Es grato acudir de nuevo a un restaurante y ver que ha tenido una gran evolución tanto en sala como en cocina.
La cocina está liderada por Javier Marañón.
La sala la lidera Ángel al que acompaña Gaspar en la misma.
Su cocina es una autentica cocina de autor, en la cual la fusión de sus ingredientes es perfecta.
Sus ingredientes maridan de forma perfecta, manteniendo el sabor original de cada producto.
El menú degustado " el largo" es una continua explosión de sabores en la boca.
Este menú no tiene altibajos en sus platos pues todos brillan como el restaurante a un gran nivel
Asimismo en sala el servicio es cercano y muy profesional al mismo tiempo.
Este restaurante no necesita la tan afamada estrella para brillar con una luz propia de forma muy intensa.
Esta a la altura de cualquiera de tantos con estrella que existen en España
Muchos de ellos se darían con un canto en los dientes si tuviera esta cocina y servicio en sala.
Asimismo sus precios lo mismo en los menús, carta y carta de vinos son contenidos y adecuados a la calidad y cantidad de sus productos.
Tiene además de la carta tres menús de 55,75 y 95 Euros respectivamente
En resumidas cuentas un restaurante que aconsejo visitar.
Gracias Javier, Ángel y Gaspar por vuestro trabajo y profesionalidad

Tras leer el comentario de Bouquet 55 de Octubre del 2022 decidí que iba a volver a visitar La Torre by Marañon  a ver si yo tenia la misma suerte que él y así fue, pero en " tête à tête", pues estuvimos solos en el restaurante.

No voy a describir nuevamente ni el cursus ni la cocina del Chef Javier Marañon, si estáis interesados en conocerlos podéis leer mi comentario en Verema del 07/09/2022.

Tras haber reservado con antelación el menú gastronómico, en el momento de hacer la reserva, fuimos a cenar el domingo 20 de agosto a las 20h30.

Nos situaron en el mismo comedor que en nuestra precedente visita con las mesas muy bien separadas las unas de las otras,  amplias y bien vestidas con buenos manteles, buena vajilla y cubertería y copas Riedel. El servicio de sala llevado a cabo por la responsable de sala y un camarero fue bueno, afable, simpático y profesional y sobre todo "cool" . El servicio del vino también fue bueno, consistió en presentación, descorche, primera cata, primer llenado de copas y buen seguimiento durante toda la noche. Como ya dije en mi precedente crónica la carta de vinos, de unas 150 referencias me pareció interesante y con un buen abanico de precios.

Paso sin mas a detallar nuestro menú;

Snacks:

Vino de autor "La Torre" y mantequilla artesana saborizada

Infusión de flores de pensamiento del huerto del Chef

Crema de sardina, lomo de sardina ahumada y anchoa

Sandwich de steak tartar

Albondiga de carne de Galizano y ostra

Nuestra croqueta con leche de ganaderias locales.

(Las fotos de los siguientes platos, por imperativos técnicos de Verema  apareceran en el primer comentario)

Entrantes

Vieira, adobo emulsionado, rábano al jenjibre, y bruma del Cantábrico

Ensalada, sardina de Santoña escabechada y tomate de Galizano

Milhojas de foie, y mango caramelizado, zanahoria citrica y brioche

Chipirón, cebolla tostada, pilpil de arroz y perejil

Principales

Rodaballo asado, salicornia, mantequilla tostada, algas y reducción de pimientos de Isla (Olvidemos de hacer la foto)

Chuleta de cordero de leche , suero de queso de Cantabria, trigueros y piña

Postres

Ensalada de Frutas , infusión de albahaca y helado yogur

Café, leche y orujo

Petits fours

Cannelé de Burdeos

Pasta de té y cabello de angel

Infusión de mosto y frutos rojos

Una buena cocina de autor. Todos los platos desde el primer snack al ultimo petit four fueron de buen nivel, muy buen cocinados y bien presentados. Cocina creativa muy bien elaborada que cambia totalmente de nuestra primera visita en la que cenamos a la carta y degustamos una cocina tradicional de gran calidad lo que demuestra su ambivalencia en los dos tipos de cocina, tradicional y creativa.

