Fuimos entre semana, y con una oferta que habia a traves de una web, eligiendo el menu degustación medio. Con sinceridad fue muyu desigual, con platos acertados, pero con otros bastantes mediocres. Porque pagamos menos de lo normal, que si no la experiencia hubiese sido bastnate negativa

Para mi una imitacion vulgar de alta cocina. Quizas es que no este preparado para entender el concepto de este restaurante, pero para mi esta muy, muy lejos de lo que pretende hacer. Como digo vulgar imitacion de Ferran Adria. Y como imitacion a años luz del genio. Servicio amable y atento. Por lo demas , para mi (seguramente porque no estoy preparado para una altas cocina de autor) un restaurante muy simple.

Al hilo de los comentarios anteriores, estoy de acuerdo con que para disfrutar de este restaurante o bien posees una "alta cultura gastronómoca" (cita de GRAND) o bien tienes una predisposición favorable a la cocina de autor...o no te va a gustar.
Cocina de autor de lo más brillante.

Si alta cultura gastronomica es pagar 70€ de menu por 12€ de coste yo no la tengo. fui 3 veces la 1ª hace 12 años excelente la 2ª hace 10 mal y la 3ª hace 9 peor me parecio una tomadura de pelo sin mas
por cierto la 1ª vez que fui al bulli alla por el 97 reserve el mismo dia que cene y eramos 2 mesas en el restaurante un lujo a estas alturas "como pasa el tiempo" .

Restaurante de nuetros favoritos , para valorar la cocina de Joaquin Schmidt es necesaria una alta cultura gastronomica , si a su talento se le sumara un servicio de primera y unas buenas instalaciones podria ser uno de los lugares mas innovadores , por cierto a nosostros , nos lo recomendaron en El Bulli.

Sinceramente esperaba que me sorprendiera mas, aunque no puedo decir que no hubiese calidad en cada uno de sus platos. El servicio no flojo, flojisimo para un restaurante de su nombre y sobre todo del precio. La musica clasica de fondo que algun comentario señalaba brillo por su ausencia. El vino que nos recomendo excelente. Es un sitio que
depende de a quien ,no puedes recomendar pues quedaria decepcionado por las expectativas.

No estaría mal que dejase de utilizar kikos, pipas y algunos otros productos de mala calidad. Creo que Joaquín es demasiado voraz con el dinero de sus comensales, y a veces se le nota demasiado.
Esto es facilmente apreciable en su selección de vinos, pasa de los baratos y de regular calidad a los vinos carisimos y en su caso mal conservados.
La carta de vinos es mediocre, para el enorme margen que les pone.
Debe mejorar este aspecto.
Parece que este anquilosado en el pasado.
servicio del vino rutinario y aburrido.
mala carta de vinos.

Bueno,pues siento discrepar con comentarios anteriores,pero esta claro que tener personalidad ,en ocasiones,cuesta caro,nosotros comimos fenomenal,diferente,el lugar es muy acogedor,con encanto,la musica clasica,un buen punto,la decoracion ni bonita ni fea,muy personal,creo que es de los sitios que odias o ams y yo me apunto a lo primero,un gran gozo encontrar algo interesante,por cierto bebimos un casa de la ermita crianza de jumilla,muy rico.imagino que no es de la clase de tipos que le agraqden le echen flores gratuitamente,pero bueno me doy el lujo de darle mis felicitaciones por conseguir ir adelante haciendo lo que le da la gana.

La cocina de joaquin no te deja indiferente.Es cierto que los vinos se presentan desorbitados en el precio.Muy buena la atencion.JS un artista para mi gusto,es capaz de vender materia prima muy barata a millon.Necesitaria una variacion,siempre te encuentras lo mismo.El ambiente,decoracion,musica etc... estupendo.

Han pasado más de dos años desde mi primera visita a este restaurante y la verdad es que las cosas siguen, para bien y para mal, como el primer día.
El restaurante sigue siendo acogedor, buen servicio y buena música que permite un buen disfrute de la velada.
Respecto a la carta de vinos, escueta pero buena selección, aunque los precios son algo elevados.
Y en la cocina Joaquín sigue con ese dominio de las texturas y sus acertadas deconstrucciones, el único pero es la falta de rotación de la carta. Si un día este restaurante fue innovador en cuanto a técnicas y carta, hoy en día sería más acertado decir que no se han perdido las formas pero que el contenido sigue siendo el mismo, algo monótono.

Mi conclusión es clara, es un restaurante que se debe visitar y disfrutar de él, pero no demasiado amenudo, pues podemos acabar aborreciendo los platos.