Restaurante Las Chicas, Los Chicos y Los Maniquís en Madrid
Restaurante Las Chicas, Los Chicos y Los Maniquís
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
35 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
8.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.0
Opiniones de Las Chicas, Los Chicos y Los Maniquís
OPINIONES
3

Fecha de visita: 12/01/2018

Cena 4 pax.

Precio por persona: 40 euros.

Comida 7.

Entorno: 7

Rcp: 6,5

Servicio: 6,5

Servicio del vino: 6

Lo mejor: Arroz con pato y gorgonzola, hermenegildas (gildas pequeñas), patatas massiel (bravas) y especialmente la selección musical.

Lo peor: local frío, tiempos de espera entre algunos platos y raciones minúsculas (aunque a precios reducidos).

Viernes noche, 70%/80% de ocupación. Local con decoración inspirada en la movida de los años ochenta, mola. Selección musical de la misma época, salvo dos o tres patinazos. Aunque la decoración esté bien, sin embargo el ambiente es un poco frío, al igual que la temperatura del local. Mesas desnudas, sin tan siquiera mantelitos individuales, ese detalle no me gusta. La presentación de la carta, en especial la carta de vinos en un vinilo me gustó mucho. La presentación de los platos es muy llamativa, acorde con el local, personalmente me gusta.

En cuanto a la comida en sí, bien, sin grandes alardes. Los precios son moderados, pero es que las raciones son minúsculas, en algunos casos, como las gildas, no dejan de ser aceitunas rellenas, que en su interior contienen todo lo que llevaría una gilda. El servicio comienza muy rápido, pero luego la cadencia de los platos empieza a ser exageradamente lenta, menos mal que con la música se hace más llevadera la espera. La comanda es la siguiente:

-Esferificación de aceituna gordal, es una presentación que ya no impacta, pero no deja de tener un gran sabor. Una pequeña esferificación por cabeza.

-Gilda. Una aceituna un poco grande, rellena con la piparra y la anchoa, me encantó el sabor, pero me pareció muy pequeña.

-Cortezas de cerdo, demasiado secas.

-Nacho pop. No dejan de ser totopos con un guacamole con langostinos y otra salsa con cebolla encurtida. Normal.

-Ceviche de corvina. Sin pena ni gloria.

-Patatas massiel. Buenos trozos de patata correctamente fritos, con una buena salsa brava y una espuma creo que de alioli. Gustaron mucho, hubo que pedir una segunda ración.

-Chochinillo ibérico con salsa de tamarindo, muy rico, especialmente la salsa, pero otra vez un trocito minúsculo.

-Arroz de pato y gorgonzola. Sabrosísimo, uno de los platos de la noche

-Trufas de chocolate y café. Bien sin más.

-Espuma de crema catalana. Lo mismo, bien, pero no destaca.

-PannaCotta. No es la de la Piperna, ni la de Viridiana, pero gustó mucho. Muy rica.

En cuanto a la carta de vinos, un poco corta, pero me gustó la selección, encontré bastantes vinos que me apetecía elegir, finalmente nos decantamos por un hombre bala, que no falla nunca. Servicio del vino que se limita a preguntar si alguien lo quiere probar y a dejar la botella en la mesa, a buena temperatura, eso sí.

El local tiene también un bar de copas en la planta inferior, pero sorprendentemente la música no tiene nada que ver con la del restaurante, si no que se definiría más bien como “chunda-chunda”!

En resumen, si uno está por la zona y quiere compartir unos platos en grupo en plan informal y escuchar música de la época está bien. Si se quiere unos platos de mayor “vuelo”, mejor ir a la Malaje que está bastante cerca.

Al son de los grandes éxitos de la época, entre letreros y luminosos de los comercios más significativos de entonces y con una estética kirsch que roza lo almodovariano pero sin extravagancias (a cargo del equipo de El Espacio Creativo), la Movida madrileña vuelve a nosotros y no en forma de pub ni de discoteca sino de restaurante con el nuevísimo Las Chicas, Los Chicos y los Maniquís. Esta reciente apertura en el centro de Madrid – concretamente en el hotel Axel de la calle Atocha – significa el desembarco por todo lo alto del Grup Iglesias (con más de 30 años de historia en la restauración y los principales socios de los hermanos Adriá en su imperio en la Ciudad Condal) en la capital, un aterrizaje estudiado al milímetro en un espacio que mete en la coctelera las barras de los bares de toda la vida con los diner americanos y que además de una sala principal donde se encuentra esa barra en la que los cocineros terminan los platos fríos cuenta también con tres reservados con diferentes decoraciones.

