Conde Rodrigo II en Ciudad Rodrigo
Hotel Conde Rodrigo II
País:
España
Provincia:
Salamanca
Localidad:
Ciudad Rodrigo
Cód. Postal:
Precio desde:
55,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
55 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.0
Nota de cata SERVICIO AL CLIENTE
7.0
Nota de cata HABITACIÓN
3.0
Nota de cata INSTALACIONES
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
4.0
Opiniones de Conde Rodrigo II
OPINIONES
1

Qué complicado va a ser hacer una reseña de este hotel... De entrada, y para no andarme con paños calientes, decir que no creo que vuelva. Hala, ya lo he dicho. Ahora vamos por partes.

Hotel de 4 estrellas situado a las afuras de Ciudad Rodrigo, en un paraje entre huertas. Es una antigua finca taurina (o eso parece), con muchísima superficie. La entrada, por los jardines, es prometedora. Cesped bien cuidado, parterres de flores, estatuas de un toro y de un jinete, el edificio con aspecto de casa solariega de los años 70-80. Un aspecto algo pasado de moda... pero bien cuidado. Se aprecia una fantástica zona de piscina, unas "casetas" que son bares, una pequeña plaza para capeas. Da la sensación de ser un complejo hotelero enfocado a bodas y eventos. Bueno... nada que objetar.

Entramos en el hotel, propiamente dicho, y la recepción es en estilo castellano con decoración sobre motivos taurinos. Personal amable y trámite de entrada rápido y eficiente. Habitaciones en el primer piso y, ojo, no hay ascensor. Sólo se puede acceder por una escalera. A ver... una planta no es tanto... ni estando cargado con maletas. Aquí empieza a cambiar la cosa. Pasillo enmoquetado, con moqueta muy deslucida (por no decir vieja y poco limpia). Entramos en la habitación y... película de Alfredo Landa de los años 70. Ventanuco (que no ventana) que daba vistas ¡¡¡¡¡¡a la trasera del tejado de la entrada!!!!!! Unas maravillosas vistas de tejas... Por suerte no funcionaba la luz de la habitación (mejor dicho, no había forma de apagarla) y nos cambiaron de habitación. Nos dicen que nos gustará más la nueva... no será difícil... ¡¡Pues tela...!! Habitación enorme, muy amplia, cierto y recién pintada. Aún olía a pintura. Armario en la entrada que, en realidad, parecía un interior de armario sin puertas ni leches. Vale... no pasa nada. Sillón en la habitación con tapizado, igual que la alfombra del pasillo, "deslucido". Baño amplísimo y abuardillado con azulejos de hace... probablemente no lo recuerden ni los empleados más antiguos. Limpieza mejorable. Amenities... ¿qué es eso? Oiga, ¿esto no es un 4*? El aire acondicionado... jajajajaja... ¿lo dejamos en clásico?, ¿vintage?, ¿retro? Una máquina que debe ser del primer modelo de aire que se lanzó al mercado. El mérito es que funcionaba, y muy bien. ¿Otra pifia? Los enchufes. Escasos, algunos no lograban sujetar las patillas de lo que enchufabas y funcionaban la mitad (osea uno... o dos). Palabra que no nos fuimos porque, para dos noches, no nos merecía la pena buscar otro hotel. ¿Algo bueno de la habitación? Sí, por supuesto. Minibar con prcios razonables (2€ una tercio de cerveza, por ejemplo), tele grande y nueva (raro que no fuese también "vintage" como la máquina de aire) y, lo mejor, la cama. Cama con colchón king size, comodísimo, firme, nuevo y almohadas firmes. El descanso, la verdad, impecable. hay que reconocer las cosas. ¿Mejoramos las vistas? Jajajajaja... NO. Ventanuco que daba esta vez a la trasera del hotel, a la zona de las cocinas y los contenedores de basruas. Preciosa vista... Sin olores ni ruidos, tengo que añadir.

¿Donde están los contrastes de los que hablo en el título? Pues bien, a pesar del desastre del alojamiento propiamente dicho, las zonas comunes eran muy buenas. Ya lo apunté al principio. Jardines, zona chill-out, plaza de toros. Piscina enorme con pradera impecable. Hamacas sin cargo para los huéspedes y sombrillas en abundancia. También hay camas balinesas (con cargo). Bar de la piscina con precios muy aceptables (como el minibar de la habitación). Cenamos un día en el hotel unas hamburguesas muy ricas, con una botella de vino de la zona, bien de precio, bien de calidad, bien de sabor y bien de trato por parte del personal. Lo dicho... un contraste brutal entre el "exterior" y el "interior". Sorprendente y, para mi, incomprensible.
Disfrutamos mucho del relax en la piscina y los jardines pero no creo que me vuelvan a ver por allí. De todos modos, vimos otros hoteles del lugar y creo que acertamos de pleno... imaginen la pinta de los otros. El Prador debe ser una alternativa buena pero no tiene piscina (creo). En este caso buscábamos eso, un hotel con piscina para cargar pilas los dos días antes de volver al trabajo.

  • Más leído
  • Más recomendado

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar