Restaurante Sergi Peris Gastronòmic en Valencia
Restaurante Sergi Peris Gastronòmic
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
No
Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes. Sólo servicio de cafetería.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
38 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.7
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
7.9
Opiniones de Sergi Peris Gastronòmic
OPINIONES
8

Nueva cocina en ese espacio de la moda y que no acaba de cuajar en la gastronomía. Tras la salida de Gadhus, la llegada de Sergi Peris en un importante salto de negocio desde el antiguo local perdido en las afueras de Valencia que hasta el tom tom se equivocaba, ha pasado a un espacio en el centro centro de la ciudad.

El local ha sufrido pocos cambios entre otras cosas porque su reforma anterior era más que reciente. Planteamientos similares de menús con precio competitivo hasta el punto de que solo se nos ofrecen menús más cortos o largos. A saber: Menu Sergi con dos entrantes y un principal y postre (19.50€); Menú Peris con tres entrantes, pescado, carne y postre (25€); Menú Gastronómico con cuatro entrantes, arroz, pescado y carne más prepostre y postre (50€). Nunca incluye bebidas ni extras.

La carta de comidas incluye muchas opciones de entrantes, 7 variedades de productos del mar y 5 carnes diferentes; en arroces unos 8-10 en variante meloso y seco y un par de fideuá; 5 postres completan la carta.
En la opción de menús, elige cocina la composición del mismo.

la carta de vinos es curiosa, puesta como una baraja sin mucho orden con la foto y muchos datos (precio incluido) del vino anunciado. Es estética pero algo mareante.

Y la cocina? Pues ha perdido creatividad buscando más la practicidad de la mayoría de clientes que se acercan al local y que con mucho son clientes de paso por las compras y menos los que ya conocían su cocina anterior.

Tres para comer y empezamos refrescando con agua con gas, coca-cola y manzanilla en rama Pastora bien servida.
Un buen aceite Lágrima y un pan correcto (2€ p.p.) que hay que dejar sobre la mesa sin mantel; puede estar bien lo de sin mantel (como el Noma,...) pero entonces tiene que haber plato para el pan para no dejarlo sobre la madera del anterior comensal.

Optamos por el menú intermedio y tomamos a elección de cocina:
Entrantes;
. bomba de patata con huevo, bacon, pimienta: nada estético y básico en sabores. No recomendable.
. aguacate salmon con foie y sal negra servido a modo de tartar pero con el pescado a dados: buena presencia, bien de sabor. Recomendable.
. calamar plancha con crujiente de arroz y cremoso de morcilla que intentó emular la tinta del calamar pero quedaba demasiado gris y poco estético aunque bien de sabor. División de sensaciones.
Principales: aquí pedimos 2 raciones de cada plato ofertado para probarlo entre todos
. carrillera de ternera con crema de calabaza: plato básico en su sabor y presencia. Cumple.
. bacalao con tomate muy dulce y aunque el bacalao estaba en buen punto de cocción se quedó tapado por el dulzor del tomate. Fallido
. arroz de pulpo y calamares; hecho en paella, bien de sabor, cocción, tropezones. Recomendable y posiblemente la opción de arroces apunta muy bien.
Postre:
. panna cotta con frutos rojos y galleta servido en vaso de cristal. Bien de sabor pero básico en la presentación.

Para beber un Optus Evolutium Gran Reserva Brut Nature de Alta Alella, servido sin dar a catar y sin estar suficientemente enfriado para la temperatura que hay en el exterior; el cava resultó potente y alto de carbónico resaltando sobre todo los amargos.
Unos chupitos por cortesía de un dulce tinto que no supimos porque llegó ya servido.

Ha sido un salto en el negocio que debe precisar de una adaptación al cliente de la zona para llenar mesas sobre todo a medio día, y que la parte más creativa se ha quedado más en los postres de fuera de menús y a la espera de la evolución del tipo de clientela.