El concepto está claramente muy logrado y cada detalle está cuidado al milímetro, desde las coloridas cartas que parece que surgen de la funda de un vinilo hasta excéntrica vajilla a cargo del maestro Piñero. De esta manera se rinde homenaje a esos folclóricos años 80 de Alaska y los Pegamoides, Radio Futura y Hombres G con una oferta gastronómica que va desde los clásicos del bar hasta alguna licencia extrajera y algunas adopciones de platos icono de algunos de los restaurantes del grupo en Barcelona. La cocina, con Pedro Gallego al mando, no es algo más del lugar sino uno de sus puntos fuertes con formatos generalmente pensados para compartir en una mesa informal y distendida con un ticket medio que ronda los 30€.

  • Esferificaciones de aceituna (1,6€)
  • Ensaladilla rusa con cangrejo y aguacate
  • Yemas de espárragos con trufa
  • Guacamole con langostinos y totopos caseros (11,50€)
  • Lata de navajas (maravillosas, 10,50€)
  • Croqueta de jamón con guiso de pollo, realmente ricas. 
  • Patatas bravas con all i oli ligero en espuma, muy recomendables. 
  • Bocadillo de calamares, encurtidos y mayonesa de kimchi, original, diferente y gustoso. 
  • Steak tartare con patata crujiente y parmesano
  • Rodaballo frito en adobo con mayonesa de lima (como el de Espai Kru, perfecto)
  • Arroz meloso de pato y gorgonzola con enoki y shimeji (17,50€, realmente rico)
  • Cochinillo ibérico con tamarindo
  • Piña impregnada en coco ron con lima
  • Panna cotta con miel, higos y pacanas, deliciosa. 
  • Trufas con baileys y café

Para leer todo y ver las fotos: http://cocinayrecetas.hola.com/blogclaramasterchef/20171001/las-chicas-los-chicos-y-los-maniquis/

Cena - agosto 2017
"Las Chicas, los Chicos y los Maniquís" es el nombre elegido para el primer restaurante en la capital de los hermanos Iglesias, cuyo grupo gestiona en la Ciudad Condal un emporio entre los que figuran algunos de los mejores restaurantes de Barcelona, como Tickets, Espai Kru ó Bodega 1900. Toda una garantía de calidad.
Han abierto sin hacer mucho ruido, para ir haciendo un rodaje suave antes de que vuelva la gente de vacaciones. Ubicado en el Hotel Axel Atocha, casi en Antón Martín, tiene una distribución complicada, pues aprovecha los locales de la planta baja, y está dividido en varias estancias separadas. El nombre rinde homenaje a los años 80, que es la temática de la decoración (y la música) del local. Barra larga con taburetes, mesas de formica y sofás de colores chillones. Parece una especie de Diner castizo creado para una película de Almodovar.
Propuesta de tapeo y platos para compartir, recetas reconocibles, pero actualizados con algún ingrediente exótico y una presentación de lo más original (con vajilla ad-hoc para cada plato). Todo muy apetecible.
Nosotros pedimos unas aceitunas esferificadas, un aperitivo un poco visto, ya pero no por ello dejan de estar buenas, y unas excelentes croquetas de jamón con hebras de pollo a baja temperatura por encima.
Continuamos con un guacamole casero con gambas y kimchi, con totopos caseros muy rico también.
Terminamos con rodaballo frito. Sobre la espina frita (que también se come) llegan los lomos adobados con un sutil rebozado que se puede mojar en una mahonesa de lima. Exquisito, muy similar al que ponen en Espai Kru.
Para acompañar, de una carta de vinos muy interesante, con referencias de muchas regiones, elegimos un tinto de Garnacha del Priorat Scala Dei, muy bueno.
Servicio simpático y muy atento, aunque ayudó que estamos en pleno ferragosto y estaba medio vacío. Muy bien de precio, pagamos poco más de 30 € por persona. Ya os digo que va a ser la sensación del Otoño en Madrid. Salimos deseando repetir, pues nos han quedado muchas cosas por probar. Ya estáis tardando en ir a conocerlo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar