Se encuentra en pleno Club Naútico y todo él es terraza. Se beneficia de ese entorno exterior y se está bien con toda la amplitud y el recreo que supone mirar las embarcaciones.
Su mayor reclamo son las brasas. Se atreven con los habituales arroces al precio de todo el mundo y con un buen número de entrantes, algunos de ellos con toque, a priori. Sin embargo, hay errores que te saben mal por falta, a mi juicio, de profesionalidad y que lógicamente repercuten de algún modo en la cocina y en el servicio. Es una pena porque toda esa carta merecería una mejor valoración. En definitiva, se le podría sacar mayor provecho.
En la dos visitas prácticamente seguidas, se podría decir que cenamos mejor que comimos, pero en ambas apreciamos detalles que llevan al juicio anterior.
En este caso, en el de la comida, decidimos repetir un par de entrantes como el calamar andaluza con alioli ligeramente ahumado y el pulpo a la brasa en aceite ahumado. El calamar básicamente estaba igual, tierno y con buena fritura, algo aceitosillo, pero el pulpo, con más cantidad de éste y cortadas más gruesas, y con un aceite de romero, a diferencia, que conforme ibas comiendo te iba sobrando. El tercer entrante antes del arroz fue una ensaladilla rusa que nada hacía augurar su vulgaridad tras la lectura. El arroz a banda se pidió para cinco y se hizo lo menos para ocho. Otra "pena" a sumar puesto que no estaba mal. El grano en su punto, con lo difícil que esto supone por el exceso de capa, y con generosidad en los tropezones de pescado. No pedimos postre.
En el apartado vino, mal, no puedo decir otra cosa. Escasas referencias y encima faltos de algunas de ellas. Copas de batalla, y no hay otras. Cayeron un par de botellas; Viña Mayor Verdejo y Nodus Rosé, ambas del 2015. Flojo uno, bueno el otro.
Pues eso, que si lo coge uno con idea que le de regularidad y mejor ejecución tira p'arriba. Así, se queda en el intento. Un pena.
Hola, Fer. Fue de hecho la primera opción de ese día, lo que pasa es que tenían los fuegos ya ocupados para los arroces y no queríamos, precisamente por lo que apuntas, cocina marroquí. Lo tengo muy, pero que muy presente.
Gracias
Vaya, pues no he querido leer antes de escribir porque ya sabes que no me gusta sugestionarme, pero veo que coincidimos bastante. Afortunadamente, mi pulpo estaba mejor que el tuyo y te perdiste el timbal y sosete tartar de atún que se dejaba comer.
Mi pulpo no es que estuviera mal, incluso digo que mejor la segunda vez, lo que pasa es que en ésta sobraba, a mi juicio, el aroma a romero.
La ensaladilla muy floja, no seas benévolo ¿Te suena?
Ensaladilla floja, de acuerdo. Afortunadamente mi pulpo no tenía ni pizca de romero, que por otro lado es una hierba que aborrezco.
Saludos
Dani
En algo en lo que todos los que frecuentan Canet coinciden es en eso, en la escasa y mala oferta.
Sip, pero te faltaron dos que te dije: Mar Blau y Pez Espada...
Sí. Por eso no te puede ni ver :-P
Del Pez Espada ni me enteré que me lo dijeras, pero el otro lo descarté por los entrantes. Iba con otra pareja, los respectivos menores (a los otros tírali milles...) y no los vi, salvo un par, que les pudieran cuadrar.
Me han dicho que también tienen cus cus de pescado. ¿O será eso que tu dices?
Es eso, es un tahine de pescado.
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