Ya es difícil que con tanto edificio histórico en la ciudad de Salamanca, se haya tenido que construir en moderno, pero se ha hecho al otro lado del río como si fuera una ventana por la que mirar a la ciudad y especialmente a sus dos catedrales.
Construcción moderna, enorme aparcamiento en la entrada y jardín, amplia recepción de ambiente moderno con recuerdos históricos. Habitaciones enormemente amplias y con actualización de la ducha.
Tiene bajo suplemento sauna y habitaciones con vistas a la ciudad, que si vas para una sola noche merece la pena el suplemento (si vas para varias, toda las noches pagas suplemento). Lo que te ahorras en el parkin lo puedes emplear en habitación con vistas. Si no lo has pagado, cuando bajas a desayunar puedes admirar la panorámica desde el comedor de desayunos.
La ubicación está fuera de la ciudad al otro lado el río y aunque se puede ir andando, no queda cerca del centro sobre todo si regresas de noche. Por contra, te ahorra intentar aparcara en la ciudad que en la parte antigua es un suplicio. Si vas para todo el día casi te merece la pena ir andando y volver en taxi con lo que vale un día de aparcamiento en el centro.

El desayuno es abrumador, incluso la posibilidad de hacer a la plancha lo que desees en tortillas, revueltos...(también se paga: 18€). Para levantarse tarde, desayunar y salir sin comer hasta la hora de cenar...si es que la tentación de tapear la puedes resistir.
Servicio de alto standing como siempre en la red de paradores.