Shutters on the beach en Santa Monica
Hotel Shutters on the beach
País:
Estados Unidos
Localidad:
Santa Monica
Cód. Postal:
Precio desde:
450,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
No
Nota de cata PRECIO MEDIO:
450 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.9
Nota de cata SERVICIO AL CLIENTE
7.0
Nota de cata HABITACIÓN
10.0
Nota de cata INSTALACIONES
10.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de Shutters on the beach
OPINIONES
1

Dicen que Los Angeles es una ciudad horrible, hace unos años puede que lo fuera, hoy en día no me lo parece, la han limpiado y hay menos indigentes. Aún así es incómoda por las distancias, no olvidemos que es una de las más anchas del mundo con más de ochenta kilómetros de lado a lado y eso provoca que desplazarse en coche sea una odisea.

De todas formas Santa Mónica es diferente: la playa, el puerto, la característica noria y sus restaurantes de pescado le dotan de un carácter más tradicional. La cuadrícula es más ordenada, sus calles más tranquilas y su arquitectura más baja.

El hotel Shutters está al principio de la arena, a cien metros del mar. El edificio es de madera gris con balcones pintados en blanco. Podría recordar a algún club marítimo europeo e incluso a alguna construcción de la costa este americana. El perímetro exterior de la entrada central está acotado con una valla baja de madera, en el que accediendo, llegamos al aparcamiento con una rotonda circular.

Una vez dentro, lo primero que nos encontramos es el lobby, un precioso espacio rectangular y diáfano, decorado con motivos náuticos, centros de flores naturales, tresillos chester, dos chimeneas que mantienen siempre encendidas y piano. Al fondo, un espléndido mirador descubierto con vistas al infinito Océano. Sorprende el suelo, una noble tarima vieja que habrán acuchillado y vuelto a barnizar en numerosas ocasiones, y que confiere al conjunto una majestuosa pátina. Según he ido viajando me he ido dando cuenta de un curioso detalle: en España muchas veces, cuando algo ha recibido mucho uso, se cambia por otra cosa nueva muchas veces de peor calidad. Sin embargo, en otros países, y me vienen a la cabeza Francia, Reino Unido y Estados Unidos, se repara. Allí se sienten orgullosos de cualquier objeto que implique tradición, aquí, guiados por una estética paleta, lo tachamos de casposo y poco moderno. Muchas de las abominaciones urbanísticas y decorativas que padecemos en nuestras ciudades son culpa de estos complejos.

Las espaciosas habitaciones están orientadas al mar. Se dividen en dos zonas parecidas en tamaño y separadas por un enorme hueco con posibilidad de cerrar. En primer lugar el cuarto de baño, entero de mármol, con ducha y bañera (de hidromasaje) separados y lavabo con dos pilas. Buena iluminación, secador de pelo y notable presión de agua. Con excelentes amenities que es necesario racionar, pues el personal del hotel es algo rácano a la hora de reponerlo. Después nos encontramos con el dormitorio, cuadrado, con muebles de madera de barco, una mesa de despacho, terraza, cuadros de goletas antiguas y una cama altísima, no pedimos supletoria para el bebé y nos daba miedo que se despeñase ;-).

La piscina y el "pool bar" es otro de los puntos fuertes de este establecimiento: hamacas de rayas blancas y azules, jacuzzi, plantas frondosas, dos alturas y una excelente visibilidad de la costa. Como el sufrimiento es máximo, es conveniente atenuarlo con algún dry martini y un sandwich de langosta.

Una de las noches cenamos bastante bien en uno de sus tres restaurantes, el One Pico. Especialidad en pescados y mariscos y algún guiño a elaboraciones más modernas. Destacable carta de vinos.

Por poner un pero, en ese nivel de precio y más si hablamos de Estados Unidos, país donde el personal cobra principalmente de las propinas, el servicio no fue de matrícula, adolescentes imberbes ataviados cual modelos de Ralph Lauren muy educados pero algo lentos y con poca iniciativa. El servicio de lavandería y plancha deficiente, mi hija de dos años lo hubiera hecho mejor hecho con Norit.

En definitiva, el Shutters nos pareció una joya, el mejor hotel de la ciudad sin lugar a dudas. Señorial y emblemático, un remanso de paz con un gusto exquisito.

  • Más leído
  • Más recomendado

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar