Mi hotel preferido

He de reconocer que no voy a ser objetivo. Simplemente, me encanta este hotel desde que lo visitamos por primera vez hace ya una docena de años por lo menos, cuando todavía no tenía el centro de talasoterapia. Mi mujer dice que le entra complejo de marquesa cuando está allí... A mí me pasa lo mismo. Me cuesta horrores abandonar el hotel

Me gusta su arquitectura, su ubicación, su entorno, la ciudad y su gente, el trato del personal, las vistas de las habitaciones que he ocupado, el mobiliario de anticuario, las arañas de cristal, las alfombras algo ajadas, sus terrazas, los combinados de Sabino y Bea (nada de ordinarios GT, no hay como un clásico Manhattan para después de una buena cena), los sobaos del desayuno, las jubiladas merendando por la tarde, las aglomeraciones del fin de semana con gente de la ciudad y los alrededores (curiosísimo...). La clase y elegancia que desprende todo el hotel, huyendo de modernidades efímeras. Y eso que no soy familia ni del Sr. Gaspar ni del Sr. Botín.

Voy a poner una pega, para que no se diga: la TV de la habitación no es de pantalla plana... Me da igual, prefiero mirar por la ventana ;-)

No sé el precio exacto, pero fueron unos 100 euros por habitación y noche con desayuno incluido aprovechando una oferta.

Dispone de aparcamiento al raso, PC con internet en la planta sótano y wifi en todo el edificio gratuitos, además del centro de talasoterapia (pagando) en un edificio anexo.

Una recomendación: visitarlo fuera de temporada. Es más barato y el trato es mucho más familiar y cercano. Hay bastantes ofertas en su página web.

Nota para Ramico: nos pusieron una cesta de fruta y una botella de champagne como detalle de bienvenida, además de los bombones sobre la almohada (de viscolástica, pedida gracias a la carta de almohadas que había en mi mesita de noche) de cada noche y otra cajita de bombones que apareció en manos de mi hijo... Y la mantequilla estaba a temperatura ambiente. Y eso sin que supieran de antemano que soy de verema y que iba a escribir este comentario y el e-mail de agradecimiento que les acabo de enviar. Eso es trato VIP y lo demás son, como decimos por aquí, collonades :-D

  1. #1

    Gabriel Argumosa

    Ante tu frase : "las jubiladas merendando por la tarde", te digo que aunque me puedo equivocar, creo que no eran jubiladas, sino mas bien señoras de empresarios o señoras del "Santander de toda la vida" que nunca han (digamos) trabajado, en el concepto de despues jubilarse.

  2. #2

    jacomur

    Al Real jubiladas, como se entiende en la calle, no ván. Más bién forman parte de la burguesía, muy bién acomodada, de Santander. Saludos desde Cantabria.

  3. #3

    Francescf

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    JAJAJAJAJA... Tomo nota :-D

    Me explicaron los camareros el motivo de que se llene los sábados por la tarde (me sorprendió mucho). Todavía no salgo de mi asombro. En BCN funciona de otra manera :-)

  4. #4

    Francescf

    en respuesta a jacomur
    Ver mensaje de jacomur

    Gracias por la aclaración. La verdad, no entablé conversación con ninguna de ellas :-D

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