En la parte alta de Tarragona, nosotros ya tenemos nuestros 4-5 restaurantes fijos, que visitamos cada vez que andamos por la ciudad, que es menos de lo que nos gustaría, pero el Viernes, entre que uno de los nuestros estaba cerrado y otro a tope, nos decidimos por probar Sirco Airlines.

No fue una apuesta a lo loco, yo ya había leído los comentarios en Verema, así que al pasar por la puerta, nos dijimos, vamos a dar una vuelta por el mundo.

Local con una decoración atractiva, dos platas,la de arriba con forma palco con vistas a la planta de abajo, decoración atractiva.

La carta apuesta por platos de diversas partes del mundo, algunos que no conocíamos, justo en el momento en que estábamos comentando que íbamos a necesitar ayuda, apareció el chef preguntándonos en que nos podía ayudar... después de estar discutiendo sobre lo que nos gustaba y apetecía, el chef nos recomendó cuatro platos para compartir.

- Sashimi de salmón, salmón salvaje de Alaska, acompañado de un poco de algas (buenísimas con su aliño), helado de aceite (no menos bueno) wasabi, soja... fue uno de los platos que mas nos gustó, el salmón carnoso y delicado, un placer para el paladar.

- Ensalada Peruana, lechuga, aguacate, patata hervida, para mi el mas flojo, no por nada, la ensalada es así y ya está, la próxima vez la obviaremos.

- Verduras con cítricos y una salsa espectacular!!!, llevaba frutos secos, verduras en su punto, al dente, crujientes, como debe ser, el otro plato estrella junto con el sashimi.

- Tabulé, con gambas, las cabezas había que exprimirlas por todo el tabulé (consejo del personal), así que en este caso el tabulé tenía un claro aroma a gamba, bueno en general, digamos que entre el sashimi-verduras y la ensalada peruana.

- El postre, también bajo recomendación del chef, fue una pizza dulce, tan divertida como buena, la pasta de la calzone, con base de chocolate blanco deshecho, algunas frutas, creo que mango y alguna mas, un par de bolas de helado y virutas de chocolate negro, sorprendente, muy bueno, buen colofón.
Cena fresca, muy veraniega.

La carta de vinos es amplia, con comentarios de los vinos, nos decantamos por un cava, el Llopart Integral (21,78€), buenas copas, buena temperatura, buen servicio, nos llenaron las copas durante la cena, no sin antes preguntar si lo deseábamos.

El servicio en general es muy bueno, amable, cercano, informal pero profesional, aconsejan, se preocupan porque todo vaya bien, sin agobiar, te sientes muy cómodo.

Hay que volver a probar mas cosas, nos lo pasamos muy bien.

Así que como en todo lo relacionado con el “comercio” mi hijo es de fiar, no hemos tardado demasiado en aparecer por aquí.

El nombre,“Sirco Airlines” asusta, los que hemos viajado en avión sabemos que las “airlines” y la gastronomía no suelen maridar demasiado bien, por no decir que maridan muy mal, afortunadamente el Sirco Airlines, de “airlines” solo tiene el nombre.

Con respecto al local me remito a los comentarios anteriores aunque añadiendo que disponen de horno de leña, y haciendo especial hincapié en el buen hacer y ganas de agradar del personal, "Joven aunque sobradamente preparado", como decía el famoso anuncio televisivo.

La carta es original y divertida, pero la primera vez puede ser difícil de interpretar sin ayuda, así que me dejé recomendar que suele ser la mejor manera de no equivocarse.

Paseando por la parte alta de Tarragona llegamos a la puerta de este restaurante del que teníamos buenas referencias. Pensado y hecho!

Nos acomodaron en la zona de arriba, que aunque no era muy grande estaba a media capacidad.

La carta es muy sencilla y te invita a dar una vuelta al mundo pasando por Lima, New York, Roma, Tijuana, etc.

Mientras miramos la carta unos snacks salados a modo de frutos secos.

Tal y como acostumbramos, todo al centro para compartir:

~ Ceviche de la pasión. Junto al pescado, en este caso corvina, unos taquitos de cebolla, pimiento y distintas frutas con su jugo que convertían este plato en más dulce de lo normal. Bien pero no me apasionó.

~ Alitas BBQ. En total seis alitas de pollo deshuesadas y envueltas en un crujiente rebozado y acompañadas de salsa barbacoa y mostaza. Muy ricas!

~ Pizza 6 quesos. Una base fina y crujiente sosteniendo una buena cantidad de una grata combinación de quesos con unas hojas de albahaca que le aportaban frescura. De las de comerse dos o tres seguidas!

~ Burrito de pollo. Lo que viene siendo un burrito, destacando su buena presentación y sus sabrosos contrastes. Se acompañaba de salsa picante y un poquito de guacamole. Para valientes!

Y de postre Pizza de plátano!! Una rica masa de estupenda textura cubierta de plátano, caramelo, canela... todo bien tostadito y sobre ella dos bolas de helado de chocolate. Parecía que no había hueco para tanto postre, pero uuuhhhmmm... estaba para chupar el plato!

Para beber, y puesto que trabajan una amplia carta de mis queridas cervezas zaragozanas Ámbar, tomamos 3 Ámbar Export que es un acierto seguro y una Ámbar Negra, que curiosamente no había probado y que me pareció de lo más rica y agradable con una intensa nariz de caramelo y regaliz que alimentaba casi sin probarla.

El local al estilo rústico está enclavado en pleno casco antiguo de Tarragona. Sus paredes de piedra, vigas de madera, etc. lo hacen más atractivo. Sillas y mesas de madera con blancos manteles y menaje moderno, también en blanco, más que correcto.

El servicio joven, atento, uniformado y con un acertado toque de simpatía.