Para beber, tomamos una botella de agua grande Numen Premium water y el mismo vino que tomamos en nuestra visita precedente, una botella de vino blanco reserva  Viña Gravonia 2013 DOC Rioja. Bodega R Lopez de Heredia Viña Tondonia (Haro). Cepajes: 100% Viura . Viñedos de mas de 50 años. Vendimia manual procedente de viñedos propios." Fermenta sin hollejos en grandes cubas de roble y tiene una crianza de 4 años en barricas de roble, sometido a dos trasiegos por año y clarificado con claras de huevos frescos y el resto de la crianza se hace en botella sin filtrar." Vino de color oro pálido, complejo, fresco y elegante, muy buena acidez con un final largo y seco. Muy bueno, hace años que lo pido cada vez que lo veo en la carta.

Finalizamos con dos buenos cafés y unos dulces.

La cuenta ascendió a 104,50 €/persona. Muy buena RCP. Aunque el restaurante estuvo vacío, notamos un cambio importante en la empatia y en la calidad del servicio. Esta vez, aunque un poco solos, disfrutamos y en una próxima visita a Cantabria si tenemos la ocasión volveremos a visitarles.

Acudí a este restaurante viendo la buena valoración del mismo escrita por Joan Tomas.

2 comensales degustamos el menú gastronómico que viene en la página web, añadiendo al mismo una ensalada de bogavante, hojas tiernas y mahonesa.

Vino 1 botella de San Vicente.

Perfecto servicio, como dijo Joan en su comentario demasiado distante, cosa que corrigieron bastante en la siguiente visita que realice al mismo, a los dos días de esta primera visita.

Creo que el motivo del cambio fue que conteste por correo valorando el restaurante y sus apartados a petición del mismo, en la cual recalque la lejanía y poca empatía del servicio.

Por lo demás sitio totalmente recomendable, por la presentación y perfecta elaboración de  los mismos siendo una representación de la cocina de autor y no una imitación de ello.

Destacando en los mismos, reiterando que todos brillaban por sus sabores y texturas, el cochinillo ibérico castañas y jugo de carico montañés.

Asimismo en la segunda visita tuvieron la gentileza de cambiarme el pre-postre y el postre a petición mía.

Uno de los pocos restaurantes de los cuales he escrito una valoración que el servicio del vino puntuado es real y no buscando la media deseada del mismo.

Repito restaurante totalmente recomendable

La Torre by Marañon, restaurante a donde fuimos a cenar, 3 comensales, el 19 de agosto, es un restaurante gastronómico situado en el Hotel La Torre Galizano, magnifico palacio de indianos de 1872, totalmente restaurado y  situado en el pueblo del mismo nombre, en el municipio de Ribamontan al Mar, cerca de las playas de Langre y Galizano.

Su restaurante está dirigido por el Chef Javier Marañon, que estudió hosteleria en Santander y, antes de crear su propio negocio, trabajó con Eneko Atxa, Hilario Arbelaitz, Pedro de Lumbre y Martin Berasategui. Su cocina es tradicional, de mercado y de proximidad (posee su propia finca con huerto, animales, etc...) con buenos productos de temporada y con un toque de modernidad en la presentación.

La sala en que nos situaron, era bastante grande, muy luminosa, rodeada de grandes ventanales, de decoración contemporánea, donde predominaba el color verde y había un expositor de botellas. Las mesas, muy bien separadas las unas de las otras, eran amplias y bien vestidas con buenos manteles, buena vajilla y cubertería y copas Riedel.

El servicio de sala fue bueno, pero para mi gusto "demasiado forzado", presencia casi permanente de uno o varios camareros "vigilando" tus movimientos, lo que hace que te sientas observado  y no estés a gusto, y todos muy serios (sensación aun mas puesta en evidencia con el porte de mascarilla). El servicio del vino fue bueno, consistió en el descorche, primera cata y servicio de copas durante toda la cena (sin cese, de que bebías un sorbo tenias la copa llena...) así como el del agua, lástima porque con un llenado digamos "normal" - llenado a media copa o menos - hubiera podido calificarse con razón de muy bueno. La carta de vinos, de unas 150 referencias, me pareció interesante y con un buen abanico de precios.

Proponen 2 menús degustación que hay que concertar en el momento de hacer la reserva y la carta, no muy amplia pero suficiente.