Me presento por primera vez en este restaurante y desde luego ha tenido mucho que ver la nueva ubicación. Reconozco, por otra parte, que me da pereza hablar del entorno, sala y demás, por estar arquitectónicamente marcado por la galería y por haberse comentado ya en la andadura del Gadhus. Se genera por estructura una clara diferencia entre restaurante, dentro, y cafetería, fuera.

En el interior llama la atención el carro con los quesos en el centro. Habrá otra ocasión para hacer uso de él.

Tomé el menú Sergi, compuesto de aperitivo de cortesía, un par de entrantes, principal y postre por 19 €. La bebida lógicamente a parte. En el caso del principal, reseñar que si eliges el arroz te lo hacen individual.

La cocina es identificable y reconocible. Platos bien elaborados en los que se aprecia una buena mano pero lejos de "autoría", al menos en lo que a dicho menú se refiere.

Aperitivo:

- Vichyssoise. Templada por arriba, fría por abajo. No fue suficiente el toque del micro. De sabor demasiado suave para mi gusto, prefiero más arriba el puerro.

Entrantes:

- Ensaladilla rusa con salpicón y salsa de wasabi. Trozos de ésta pequeños, poca presencia del salpicón y una salsa que me ha dado ideas para casa. Resultado cremoso y gustoso.

- Ravioli de rabo de toro con cremoso de patata. Un único ravioli de gran tamaño servido en un plato cuyo fondo coincidía en tamaño con el ravioli pero que dejaba ninguna posibilidad de maniobra por esto y por su profundidad. Imposible cortarlo de una manera propia y por el tamaño tampoco era cuestión de metérselo entero en la boca. Llevaba el jugo del propio rabo por encima, por lo que sabor tenía mucho. La pasta al dente.

Principal:

- Merluza de pincho. Es el plato con el que disfruté realmente. Un buen trozo de una merluza fresca sobre un puré de calabaza y unas verduras de corte pequeño. Producto sin más.

Postre:

- Piña a baja temperatura con helado de vainilla y tierra de almendras . A priori, cero dificultad. La piña dulce como debe ser, en este caso confitada, y aunque no me suelen gustar las ya manidas tierras en el postre, en este caso, al ser de almendra, si la mezclabas con el helado de vainilla, conseguías tu particular crocanti.

La bebida constó de un par de copas de vino blanco canario Vidonia que tenían abierto del día anterior, cosa que se notó, pues estaba algo parco. Repetí segunda copa al ver las otras dos posibilidades y considerarlas sin tapujos, impropias. Sencillamente no tienen vino por copas y esto resta en parte a un restaurante que pretende estar en una línea. Buena copa, te lo sirven delante, hubo voluntad...

Tomé finalmente un té verde con menta a granel.

Cada mesa dispone de una botella de aceite de Viver de la variedad Serrana llamado Lágrima. El servicio del mismo junto al pan lo cobran por dos euros, aunque en mi caso deberían haberme cobrado más porque le metí mano y codo.

Toma de contacto positiva que me pone en antecedentes y con expectativa de que vaya a más mi sensación en futuras visitas.

Escasa variedad en vinos y espumosos.
Servicio correcto.
Entorno agradable.
Magníficos arroces que te hacen querer repetir.
Pelota de cocido excelente.
Magnificas croquetas.
Excelentes aceites y panes en mesa.

Cena del grupo de Cata Valéncia correspondiente al mes de noviembre.
El local es moderno, muy acorde con la zona y muy orientado a la terraza, estuvimos muy cómodos, pero la sensación es que ya se le queda pequeño a este jóven cocinero que nos deleito con platos muy interesantes. El vino lo aportamos nosotros y por tanto no puedo opinar sobre la carta.

El menú que degustamos fue el siguiente:

- Crema de cebolla con berenjena, cebollitas al
modena y bacalladilla a la llama.
- All y pebre de sardina ahumada y calabaza.
- Alcachofas con perlas de salazones
- Corvina con mollejas de ternera e infusión de queso.
- Carrillera con cremoso de celeri
- Higos asados con miel y vainilla

La crema de cebolla vino muy bien para empezar, plato interesante cargado de matices y que me ayudó a descubrir lo rico que estaba el pan. Ahí empezó el problema, todos los platos estaban para mojar, y sobre todo el all i pebre de sardina ahumada con calabaza, interesante combinación, contrastes y como digo, el fondo para mojar mucho pan. Muy ricas las alcachofas y un gran plato, la corvina, que creo encantó a todo el mundo, de nuevo la infusión de queso pedía pan y encima éste estaba exquisito... No soy muy de carne pero hacía tiempo que no disfrutaba una carrillera tan tierna, también bien acompañada con un buen cremoso.
El postre muy buen colofón antes de un excelente café y la tradicional tertulia para hablar de los vinos catados.
Conozco a Sergi desde hace mucho y sabía de sus andanzas pero no había podido disfrutar sus platos, salí muy satisfecho y con la idea clara de volver pronto y de que en esos fogones hay mucho futuro.
Servicio atento, familiar, profesional e insisto, muy buen pan y café, que también son importantes. El precio no incluye vino

Un lugar alejado del paso de gente y que tiene una carta con buena cantidad de entrantes y algunos más fuera de carta, ensaladas; para segundos unos pocos arroces, unas carnes y pescados y 6 postres.
Hay opciones de menús, entre ellos el gastronómico con 3 entrantes, pescado, carne y postre por 25€.
Carta de vinos con más que suficientes en número y en general de corte moderno.
Local pequeño, pocas mesas cuando la terraza no puede usarse. Servicio en sala muy correcto aunque dada la naturaleza de la cocina sería interesante una mayor información y profundizar en el plato y su elaboración. El buen paño, dentro del baúl, no se vende.

Comida para 4 con ganas de conocer esta buena referencia de un amigo. Optamos por platos sin menú y con entrantes en su mayoría de fuera. Iniciamos con un fino La Guita y 3 cervezas para empezar; un buen pan recien horneado.

Entrantes que se agradeció servicio individualizado para aquellos que lo necesitaran:
. ceviche de langostino con mango y aguacate. El caldo muy potente de lima, si bien en el plato y en el langostino las sensaciones ácidas eran muy equilibradas.
. cangrejo tempurizado con salsa romescu. Son esos cangrejos blandos sin caparazón, hechos en témpura; una buena salsa pero la témpura está en un buen punto y no necesita de salsas.
. sashimi de toro (atún) con algas de wakami y salsa de soja. Sin casi salsa, queda un plato de alta calidad.
. cocochas estofadas guisadas con garbanzos: a falta de los garbanzos (malentendido de la comanda), un buen guiso con mucha presencia de clavo, con alguna gambita demasiado cocida, muy buena cococha. Un mar y montaña bueno.

Principales:
. cochinillo lechal con crema de peras y orejones. Buen cochinillo, piel poco crujiente, buen sabor, unos minutos menos de horno (quizás con la pierna hubiera sido perfecto). Fueron 3 raciones.
. lomo alto curado con pimientos de piquillo caramelizados: medio kg de buena carne, en buen punto y buenos pimientos.

Postres: hay 6 en la carta y aunque no somos de dulces, los atrayentes nombres y pensar que podían ser trampantojos, nos animaron. Vamos al pleno:
. cookie con vainilla: buena galleta
. falso melocotón: trampantojo de melocotón, bien presentado y sabroso
. torrija de horchata: correcta y bien de sabor
. "l´ou de corral". Un buen trampantojo al estilo de Diego Guerrero en el club Allard aunque lejos de la perfección técnica, pero manteniendo una buena presentación y emplatado
. ferrero XXL: una buena "bola de bilar" de chocolate y puesto como yn bomb+on Ferrero
. planta de café: una maceta comestible, con postre de café simulando la tierra de la maceta y sobre ello una flor de "banderita" que es lo único no comestible
Aceptaron nuestro órdago y no solo sacaron los 6, sino que añadieron 2 más, que no cobraron:
. fuet de chocolate acompañado de tostaditas de pan
. a modo de plato con una tapadera semiesférica como la que se usa de tapa de cristal sobre plato. La tapa resultó ser chocolate blanco y dentro helado.

