Ávidos de carne nos hallábamos el grupete felino de la añada del 72 que nos juntamos ocasionalmente. Pues nada... a explorar este local de nuevo cuño del que había leído algo interesante en Verema.

La sala es amplia y los tonos claros que prevalecen en la estancia la hacen aún más. Decoración muy a la última, con bastante madera en tonos claros, decapados y accesorios decorativos que aportan ligereza a la atmósfera además de algún toque rústico como el de una pared de ladrillo desnudo también pintada de blanco.

Lógicamente la carta está dominada por diferentes carnes. El jefe de sala realiza una pormenorizada exposición acerca del proceso que sigue el animal desde que es escogido hasta que es presentado en la mesa, con su periodo en salas de maduración en seco de por medio, así como su ejecución final con el tan de moda josper. Al tema:

Un aperitivo de cortesía a base de una crema de pimiento rojo con relleno de morcilla que siempre supone una buena toma de contacto.

Nuestras Verduras a la Brasa. Conjunto compuesto por:

Espárragos con Romero.
Caviar de Berenjena.
Involtini de Cebolleta Fresca con Panceta.
Alcachofas con Aliño de la Casa.
Tomate Maduro, Ajo a la Brasa con Tostas de Pan.

En líneas generales todo correcto. A destacar el toque ahumado de la berenjena y los corazones de cebolleta empancetados. Cumplieron, en definitiva, el papel de teloneras que tenían asignado.

Lomo Alto de Vaca Rubia Gallega con Hueso (1.6Kg). La triunfadora de la noche por textura, fondo y ejecución. A 60 €/Kg con 30 días de maduración. Alegría.

Lomo Alto Veteado de Vaca Alistana Sanabresa (1.36Kg). Las altas expectativas depositadas por su mayor tiempo de maduración se vinieron abajo rápidamente pues los cuatro comensales la encontramos bastante plana en cuanto a potencia sápida y así lo hicimos saber. Además, no le favoreció en absoluto venir detrás de la rubia gallega tan gustosa. A 65 €/Kg con 45 días de maduración. Pinchazo.

Las carnes se acompañaron de un bol con lechuga aliñada y otro de patatas con pimientos de Padrón.

En vez de postre nos decantamos por acabar con un poco de queso. Una ración de Queso Manchego El Pesebre (14 €). Curadito de leche cruda de oveja equilibrado con un leve puntito picantón agradable.

Bebimos Predicador 2012 D.O.Ca Rioja (32 €) y Contino Reserva 2008 D.O.Ca Rioja (35 €). Correcto servicio aunque el segundo no fue dado a probar. Acompañamos el queso con una botella de 0.5 l de Château Lafon 1996 (20 €), el único dulce que nos dijeron tener y que no me aportó nada en absoluto. También, además del vino, tomamos tres botellas de agua pequeñas (2.5 € c/u)

Dos cafes, un poleo y un carajillo (2.75 €) cerraron la cena.

La sensación final con la que nos quedamos es que se nos escapó la atractiva presa que habíamos avistado. No obstante, ello resulta el acicate necesario para continuar nuestras batidas en su búsqueda. No nos venimos abajo con facilidad.

Circunstancias hicieron que repitieramos lugar al siguiente día y a pesar de que habiamos advertido de mejorar mucho pero que mucho la carta de vinos y pronto, no había cambios. Afortunadamente tampoco los había en la calidad de las carnes. Elegimos Predicador 2012 (32€).

Un aperitivo de la casa de entrante junto con unas cervezas (para mí, Inedir), mientras vemos de nuevo la carta y repasamos las opciones de carnes con maduraciones desde 15 días hasta 60 meses.

Los entrantes:
. Burrata fresca con variedad de tomates cherry y kumato: buena pieza, fresca, perfecta de consistencia.
. anchoas; una por persona, tamaño correcto y bien de sabor aunque acompañadas de bolitas de burrata (¿?).
Buen pan y aceite Olei Quiros y finca la moncloa muy bien de amargos; también las conocidas sales

La carne:
. lomo alto con hueso, con 60 dias de maduración Sayahuesa (a 80€ el kilo). Pieza según referencia de 1.6 kgrs, perfecta de sabor, buen punto de brasa, llegada caliente a la mesa en compañía de muy buenas patatas fritas y pimientos y ensalada.
. hamburguesa de ternera picada hecha al gusto. Se ofrecen numerosas salsa en unas cajas poco estéticas pero que resultaron sabrosas especialmente la de mostaza. La carne bien elaborada y buen punto de brasas.

De postres:
. pudding de plátano y chocolate con caramelo de mantequilla salada: buena combinación y resultado
. churros con tres muestras de chocolate caliente, estofado de frutos rojos y otro con crema inglesa: muy bien
. helado artesano con sus toppings de nocilla (descartada: correctos otras opciones: oreo, brulée y leche merengada)
Se acompaña de una mistela Mig Segle. Los cafés finales buenos.

