Nueva visita a este local un viernes al mediodía.

Disponen de un menú a 20 euros y otro más “de tipo degustación” a un precio superior.
Optamos por el menú de 20 €.

En un principio aperitivo de la casa como unos boletus edulis sobre una base de crema elaborada con maíz.

El menú propiamente dicho constaba de: pastel de morcilla, bacalao y carrilleras. De postre una elaboración muy conseguida de crema mouse de queso.

Como ya definí el entorno, evidentemente sigue siendo el mismo y lo comido a un muy buen nivel y con un servicio de sala muy amable, con un buen ritmo y sabiendo estar.

Íbamos acompañada de dos niños de 4 y 7 años, que pedimos un menú infantil que constaba de: paleta de ibérico, croquetas y rabas. Productos de toda la vida y con un nivel de “los de antes. El precio inmejorable, pues era de 8 euros.

De beber un Coto de Hayas garnachas centenarias del año 2010, a 19 euros. Copas de muy buen nivel.

Cafés en la zona exterior tras una agradable charla con el responsable de la cocina.

Local a tener en cuenta, con una cocina donde se cuida el sabor básico de los productos y no se descuida ni el servicio ni la presentación. ¡Ah¡ y el precios son más que considerados.

¿Qué más se puede pedir?

Siempre buscando vivir nuevas experiencias en la mesa, me decante por este restaurante sabiendo que iba a caballo ganador.
Antes de visitar un sitio procuro recabar información, pero me cuido siempre de ver de quien o de donde lo hago. Me preocupe de ver quien era Jose Rabago y su trayectoria en los fogones.
La experiencia no me ha defraudado sino todo lo contrario, una cocina en la cual predomina, la mezcla perfecta de sabores en todos los platos que he probado.
* Crema de calabaza con anchoa aperitivo bienvenida, no soy mucho de cremas pero la probé y me gusto, interesante conjunción.
* Carpaccio de pulpo con panceta y manzana verde buena mezcla asimismo de sabores, sin mitigar en ningun momento el sabor del pulpo, preparado perfectamente sin estar chicloso.
* Pastel de morcilla, escama de patata, pimiento piquillo, ademas pinceladas de una especie crema manzana y morcilla crujiente.
Sabor intenso a morcilla que maridaba de forma perfecta con la manzana y mecho mas con el crujiente de morcilla.
* Mollejas de cordero, cebolla asada y yogur de salvia. Me encantan las mollejas, pero como todos los platos degustados tienen el toque especial que en este caso le da sobre todo el yogur de salvia.
* Paletilla de cordero asada con patata panadera, este plato no lo probé si mi acompañante que le dio un 10.
Tan solo me basto con ver ese exterior meloso que solo lo da un buen trabajo de cocina.
*Presa Ibérica con crema de membrillo y chalota, simplemente diferente y
exquisito, mezcla otra vez de dulces salados perfectamente equilibrada a mi criterio.
* Helado de turrón, crema de maracuya y almendra crujiente, un perfecto final para una excelente comida fresco y cojonudo, en este caso mi acompañante opto por repetir, creo que con eso queda claro la opinion del mismo.
* En el apartado de vinos, ya lo explico perfectamente Gabriel, en este caso me decante por un Coto de Hayas de Campo de Borja.
Es lo unico que he encontrado flojito y mas mi caso en el cual la versatilidad no existe, teniendo una acotación muy poco amplia en el tipo de vino que me gusta.
Cafes copa, etcc.....
Resumiendo un sitio a visitar el cual recomendare, mientras no sufra CAMBIOS sin temor a equivocarme.
Otro establecimiento mas en Cantabria en el cual brilla el trabajo de un profesional.
Bueno como en otras ocasiones las puntuaciones buscan las efectuo de manera que la media sea la puntuacion que realmente quiero dar.

El local se ubica en la localidad de Mogro, zona centro y costera de Cantabria, en una casona de piedra típica cántabra, con una zona exterior que dispone de unas mesas y una zona interior amplia con paredes de piedra, unas 10 mesas bien vestidas, con mantelería blanca. Se completa el local con una Posada Rural en el piso superior. Fácil aparcamiento y hay que reseñar que un poquito difícil de localizar, pues se encuentra en pleno campo, aunque junto a otras construcciones.

Acudimos tres comensales, tras ver que este local desde hace unos meses, le han tomado las riendas nuevos profesionales que en redes sociales se están moviendo y del que en boca oreja nos ha dado buenas referencias.

Tras tomar unas cervezas en la zona exterior, en su comedor disfrutamos de:
- Un aperitivo de la casa, con crema de queso, algo de salmón y algún detalle más que no recuerdo, pero que nos agradó.

A compartir:
- Mollejas de lechazo, cebolla asada y yogourt de salvia: imaginativo, con muy buen trato a las mollejas y con una cebolla muy lograda.
- Carpaccio de pulpo, panceta y manzana verde: buena presentación, logrando una buena conjunción de sabores entre los tres componentes, pero sin embargo algo gomoso el pulpo.

De platos:
- Lomo de bacalao con tomatitos asados y espinacas: el bacalao sabia a lo que tenía que saber, lo cual es mucho decir y muy poco frecuente de encontrar, al menos por esta zona.
- Manitas de cordero, deshuesadas, y que estaban buenas o quizás mejor.
- Arroz meloso de rabo de toro, que ha sido de los mejores que he comido últimamente, meloso sin resultar empalagoso y con el sabor a la gelatina del rabo en su justo punto.

Postres:
- Un zumo de naranja; que no tiene comentarios evidentemente.
- Cremoso de chocolate con tierras de avellanas y maíz: que cumplió, una buena presentación.
- Y un Trampantojo, que simulaba una hamburguesa y era una base de piña que simulaba de la patata de base y encima lo que simulaba la carne (que no recuerdo que era, ahora), presentado en una cajita de cartón, tal como las hamburguesas: la presentación excelente, luego el contenido no levanto exclamaciones de alabanza.

La comida se cerró con tres cafés, de nuevo en la terraza exterior.

En cuanto a los vinos, tiene una carta con una cuantas cosas, no muchas de cada DO, con predominio de las DO clásicas, pero con unos buenos precios: tomamos un Camins del Priorat del año 2011, a 23.50 euros más el IVA. Buenas copas de vinos que cambiaron si ser solicitado. Y en cuanto al servicio del mismo descorchar y dar a probar.

Todo lo mencionado, más agua, ascendió a un precio de 33 euros por comensal, que me parece un muy buen precio, sobre todo si lo comparo, con mi último comentario de restaurante que fue de 35 y parecerse quieren, los vinos, la comida , el entorno etc.… (https://www.verema.com/restaurantes/108126-corte-carrion-condes#ficha).

Comentario:

Lugar con un buen entorno, bien vestidas las mesas, una cocina de buen nivel en el que sobresalen las presentaciones y una carta de vinos con un buen precio. A destacar el arroz de rabo de toro y las mollejas.

Tengo la idea de volver en un corto plazo.