De vinos:
. Lías A Coroa 2014, fermentado sobre lías, un buen godello de Valdeorras
. AN/2 del 2013, un buen tinto de uvas mallorquinas, con buen punto de fruta y suficiente personalidad
. Blanc de Neus 2014 un buen dulce de bodegras Privat de agricultura ecológica.

Algunas aguas y buenos cafés. Un poco de charla que nos comenta sus orígenes cocineros nos hace ver que aquí hay presente y mucho futuro.

Una muy grata sorpresa para Valencia.

Comida con un amigo. Local muy agradable. Grandes ventanales, no hay olores de cocina y ambiente moderno/actual. Muy poco ruido de fondo en la sala.

Pedimos un pulpo con setas, estaba espectacular de sabor y de textura. Una tosta de sardina ahumada que era sublime.
Una ensalda de semi mojama con embutidos de pato. Plato que denota la calidad del chef.

De principal una langosta impresionante de cocción y de salsa.

Y de remate un par de postres de amplia calidad, unos trampantojos gastronómicos que son difíciles de ver en Valencia. Un melocotón cuyo trabajo para mimetizar la piel son de admirar un un "ou de corral" que hay que probar.

Vino: un doce lunas, difícil de encontrar en restaurantes de Valencia y que denota el gusto de dueño del local por los buenos vinos.

Resumen: sitio muy recomendable, tienen un menú muy bien de precio, nosotros nos fuimos de precio por la langosta pero era un precio muy ajustado.

Lo recomiendo.

Sorprende encontrar lugares así hoy en día.

La presentación adecuada y es de agradecer la localización, en Alameda 54.

Pedimos el menú gastronòmic, como entrantes carpaccio de calabación con vinagreta de piñones y queso bufala. Plato refrescante diferente y muy sabroso.

El otro entrante era pulpo con trompetillas de la muerte, temperatura perfecta cocción del pulpo en su punto, trompetillas frescas y de temporada.

Como plato principal pedí lomo black angus, lo comí poco hecho con guarnición crema de pera asada y patata a la sal. Con buen producto y

El bacalao no lo pedí personalmente pero sí lo probé, con una crema de tomate y pasas espectacular y punto de cocción perfecto.

Vino pedimos un Rolland Galarreta, Ribera del Duero espectacular, servido a su temperatura. Un gran vino que me encanta y se encuentra en pocos locales de valencia. Es de agradecer poderlo disfrutar aquí cerca acompañado de una buena cena.

Si te gusta comer bien, Hay pocos sitios hoy en día que puedan competir en Calidad precio a este nuevo Restaurante.

Salió el chef a preguntar si todo habia estado correcto.

Mi más sincera enhorabuena, lo recomiendo.

Sábado por la noche , mesa para 2 personas , elegimos el menú degustación , no sorprendió ver que no tenían vino rosado , de todas formas no pensábamos pedirlo, así que tomamos tinto D.O Empordá , de uva garnacha , la temperatura y copas correctas.
El menú está claramente marcado por los productos del mar , y eso es de agradecer en Valencia. Ningún plato nos resultó espectacular , pero todo el producto era fresco y bien cocinado. El único plato de carne que está en el menú sería preferible que lo cambiaran lo antes posible, no aporta nada.
Uno de los defectos fue la temperatura de algunos platos que salieron prácticamente fríos, una pena porque el sabor era estupendo.
El postre , mas de lo mismo , la típica torrija de horchata con helado de café. En cuanto al decorado , nada que decir , restaurante frío, con demasiada luz en mi opinión. El servicio correcto , aunque echamos en falta la pasión necesaria para saber explicar la composición de cada plato.
Esto lo escribo aquí porque nadie se acercó a la mesa a preguntarnos que nos había parecido la cena.

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