En el que me alojé en una visita relámpago que hice a la Ciudad Eterna. Está muy bien situado a apenas 10-15 minutos andando del Vaticano. Hall decorado con buen gusto y que sirve de distribudor de las habitaciones y salones, tiene también un pequeño bar.
Me alojé en el 1er piso, habitación amplia, buenos materiales en muebles y ropa de cama y, lo mejor de todo, con luz natural tanto en el cuarto como en el baño, ¿cuánto tiempo hacía que no estaba en uno de esas características?. Un lujo. Lo mismo digo del parquet del suelo, mucho mejor que la habitual moqueta de los hoteles.
Encontré que no faltaba de nada: armario suficiente, mueble bar bien dotado, luz correcta y de bastante fácil manejo, TV de pantalla plana y muy grande, perfecta para ver desde la cama, botella de agua, café e infusiones a disposicion del huésped sin cargo, caja de seguridad de buen tamaño... El baño punto y aparte, grande y con un gran ventanal, ideal poder ducharse con luz natural. Adminículos de aseo en número correcto y de calidad.
El desayuno tipo bufé abundante, bien presentado y todo estaba bien rico.
Trámites de entrada y salida rápidos, ascensor de funcionamiento correcto.
En resumen, un hotel muy cómodo y perfectamente situado. Lástima que mi estancia fuera tan corta, otra vez será.
PD: he visto tarifas de oferta en la web del hotel para los días en que yo estuve, llegada viernes y salida sábado, que oscilan entre los 180-200€.