Buen lugar

El local se ubica en la localidad de Mogro, zona centro y costera de Cantabria, en una casona de piedra típica cántabra, con una zona exterior que dispone de unas mesas y una zona interior amplia con paredes de piedra, unas 10 mesas bien vestidas, con mantelería blanca. Se completa el local con una Posada Rural en el piso superior. Fácil aparcamiento y hay que reseñar que un poquito difícil de localizar, pues se encuentra en pleno campo, aunque junto a otras construcciones.

Acudimos tres comensales, tras ver que este local desde hace unos meses, le han tomado las riendas nuevos profesionales que en redes sociales se están moviendo y del que en boca oreja nos ha dado buenas referencias.

Tras tomar unas cervezas en la zona exterior, en su comedor disfrutamos de:
- Un aperitivo de la casa, con crema de queso, algo de salmón y algún detalle más que no recuerdo, pero que nos agradó.

A compartir:
- Mollejas de lechazo, cebolla asada y yogourt de salvia: imaginativo, con muy buen trato a las mollejas y con una cebolla muy lograda.
- Carpaccio de pulpo, panceta y manzana verde: buena presentación, logrando una buena conjunción de sabores entre los tres componentes, pero sin embargo algo gomoso el pulpo.

De platos:
- Lomo de bacalao con tomatitos asados y espinacas: el bacalao sabia a lo que tenía que saber, lo cual es mucho decir y muy poco frecuente de encontrar, al menos por esta zona.
- Manitas de cordero, deshuesadas, y que estaban buenas o quizás mejor.
- Arroz meloso de rabo de toro, que ha sido de los mejores que he comido últimamente, meloso sin resultar empalagoso y con el sabor a la gelatina del rabo en su justo punto.

Postres:
- Un zumo de naranja; que no tiene comentarios evidentemente.
- Cremoso de chocolate con tierras de avellanas y maíz: que cumplió, una buena presentación.
- Y un Trampantojo, que simulaba una hamburguesa y era una base de piña que simulaba de la patata de base y encima lo que simulaba la carne (que no recuerdo que era, ahora), presentado en una cajita de cartón, tal como las hamburguesas: la presentación excelente, luego el contenido no levanto exclamaciones de alabanza.

La comida se cerró con tres cafés, de nuevo en la terraza exterior.

En cuanto a los vinos, tiene una carta con una cuantas cosas, no muchas de cada DO, con predominio de las DO clásicas, pero con unos buenos precios: tomamos un Camins del Priorat del año 2011, a 23.50 euros más el IVA. Buenas copas de vinos que cambiaron si ser solicitado. Y en cuanto al servicio del mismo descorchar y dar a probar.

Todo lo mencionado, más agua, ascendió a un precio de 33 euros por comensal, que me parece un muy buen precio, sobre todo si lo comparo, con mi último comentario de restaurante que fue de 35 y parecerse quieren, los vinos, la comida , el entorno etc.… (https://www.verema.com/restaurantes/108126-corte-carrion-condes#ficha).

Comentario:

Lugar con un buen entorno, bien vestidas las mesas, una cocina de buen nivel en el que sobresalen las presentaciones y una carta de vinos con un buen precio. A destacar el arroz de rabo de toro y las mollejas.

Tengo la idea de volver en un corto plazo.