Planeando una escapada a la Ciudad Condal no podía no bucear por Verema en busca de un lugar decente donde disfrutar de la gastronomía catalana, dado que no soy asiduo a jugármela en ciudades que no conozco apenas. Este - que podríamos denominar- "restaurante de tapas" está ubicado en una de las calles perpendiculares a la Avda. Paral.lel, bien comunicado por tanto vía metro o bus, o simplemente dando un paseo si se está o se vive por dicha zona. Más próximo al puerto (Drassanes) y al acceso al funicular de Montjuïc. La zona, para ser sinceros, no me gustó nada (los propios vecinos claman por recuprar la "dignidad" del barrio). En fin, cosas de casa. La cosa cambia al entrar en Rosal 34, local pequeño pero bien distribuido, con una separación de mesas aceptable y una decoración muy acertada teniendo en cuenta el concepto que, creo, ofrecen. Cocina y bodega a la vista, pero ésta en una especie de piso superior. Servicio muy amable y correcto, siempre sonriente y acertado si les pides recomendación.

En cuanto a la cena en sí, y pese a existir opciones muy interesantes como platos principales (carnes y pescados, algunos para compartir a un precio muy digno), nos decantamos por pedir varias "tapas". A saber: croquetas de ceps, muy buenas por su tamaño adecuado y su sabor intenso; sepietas a la plancha con vinagreta y judías blancas, muy sabrosas y las judías realmente en su punto; foie mi-cuit casero con contraste de sabores, basado en su mezcla con un pan de ¿trufa negra? y confitura de higos; espárragos salteados con queso de cabra, uno de los mejores platos desde mi punto de vista. De postre, un helado de chocolate negro casero, acompañado de galletitas demenuzadas parecidas a las de la tarta de queso y similares -hablo de las caseras, por supuesto-. Cafés expressos como deben hacerse.

Dada mi ignorancia ante los vinos catalanes, cosa que prometo cambiar, me encontré bastante vendido. Los precios de la carta de vinos, además, se me antojaban algo subiditos. Máxime teniendo en cuenta que tanto en éstos como en los del resto de carta NO SE INCLUYTE EL 7% DEL IVA. Este aspecto, como apunta algún que otro forero, es compeltamente injustificable habida cuenta de las disposiciones legales, a nivel estatal y autonómico en la materia. Pero en fin. Transigimos porque somos tontos. A lo que iba, pregunté al camarero y me recomendó, de entre un Can Freixa o un Tobía Selección Crianza 2005 éste último. Resultó un acierto, y además se sirvió a una temperatura correcta. El servicio, después de dado a probar, terminó. De ahí que necesite una mejora, pues cuesta relativamente poco, el precio lo justifica y el local es pequeño, por lo que el volumen de comandas y trabajo es, a mi humilde entender, "sostenible".

Resaltaré una vez el tema del IVA, que no es baladí. No es admisible bajo ningún concepto.

Por lo demás, es un muy, pero que muy recomendable restaurante. Informal pero elegante, con una buena cocina y una buena materia prima, buena selección de vinos ante lo probado y que no supone un desembolso excesivo. Se permite fumar.

No nos defraudó en absoluto. Todo lo que comimos rico, rico y lo que más nos gustó las vieiras, con una base de crema de boniato y regadas con caldo de patata...ESPECTACULARES!! Ya tenemos ganas de volver y probar nuevos platos

Le tenía ganas al lugar. Demasiado tiempo en la agenda y ya daba hasta miedo ir, por aquello de las espectativas.

Cena para 7:

Picamos:
aceitunas de kalamata (muy buenas, como siempre)
Cecina de León con Idiazábal (muy buena y muy tierna)
Foie micuit (bueno)
Croquetas de rostit (muy sabrosas)
Croquetas de cabrales (potentes)
Salteado de setas (simplemente, perfecto)
Bravas (muy buenas)

Este pica-pica lo maridamos con Guitian (barrica. DO Valdeorras)

Seguimos con:

Raviolis de foie (muy bien)
Roast-fish de ventresca (muy bueno)
Chipirones, huevo y trompetas de la muerte (rico)
Pulpitos con alubias de Santa Pau (no probé)