Optamos por esta ultima :

Primeramente nos sirvieron unos  buenos aperitivos : ajoblanco, croqueta de carne y una especie de tortilla de maiz con carne guisada acompañados de una copa de Albariño.

Compartimos los siguientes entrantes:

Paleta Ibérica de bellota Joselito. Muy buena y copiosa, lástima que estaba cortada a maquina.

Ensalada de bogavante, hojas tiernas, mahonesa de almendras y aceite de naranja. Una buena ensalada.

Vieiras sobre fondo marino, arena de gamba y bruma del Cantábrico (4 unidades). En la primera foto puede apreciarse la presentación con la bruma y en la segunda el plato en si mismo. Muy buenas

De segundos tomamos :

Dos platos de pescado del dia :  Lubina salvaje con salicornia y reducción de pimientos de Isla asados a la brasa. Pienso que se trataba de una lubina sostenible procedente de Aquanaria, una empresa cántabra que produce lubinas salvajes de gran talla en Canarias, destinadas a la alta cocina, ya que el Chef es uno de sus clientes homologados. Muy bien cocinada y muy sabrosa.

Las fotos de los siguientes platos por imperativos técnicos de Verema aparecerán en el primer comentario.

Chuleta de vaca Premium asada a la brasa de carbón de encina, patatas fritas y pimientos de Isla asados a leña. (0,960 Kg). Excelente, el único problema estribó en que cuando consultamos con el jefe de sala si tenían chuletas para un solo comensal con un peso no muy importante, nos dijo que si y luego nos encontramos con este buen ejemplar que tuvimos que compartir con nuestra hija para ayudarle a acabarsela.

El pan que acompañó la cena fue bueno.

No tomamos postre, el cuerpo no daba para mas.

Para beber tomamos una botella de agua Numen Premium water y una botella de vino blanco reserva  Viña Gravonia 2013 DOC Rioja. Bodega R Lopez de Heredia Viña Tondonia (Haro). Cepajes: 100% Viura . Viñedos de mas de 50 años. Vendimia manual procedente de viñedos propios. Fermenta sin hollejos en grandes cubas de roble y tiene una crianza de 4 años en barricas de roble, sometido a dos trasiegos por año y clarificado con claras de huevos frescos y el resto de la crianza se hace en botella sin filtrar. Vino de color oro pálido, complejo, fresco y elegante, muy buena acidez con un final largo y seco. Muy bueno, hace años que lo pido cuando lo veo en la carta.

Finalizamos con 2 buenos cafés con hielo y un buen café irlandés acompañados de unos buenos petits-fours y una copa de orujo.

La cuenta ascendió a 81,22 €/persona. Buena RCP. Cocina tradicional de calidad, muy bien elaborada y con un pequeño toque de modernidad. En cuanto al servicio de sala y del vino lo preferiría mas de nuestra época, mas cool, ni en los triestrellados de la guia roja existe actualmente este tipo de servicio de épocas remotas... pero, para gustos colores. No descartamos volver en un próximo viaje para ver su evolución.   

Creo que este restaurante aspira a estrella, otra cosa es que lo consiga. Tiene fuste y bases para conseguirlo. Lugar, cocina incluso una parte del servicio acompañan , pero parece querer sostener un frágil equilibrio que  podría romperse en cualquier momento. El local es amplio , junto al hotel , quiere ser vanguardista , rupturista, contrastes..para gustos,... para el mío , lo mejor es su amplitud. La carta de vinos es buena , variada y moderada en precios , con la posibilidad de probar un albariño( te obsequian al inicio con una copa y presentación de panes) y un Rioja de la casa. Buen servicio del mismo y excelente atención por parte del jefe de sala que no sé como se las arreglará con el restaurante lleno. La cocina y su menú gastronómico( 75 euros), es bueno y amplio. En mi opinión subjetiva , le cuesta alcanzar ese punto de excelencia que parece buscar y que probablemente puede alcanzar. Se trata de una cocina delicada , de inspiración Berasategui, con riesgos, técnica y producto , pero que precisa un paso adelante en coherencia , equilibrio y consistencia. En fin , iremos viendo , potencial e intenciones de altura sí tiene