Cena del grupo de Cata Valéncia correspondiente al mes de noviembre.
El local es moderno, muy acorde con la zona y muy orientado a la terraza, estuvimos muy cómodos, pero la sensación es que ya se le queda pequeño a este jóven cocinero que nos deleito con platos muy interesantes. El vino lo aportamos nosotros y por tanto no puedo opinar sobre la carta.
El menú que degustamos fue el siguiente:
- Crema de cebolla con berenjena, cebollitas al
modena y bacalladilla a la llama.
- All y pebre de sardina ahumada y calabaza.
- Alcachofas con perlas de salazones
- Corvina con mollejas de ternera e infusión de queso.
- Carrillera con cremoso de celeri
- Higos asados con miel y vainilla
La crema de cebolla vino muy bien para empezar, plato interesante cargado de matices y que me ayudó a descubrir lo rico que estaba el pan. Ahí empezó el problema, todos los platos estaban para mojar, y sobre todo el all i pebre de sardina ahumada con calabaza, interesante combinación, contrastes y como digo, el fondo para mojar mucho pan. Muy ricas las alcachofas y un gran plato, la corvina, que creo encantó a todo el mundo, de nuevo la infusión de queso pedía pan y encima éste estaba exquisito... No soy muy de carne pero hacía tiempo que no disfrutaba una carrillera tan tierna, también bien acompañada con un buen cremoso.
El postre muy buen colofón antes de un excelente café y la tradicional tertulia para hablar de los vinos catados.
Conozco a Sergi desde hace mucho y sabía de sus andanzas pero no había podido disfrutar sus platos, salí muy satisfecho y con la idea clara de volver pronto y de que en esos fogones hay mucho futuro.
Servicio atento, familiar, profesional e insisto, muy buen pan y café, que también son importantes. El precio no incluye vino