fue una comida correcta , rcp bueno.

Fuimos a comer 3 personas el 12 de octubre. Escogimos mesa dentro aunque estaba el aire acondicionado algo alto porque fuera el tránsito es demasiado elevado si quieres estar tranquilo. Pedimos el pulpo (bastante bueno), unas cocas con queso de cabra (aceptable) y arroz a banda (12€ ración). Los entrantes no estaban mal, pero el arroz decepcionante: demasiado aceite, el caldo no llevaba marisco y demasiado arroz en la paella y unos tropezones (calamar y algunas clochinas) sin demasiado sentido. No me convenció en absoluto. El vino de la escasa carta, un miracle sin atemperar y sin servicio.
Reitero, como el comentario anterior que el servicio de camarero es algo inexplicable.
No tomamos postre (82 €).

Sábado mes de julio. A pesar del calor, en la terracita se está bien. Pedimos una ensalada de tomate raff con ventresca de atún (8,5€) y el arroz a banda con verduras (12€ ración). La ensalada es un tomate que no es raff, aunque sí lleva ventresca. Un plato en el que lo que importa es la materia prima y falla el 50%. Nos sirven el arroz, lo probamos y se puede comer, pero nos dejamos la mitad. El caldo utilizado seguramente de tetrabrik, el sofrito dudamos que haya, sabor del arroz cero. Oigo decir a un camarero en otra mesa que el cocinero es inglés y, prejuicios aparte, opinamos que no ha aprendido a hacer arroces. El vino servido en vasos de zurito, el blanco de la casa es francés (!), sin comentarios. El sitio agradable, aunque si vas buscando la tranquilidad encontrarás que eres amenizado por múltiples músicos callejeros a volúmenes a veces insoportables. En el apartado servicio ves que hay seis o siete personas pululando pero que te cuesta atraer su atención cuando necesitas algo.

Visita entre semana a comer 2 pax. En principio se observa servicio no profesional. Carta escueta basada en arroces. Nos decantamos por un arroz meloso. De verdad..... para tomar un buen arroz hay mejores opciones (y muchas). El arroz no había olido el sofrito de las verduras y la carne ni en pintura. Se nota en el sabor, insípido, de todo el conjunto (mi opinión es que estos arroces no pueden tener una cocción de 10-15 minutos, que es lo que tardó el arroz en ser servido, sin estar hechos a base de añadir un fondo previamente elaborado). Carne cruda en su interior y verduras (mejor dicho, verdura en singular) con sabor a hervidas. Vino tinto excesivamente frío (se nota almacenamiento en nevera) y cristalería no adecuada. Deberían los propietarios analizar los puntos flacos ,que tiene todo negocio, para mejorar.Un entrante, arroz 2 pax, cerveza, agua y vino tinto, todo por 50 eur 2 pax. Francamente mejorable.

Lisa_, soy Valenciano de pura cepa y estoy completamente de acuerdo contigo. Me lo habían recoemndado muchissssssimo hasta que fui con unos amigos y creo que ha sido una de los peores arroces a banda que he comido nunca. No creo que vuelva.

Bueno pues en vista de todos los comentarios que he leido, no me voy a quedar yo sin dar mi opinion. Hace un par de meses que tuve la ocasion de ir a este local y a pesar de llevar ortodoncia hacia poquito tiempo (los que sepais del tema sabreis que de comer, poco), cene no bien, sino de pm. Pedimos alguna que otra tapa, los nombres no lo se pq llegue tarde, pero todo muy bueno, y por ultimo un arroz negro del que no sobro NADA!! La verdad es que no se si todos los que habeis ido habeis tenido mala suerte o que, pq yo si lo recomiendo!! Esta noche voy a volver a repetir para ver si me pasa lo que a vosotros o otra vez vuelvo a cenar muy bien por un precio que valga la redundancia, tambien esta muy bien!! Si que es verdad que el local es pequeño y la carta de vinos excasa, pero por lo demas ya os digo que lo recomiendo!!

El pasado día 8 de julio, estuvimos celebrando comida de despedida de trabajo para disfrutar de unas felices vacances con los compañeros de trabajo. Para ello reservamos mesa en un céntrico Restaurante Valenciano situado en la Ciutat Vella de València, llamado "El Rall". Tras habernos puesto bastantes inconvenientes en la reserva y elección del menú, tuvimos que salir corriendo ya que se nos dijo que a las 15’15 horas el cocinero terminaba su jornada y por lo tanto si no estabamos a la hora no nos servirían la comida, bueno perdón, sí la servirían estuviesemos o no.
A la llegada, el camarero creo llamado Miguel nos miró un poco mal, no sabemos si fué por que el pensaría que no teniamos reserva o por que según él era demasiado tarde.
Una vez sentados a la mesa, nos sirvieron relativamente bien, pero una objeción, ya no les quedaba cerveza sin alcohol, los entrantes eran pequeños y como plato fuerte, nos esperaban paella de marisco y arroz a banda. Digo o decimos fuerte, porque el arroz era incomible, estaba super picante, no sabemos si fué hecho a conciencia o que en realidad el cocinero se equivocó de pimentón y en vez de ser dulce era picante.
Insistimos que lo probase el camarero que nos sirvió la mesa, pero se negó diciendo que a él el marisco le sentaba mal.
Los platos para servir el arroz eran muy pequeños y el postre nada apetitoso, a parte de compartir entre tres compañeros y servirnoslos sin cuchara ni plato base.

Yo soy extranjera pero llevo 10 años viviendo en Valencia y creo que se lo que es comer una buena paella. Hace dos semanas vinieron mi familia a visitarme y me preguntaron donde podrian comer una buena paella. me habian hablado del Rall asi que nos fuimos alli. NUNCA MAS. Nos sacaron una paella con la cabeza del pollo en medio de la paella. Cuando se lo comenté a la camarera, ella quito la cabeza y esta. Ni disculpas ni nada. Luego la paella misma estaba sin sabor y con las verduras crudas. Tampoco nos pidieron disculpas. Y como se puede ver la cocina, tambien se ve muy bien que los cocineros estan fumando en la cocina.Nunca mas!

Coincido en que el restaurante es coqueto, pequeño, pero coqueto (8 mesas dentro, más otras tantas fuera en la terraza). Servicio normal, copas de batalla y de vinos nada destacable, el armario conservador estaba a medias. Aún así, recomendable para cenas informales y en un entorno agradable. Yo pasé de arroces y tomamos unas tapas para cenar. Comida abundante y bien hecha. Relación precio-calidad muy buena (de tapeo por unos 22 euros con vino y postre). Interesante. Repetiré.

Local ubicado en el corazón del barrio del Carmen a cuyo interior jamás he entrado. Siempre he podido disfrutar de una de las terrazas con más encanto de Valencia.
Por mi parte, nunca he tenido una mala experiencia.
Cocina mediterráneo sin grandes elaboraciones en la que destacan los arroces, sobre todo el meloso de verduras, algún entrante curioso y poco más. Sencillo, cuidado, bien hecho, sin pretensiones y aun precio casi irrisorio, comparado con otros locales de este estilo.
Para beber, cava fresquito y no nos complicamos (Agustí Torelló, si puede ser).
Otro de esos locales de desintoxicación megagastronómica e hiperelaborado.