No conozco mucho la oferta de Tarragona, pero nuestra experiencia fue agradable y buena.

Otra de las propuestas que te proporciona Sirco Airlines es tomar un Menú Express que consta de un plato del día o pizza, bebida, postre e IVA por 10 €.

Nos decantamos por escoger unas cervezas para comer (todas ellas mañas, en concreto de Ámbar). Mientras mi acompañante se decantaba por una sin alcohol, yo tomé una Caesar Avgvsta una cerveza elaborada con trigo y cebada que me resultó muy agradable y me pareció original el botellín.

Te sirven un pequeño aperitivo mientras te traen la comida: Cortezas de algas y unas almendras con wasabi.

Quisimos probar las dos opciones, así que escogimos Pollo de salsa de cacahuete con miel (un plato generoso) y una Pizza de Rúcula con dos tipos de queso, tomate cherry y cebolla caramelizada (tamaño mediano).

La masa de la pizza estaba deliciosa, fina pero consistente, salsa de tomate casero y en general, productos frescos.

Acertadamente, tiene una pastelera que elabora todos los postres. Ese día había para escoger: Tarta de queso, Tarta de Chocolate, Tarta de merengue y Mousse de Manzana con un toque de jengibre (siguiendo una receta mejicana).

Escogimos la de Merengue que estaba rica y la de Mousse de Manzana, picantita.

En fin, para ser un menú del día, con productos frescos, muy buen servicio, atento y amable en todo momento, me parece una propuesta muy acertada en la Parte Alta de Tarragona.

Tenemos ganas de volver a la carta, en la que no dudaremos de compartir varios platos y decantarnos más por cerveza que por vino.

Nada que añadir a la opinión de Nacho GF ya que compartimos mesa en esa velada y ha explicado todo tal cual fué. Tan sólo una critica constructiva: creo que para completar el vuelo completo por los 5 continentes sería bueno que la carta de vinos pudiera lucir algunos vinos y cervezas de otros continentes a los que hace referencia la carta, eso sería el world tour! Por lo demás toda la carta es muy original, muy variada, sin ser extensa y muy bien elaborada. Le faltaba a Tarragona un restaurante así. Enhorabuena a su propietario por la apuesta. 100% recomendable.

Si no recuerdo mal es el título de una película italiana de hace unos cuantos años. Es el que me viene a la cabeza cuando pienso en este restaurante abierto hace apenas 2 semanas en la calle Mayor de Tarragona, hermano menor del Sirco situado en Puerto Tàrraco, aunque nada tiene que ver en cuanto a oferta culinaria, son 2 perfiles totalmente diferentes. Ocupa el local de una antigua pizzería, decorado con gusto y cierto minimalismo en sus 2 pisos, el blanco el color elegido, y referencias aeronáuticas en relación a la idea gastronómica: ofrecer platos de los 5 continentes. Así te encuentras una carta escueta con unos pocos platos adscritos a diversas ciudades del mundo: Roma, Venecia, Bangkok, New York, Tijuana, Tokyo, Lima, Badajoz y Transbord. A la entrada el horno de la antigua pizzería ocupa un lugar destacado.
La idea me parece ocurrente y original, vamos a la cena:
.Tomamos de Roma 2 pizzas absolutamente deliciosas, la primera llamada "Sotobosc" tiene entre otros ingredientes foie gras, jamón de pato, parmesano y un par de detalles estéticos como son unos pétalos de flor y una finísima oblea de pan de oro. Pasta fina fina. La 2ª "William´s Ibèrica" presenta como ingredientes más destacados la pera y el jamón de pato. También muy rica.
.Del capítulo Bangkok curry rojo con pollo y setas, sabroso, ración un poco corta; y verduras con contrastes cítricos, plato aparente y fresco.
.De New York no podían faltar las alitas bbq, 6 unidades deshuesadas y de crujiente rebozado con un salsa para untar, me gustaron mucho.
. De Tijuana un burrito de pollo, marcado con un claro "Danger" en la carta y presentado con guacamole, una ensalada y un chile que explica las advertencias del menú, es fuerte hasta decir basta, yo creo que la próxima vez pasaré del chile.
. De Badajoz migas de pastor, no me convenció la elaboración que consiste en mezclar butifarra con el pan de las migas, van con huevo frito por encima y es contundente. Me gusta más la versión tradicional de este plato.
. Los postres son tartas que van rotando, tomamos una tatin de manzana riquísima, un cheese cake algo más flojo y una de limón picante, experiencia en cuanto a la mezcla del dulce, el cítrico y el punto picante.
Pan de un tipo , correcto.
La carta de vinos es muy muy escueta, apostando por los vinos de las DD.OO. de la zona de corte moderno, Terra Alta, Montsant, Priorato, Conca, Penedés, un par de Riberas en los tintos y unos cuantos cavas de calidad, punto original para no desentonar con el resto, no constan las añadas.
Completa la oferta una carta muy completa de cervezas de La Zaragozana.
La verdad es que la gran mayoría de platos no pide vino sino otro tipo de bebidas, por lo que me parece muy buena idea. Quizás valdría la pena incluir algún Jerez, algún blanco alemán,...
Menaje de calidad y servicio del vino correcto, nos lo enfriaron sin problema.
La atención muy buena, profesional y amable, desde luego maitre y camareros tienen experiencia en el oficio por lo que no da sensación de estar en rodaje, desajustes mínimos, te dan todas las explicaciones que pides, conocen lo que sale de la cocina.
En fin, si te gusta la cocina desenfadada pero bien hecha, los sabores extremados, la cocina moderna de varios puntos del globo éste me pareció un sitio estupendo. Mis acompañantes y yo somos de esta cofradía y lo pasamos pipa.
Creo que no tardaré en volver.
Me invitaron.