, estuvimos muy bien.
De comer pedimos:
Bravas, espectacular presentación y por cierto muy pero que muy buenas, no pongo la foto por que se perdería la gracia, para los que aún no hayan ido.
Alcachofas del Prat con berberechos exquisitas.
Trifasico de Bacalao rico,rico.
Sepinetas plancha con macarrones gigantes.
Medias lunas de Foie, de rechupete.
2 raciones de pan con tomate y buen aceite.
De postres:
Borrachito al ron, me encanto la quemada del ron ardiendo.
Tatin de manzana.
De beber Valtuille Cepas Centenarias 2005(Bierzo) "FANTASTICO" y a muy buen precio 30 €, serviso a buena temperatura en copas riedel.
Para finalizar dos carajillos de Baileys.
Precio total con vino incluido 2 pax: 104 €.