Encantador y palaciego.

Hotel que está ubicado en un palacio del siglo XV y en el centro de Toro. Y que debe su nombre al homenaje que hicieron los Reyes Católicos a una mujer toresana que fué ejecutada en la reja de su ventana, por las tropas portuguesa que ocupaban Toro, durante la guerra civil entre Isabel La Católica y la Beltraneja. Los Reyes católicos en honor de aquella fiel y valerosa mujer, ordenaron pintar de color dorado la reja donde fué ajusticiada.
Disponen de 15 habitaciones, 5 de ellas dobles especiales y una habilitada para minusválidos.
Nos alojamos durante dos días en una doble especial. Habitación amplia, cama grande y con dosel, aire acondicionado, frigorífico, TV., buena insonorización, tanto interior como exterior.Es una zona tranquila.
Amplio cuarto de baño que está dotado de unas buenas toallas y de los artículos habituales en un establecimiento de su categoría.
El desayuno es bueno, está incluido en el precio, es abundante y en el que destacaría un extraordinario bizcocho casero, amén de otras cosas.Buen aceite para las tostadas de pan casero. ¡Ah! , el trigo castellano y sus panaderos que lo trabajan tan bién.
Está explotado por un matrimonio joven que tiene gran interés de que los clientes estemos atendidos y satisfechos en todo momento.
El aparcamiento es en la misma calle y no hay problema para encontrar un hueco.
Tienen también restaurante, en el que cenamos y comimos bastante bién.