Esto lo maridamos con Mauro 2006

Postres más o menos compartidos:
Coulant de chocolate (muy bueno)
Sorbete de melocotón (bien)

Cafeses (bien)

Servicio atento y agradable
Carta de vinos no demasiado extensa pero con buenas opciones
Servicio de vino, se limita al descorche y poco más
Copas adecuadas

La passada setmana vam anar, recomenats per uns amics, al Rosal34. Tot i que ens havíen comentat que potser ens costaria una mica aparcar, com a tot arreu a la Barcelona actual (amb tanta zona verda i blava), vam trobar lloc solament entrar al carrer. I com que era una miqueta d’hora, vam aprofitar per fer un volt i mostrar als nens el que era el Paral.lel.
Excel.lent recomenació. La nostra por, al anar amb nens, era encertar en l'el.lecció dels plats; però ens ho van posar ben senzill: el xai (que es desfeia) acompanyat per patates a suggerència d'ells mateixos. Tot i que després, no feien més que tastar dels nostres plats. D'entrants: olives de Kalamata, boles de mozarella. Els primers: el tàrtar , fabulós; el bacallà, al seu punt; els gnochis, sense paraules!!!! (ja ens ho havíen advertit) i la seva ja, reconeguda, escuma de braves. Els segons: péssols amb sipioneta, llengueta amb ous fregits) i "jarrete"(fora de carta). Tot boníiiiiiiissim. De postres: coulant i refrescant. Per cert: els nens no van demanar res i els van oferir gelat. I amb els cafès, "petit fours". Sorprenentment, després no ens els van cobrar, ni els uns ni els altres. Molt atents. Com també el tracte amb els nens: fins i tot els van deixar entrar a la cuina.
Per veure, com que som més de cava i champany que de vi, vam voler fer-nos un obsequi: una ampolla de Bollinger servit en copes Spiegelau. Servei impecable i la temperatura, adient.
El preu més que correcte i el de menys en aquesta ocasió especial. Com a comentari a en Francesc: cert és que posava "cubierto" a 1.85€. Ho vaig comentar amb el cambrer (havíen estat molt atents), i em va explicar el perquè: no cobraben les olives, ni la mozarella, ni el pa (en quants llocs he pagat tantes racions de pa com he demanat¡) ni els gelats ni els petit fours. Potser hauríen de canviar el concepte. Per tenir-ho en compte. Una vetllada molt especial. Per recomenar i repetir.

¡Sorpresa, sorpresa! Por fin han arreglado la calle, aunque sea a costa de reducir el nº, ya de por sí escaso, de plazas de aparcamiento.

Vamos al grano:
- Tártar de atún con soja, mostaza antigua, huevas de salmón y hojas verdes: bueno, aunque la mostaza no era fácil de encontrar. El pan tostado tampoco era nada para recordar.
- Boquerones marinados y tomate seco italiano: Mucho mejor, y también el pan con tomate con que los acompañan.
- Croquetas de carne guisada: correctas.
- 3 de patatas bravas en espuma, crema de all-i-oli y y aceite picante ahumado: el único problema, el tamaño. Debería ser tamaño Nabucodonosor. ¡Qué bueno!
- Cola de langostino rebozada en cacahuete y crema líquida de parmesano: A mi mujer y a mi hija les ha encantado.
- Callos y cap-i-pota con garbanzos: Sorprendente...mente buenos para ser un local de comida "de autor". A mejorar el tema del picante, que aparecía y desaparecía con cada bocado.
- Raviolis de foie con crema de nueces: Como diría mi amigo Dario, óptimo.
- Jarrete de ternera (fuera de carta): cocinado al vacío a baja temperatura durante 14 horas y acompañado de unas cebollitas. Se deshacía en la boca. Delicioso. Ración más que generosa para el tamaño medio de las demás.
- 2 de coulant de chocolate: ¡de vicio!
- Crema catalana con frutos rojos: me ha faltado darle lametones a la copa. Textura muy ligera y caramelo muy logrado.
- Oscar Tobía reserva 2004: Sin sorpresas. Fantástico.
- 2 botellas de agua, un cortado y un refresco de cola.

