El titulo lo dice casi todo. Lo visité por los buenos comentarios que me llegaron de esta Taberna. Hubo cosas muy buenas, otras buenas y algunas regulares.

Muy buenos los canalones de ceps y las alcachofas con berberechos.
Buenos el rabo de buey, las patatas bravas y el coulant de chocolate.
Regulares el steak tartar (parece picado con la Moulinex) y los quesos (tienen un problema, que al estar en el frigo, no estan en su punto, la Torta del casar que me sirvieron, habia que cortarla con cuchillo).

El local, flojito, muy ruidoso y las mesas muy pequeñas. El servicio, despistado.

Y eso fue todo.

Fui recomendado por unos amigos y sinceramente la experiencia fue todo un exito, hay que decir que el local es muy estrecho, aunque perfectamente inmaculado y con una exposicion de vinos y alimentos muy finamente preparada. Los platos son sensacionales, cocina tradional con una materia prima digna de restaurantes de otra categoria, con un bonito diseño de platos: ventresca de atun fresca con un punto de cocion perfecto acompañada de tobiko y teriyaki, gambas de palamos ( las mejores que he comido), pasta con tofona blanca y salsa parmesano, etc... una carta de vino sensacional para un lugar tan pequeño tienen unas 90 referencias, buenas copas ridel y temperatura del vino fantastica. Hay que reservar porque siempre esta lleno, el unico inconveniente es que es muy ruidoso. Buen servicio en sala, el jefe de sala siempre muy pendiente. Para repetir, y muy recomendable.

Una muy buena opción para comer o cenar en la zona del clinic. Imprescindible reservar. Local minúsculo, de esos que pasas por delante y no das un duro por el, quizá es parte de su encanto.

Creo que he comido toda la carta, desde las bravas hasta los quesos pasando por el mini tartaro, el trifásico de bacalaos, las setas, el macarron con chipirones,.....

Muchos miniplatos todos ellos muy sabrosos. Vino a temperatura y a precios correctos. El último de la carta (Valtuille 2005) es un Bierzo del afamado Raúl Pérez.

En la Taverna del Clínic se ve una calidad de producto, elaboración y presentación fuera de lo común en un local que va de bar de tapas y eso es también lo contradictorio: platillos buenísimos (iglú de pulpo, bravas, canelón de ceps y pato, medias lunas de foie con aceite de trufa…), buen trato del vino (carta interesante, buenas copas), gran surtido de quesos (aunque te ponen los que quieren y no te explican nada) pero a cambio en un entorno algo incómodo, muy bullicioso y a ratos bastante cargado de humo. Aunque contradiga otras opiniones, los precios son algo elevados en algunos platos. También es justo reconocer que una patata perfectamente cilíndrica, parcialmente vaciada y rellena de la salsa brava, o la pasta fresca rellena de foie-gras (no paté ni micuit) se tienen que pagar. El precio: 74€ dos personas (6 platillos + quesos) sin postre ni café, y bebiendo una caña y una copa de Luna Creciente albariño (copita a 3.50€, precio tienda botella, unos 6€). Supongo que volveré porque la carta era muy atractiva.

He vuelto a caer por La Taverna del Clinic, y como no, otra vez fantastico: Unas vieiras con lenteja caviar y crujiente de alcachofa, mini pulpitos del mediterraneo (impresionantes), unas bravas y unas gambas de palamos de lujo, un buen vino recomendado por los camareros, y como siempre el jefe de sala, muy atento a cualquier detalle, para mi, uno de los mejores restaurantes de tapas de Barcelona.

Pequeño bar pero gran local gastronómico, mini platos, tapas o medias raciones de variado tipo de cocina exquisitamente presentada,calcular 3-4 platos por persona, con calidad en sus productos y servidos correctamente.Carta de vinos correcta, cortita, pero variada a precio correcto, copas ok.
Tambien excelente la cerveza estrella galicia,fresquita y bien tirada.Local muy recomendable, imprescindible reservar, dejaros aconsejar,

Hace tres meses, descubri este pequeño establecimiento del centro de Barcelona, y ahora, me he animado a poner unas lineas, ya que se lo merecen. Son dos hermanos: Manu Simoes y Antonio, el primero en sala, u verdadero anfitrion de cualquier comida o cena y todo un guormet a la hora de servirte los platos que a el le parecen, Antonio en cocina, un mago de los fogones, y todo ello con tan solo 30 y 25 años de edad. A esto hay que sumarle una calidad suprema en la materia prima y unos precios muy buenos. Buena carta de vinos. El local es pequeño, tan solo 14 mesas contando las de la terraza, y siempre esta lleno. De verdad, mis felicitaciones, y seguir así, haceis un equipo que muchos ya lo quisieran para si.

Tengo que decir que ha sido todo un descubrimiento, me enviaron unos amigos. Os quiero dar un consejo si me lo permitis, preuguntar por Manu y decirle que os ponga el lo que quiera, saldreis encantados, magnifica calidad-precio y el una persona muy atenta. Cuidan mucho los detalles: platos, copas, buen servicio de vino, un poco estrecho pero todo muy limpio. La verdad, uno de los pocos restaurantes que tengo en la agenda de mi telefono. Volveremos seguro.

Excelente taverna con opciones de tapas y platos muy bien elaborados. falta espacio, pero buen trato en sala y una muy buena opción de comida/cena semi informal con detalles técnicos muy buenos y con materia prima de muy buena calidad.

Ayer visité este local de l´eixample de barcelona y la verdad que me arrepiento no haberlo conocido antes, mi destino era el cercano Paco Meralgo pero gracias a que estaba a reventar acabé descubriendo este establecimiento.
La carta se basa en una selección de platillos, embutidos ibericos y una impresionante selección de quesos.
Yo pedí un micuit,un mini tartar un iglú de patata y pulpo y unas espardeñas con huevo.
RCP excelente, los platillos sobre 5-6 €
El local como bien han dicho no es muy bonito pero yo cené en la mini terraza de solo tres mesas.
Pienso repetir, muy recomendable.