Esta vez el servicio mucho mejor, la falta de sorpresa en la carta de vinos y mayor rapidez en el servicio, llevó a mejores sensaciones globales.

Antiguo asador Rioja con redocoración agradable, exposición de cervezas sobre la barra de la entrada con buenas y variadas opciones. Interesante mesa redonda para los seis, al final del comedor pero que a veces llegan los humos de las brasas, motivo principal de acudir allí. Sobre el mostrador muestras de las carnes, enormes chuletones, que son la base del local.

Carta de vinos clásica y variada... si se respaldara por vinos existentes. Después de acertar tres ausencias, acabó confesando que solo tenía unas pocas existencias tuvimos que ir eligiendo sobre la marcha. Lástima porque un mapa de la vaca por piezas con una supuesta correspondencia con vinos para maridar según la zona de carne elegida. Curioso.
Al final elegimos Mauro 2012 y seguimos con Contino Reserva 2008, pese a todo con buenas copas, temperatura y servicio. Agua de Monte Pinos x 4. Pan tostado ajo y tomate.

Servicio muy voluntarioso pero con pocas horas de vuelo porque hay que pedir platos para los entrantes compartidos; no se llevan los platos que se acumulan en la mesa; al traer los cafés se quedan en el centro de la mesa porque no se han retirado platos.... Por oto lado con muchas ganas de agradar, de trabajar, de solucionar... Tiempo al tiempo. Buena explicación y presentación de las carnes que tiene un importante marketing pero la realidad es que al estar las dos carnes en la mesa unas veces te digan que una es tal y la otra cual y luego al revés. ¿?. Los platos traidos calientes estaban ya fríos al llegar la carne.

Carta de comidas con entrantes a elegir, que fueron:
. verduras de la huerta: caviar de berenjena; involtini de cebolleta fresca con panceta; alcachofas con aliño de casa; tomate maduro y ajo a la brasa con tostas de pan; espárragos con romero.
. salteado de setas de temporada con huevo poché a baja temperatura. En realidad el huevo era un huevo a media cocción; las setas muy bien de punto; lengua de vaca, trompetas de los muertos y angula del monte.
Carnes:
. rubia gallega con 30 meses de curación, pieza de 1250 grs: buena, curada, muy bien de punto, pero me sigue pareciendo una carne falta de punch.
. sanabresa con 45 meses de curación de 1375 grs de peso: muy sabrosa, muy bien de punto, jugosa, se quedó fría al servir las dos a la vez y empezar por la otra.
Se acompañan de lechuga y cebolla cruda muy sencillo pero perfecta compañía. Opciones de sal marina virgen y otra con punto picante.

De postres y para compartir:
. carpaccio de piña con cointreau y helado de crême brulée: agradable.
. tradicional cheesecake de New York con reducción de frutos rojos: bien lograda
. moelleux de chocolate 70% cacao con helado de leche merengada: al mezclarlos consigue un conjunto poco vistoso pero sabroso.
Lo acompañamos con un Don PX 2010. Terminamos con unos cafés buenos.

La carne tiene una finalización en horno foster que mantiene sabor y cierta presencia de toques ahumados interesantes. El precio de las carnes en carta es alto aunque son buenas carnes.

Para todos aquellos que se precien en ser amantes de la carne. Restaurante amplio, cómodo, sin humos ni olores sólo el fantástico aroma que desprende la carne a la brasa. Mª José y Juan Carlos te instruyen en los tipos de carne y sus diferentes maduraciones. Entrantes a base de verduras al horno y productos de temporada donde ensalzan el valor del producto de la huerta valenciana. Pan a la brasa y escalibada como detalle de la casa. Optamos por solomillo de vaca de 15 días de maduración. Producto excelente y un disfrute para el paladar. Ha sido como cortar mantequilla. Viene acompañado de unas crujientes y buenísimas patatas fritas. No llegamos al postre aunque Juan Carlos nos obsequió con un pequeño trozo de tarta de queso que no tiene comparación con las que hayáis probado hasta el momento. Hay un antes y un después. El resto de postres también invitan a volver en otra ocasión.
Espero que tengan muchísimo éxito. En la medida de lo posible yo trataré de potenciarlo.

EL sitio esta genial, amplio y bien decorado, hay hasta un reservado para cenas más íntimas. No hay olor a humo ni nada parecido. La sala esta atendida estupendamente, gente profesional que sabe lo que hace y lo que vende tanto en carnes como en vinos. El menú esta basado en carne pero creo que hay opciones por si alguien del grupo no es carnívoro. Entrantes a base de verduras a la brasa y tradicionales. Luego diferentes cortes de carne con varios tipos de maduración, si no entiendes mucho te aconsejaran muy bien. Buenos postres y precios ajustados. Parking concertado una hora. Para repetir.