Este fue el hotel utilizado como base de operaciones para visitar la zona de Champagne. Queda un poco lejos de Epernay (un poco más de media hora en coche), el verdadero centro neurálgico de la zona vitícola, y de Reims. A cambio está en las afueras de Châlons-en-Champagne (ciudad de 47.000 habitantes, con una bonita catedral), ofrece una buena habitación, completamente reformada, con un buen baño y buena cama (grande y con buen colchón) a muy buen precio (50 euros). El desayuno buffet (8€ por persona) es flojito ya que hay pocas cosas para elegir. Brigitte, la propietaria, es muy simpática. En definitiva, una buena experiencia a muy buen precio si quieres mezclar turismo con visitas a la zona productora de Champagne. Y el dinero que te ahorras en la habitación te lo puedes gastar en comprar más cajitas de Champagne a pequeños productores, que tienen excelentes precios.