Total: 172,60€

Lamentablemente, tuvimos que cambiar el vino. El de la casa no nos gustó en absoluto. Digamos que no era el compañero adecuado para la comida.

Y una queja: se han saltado a la torera el art. 15.3 del Decreto 317/1994 de la Generalitat de Catalunya que prohibe expresamente cobrar el cubierto, que en este caso asciende a 1,85€ + I.V.A. por persona. Sólo por eso, ya se merecen una buena reprimenda.

Hacia tiempo que lo tenia en el punto de mira. No me decepcionó.

Pedimos el menú degustación, a 45 €. Para beber, tomamos una botella de Can Feixes tinto.

Buenas las aceitunas de Kalamata y otras rellenas de atún. Floja la mozzarella con tomate seco y las croquetas de ceps. Genial el pincho de langostino rebozado de cacahuete y crema de parmesano. El tartar de atún muy bueno. El salteado de setas no entusiasmaba, no entiendo eso de mezclar setas silvestres con otras de cultivo. Excelentes los chipirones con trompetas de la muerte. Normalito el postre. Buen café.

Buena comida, buen servicio, buen ambiente, pero está en muy mal sitio.

La c/ Rosal,34, para aquellos que lo desconozcan, es un callejón del Paralelo barcelonés, donde es prácticamente imposible aparcar y donde da bastante grima pasear cuando anochece.

Por lo demás, los platillos son deliciosos, aunque escasos. No son las típicas tapas para compartir, sino pequeñas delicatessen. No recomendable para quien busque las bravas y los chocos, ni para turistas despistados.

Los postres también están bien, aunque eché en falta algún postre más tradicional.

Tienen una aceptable carta de vinos y el servicio es más que correcto.

El precio, acorde con lo que ofrecen.

Gran restaurante, pero no entiendo el concepto del restaurante, ya que si se vende como restaurante de tapas no creo que sea un sitio para comer en la barra dado de las cantidades de los platillos que son minusculas ya que ya me dirás como compartes un corazón de alcachofa con caviar que la unidad sale por 18 euros !!!, o seas que pides unos cuiantos platos y la broma de picotear te sale por un ojo de la cara.
No dudo de su calidad algunos platos mejores que otros pero no era la idea que buscabamps como local de tapas, y no es que busque un sitio de chocos y bravas,...lo que pasa que por ejemplo en Zaragoza puedes tapear de verdad con una calidad extraordianria con raciones suficientes y no te dejas 125 euros como nos dejamos nosotros, e local bien pero por ese precio no creo que tenga que estar sentado en un taburete de madera.
El servicio estupendo, el servicio del vino tambien.

Restaurante muy acogedor. Comida basada en una buena materia prima, recomiendo los platillos como entrada ( Alcachofas con huevo perdiz y caviar y los langostinos con costra de cacahuete y crema de parmesano...). Servicio excelente, Oscar y su hermana son dos pedazos de profesionales. Carta de vinos un poco escasa pero muy bien cuidada, cristalería a la altura de la carta de vinos. Buena carta de vinos dulces, destacaría el Molino Real de Telmo Rodriguez.
En fin una velada fantástica a precio razonable con la calidad del restaurante.
Volveremos.

Perfecto! carta de 2 páginas muy bien estructurada con 2 menús degustación. Es dificil elegir porque sólo por los nombres ya todo hace bunea pinta. Esparragos con queso de cabra, salteado de setas, GENIALES chipirones de playa con "trompetes de la mort" y huevo poche y berberechos con fruta de la pasión. De postres el de chocolate con cointreau y naranja y los accesorios que viene a ser 5 "petits". Destaco el crujiente de cacauete con miel. En la carta de postres (sólo 3 postres y los accesorios) hay también una página entera para oportos, generosos y otros. La carta de vinos ofrece 3 vinos a copas y se basa en los tintos y cavas. Pedimos San Roman (29€) y no tenian, Mauro (31€) tampoco. Nos tuvimos que conformar con un Aalto (31€) a temperatura perfecta con copas Schott. Para poner un pero: las servilletas son muy pequeñas y se permite fumar. Dos personas al mediodia con unas 5 mesas llenas y la barra vacía. Total 113€ y para repetir y repetir.