Parado en el tiempo.

Ubicado en un antiguo convento del siglo XVIII, con un importante abandono de sus instalaciones. La carpintería pintura y decoración muy deficiente.El mobiliario viejo y poco decorativo. El aire acondicionado de las habitaciones es muy ruidoso. Dispone de una pequa piscina, que no merece la pena ni que figure como un extra. Las habitaciones no tienen de conexión a Internet ni por Wifi ni por cable. El bar tiene un pequeño y agradable patio, que resulta tentador para tomar una copa, lastima que no tenían varias marcas de algunos espirituosos bastante populares. El personal intenta agradar. en general no esta a la altura de un 4 estrellas. Solamente lo destacaría por su buena ubicación y la posibilidad de dejar el coche en su caro parking (17 euros diarios). Necesita un renovación importante.

  • Más leído
  • Más recomendado

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar