Una anécdota en Viena

Por ahí si que no, lo siento!!!
soy una rebelde sin causa...jajaja, y cuanto más vieja y ajada más rebelde.
Para mi la corbata es símbolo de esclavitud y pobreza, si si, pobreza...me he pasado + de 20 años trabajando en oficinas de asalariados - altos cargos pero asalariados - obligados a llevar corbata. Es decir, para mi, el verdadero rico, el amo del mundo, es al que nadie ni nada puede obligarlo a llevar corbata, libre con su tiempo, libre con su ropa...lo demás...psissss... asalariados.(Más o menos, pero asalariados).
No he conseguido que mi marido lleve corbata ni en la comunión de los peques!!!, en la de mi hijo iba todo el mundo trajeado menos mi marido...así, que cómo para ponerle una corbata para ir a gastarnos 500 euros por barba a un restaurante!!!, pensaría que me he vuelto loca!!!
A mi la corbata no me la pone nadie, y a mi marido mucho menos, jajaja, y menos para sentarnos en un restaurante a comer, ni la corbata ni los zapatos de piel de cocodrilo...si no quieren nuestro dinero, apaga y vámonos, con la crisis que hay, será por restaurantes???
Mi marido y mi padre dicen que con el tiempo y con Dios tienen que lidiar los pageses, con las añadas y con el frio de las mañanas, si encima tienen que lidiar con los maitres malcarados en un restaurante, jajaja, me temo que la cartera se queda quieta y como está.
La clase se lleva por dentro jajaja, y el dinero está en la cuenta corriente...nunca en las corbatas, aunque sean de seda de la china, una corbata se puede alquilar, robar o simplemente pagar con una visa oro a plazos jajaja
La verdad es que en Praga fuimos dos veces a comer al restaurante Epicure, en el hotel, y la primera vez, una de las chicas nos miró de arriba a abajo, primero nos dijo que no había sitio, y luego nos querían poner al ladito de la cocina, donde salían humos, mi hermana (Qué menuda es, y no se ha puesto un vestido en su vida, ni nunca la he visto con otra cosa que tejanos, salvo bodas y banquetes, y aún así, sencillísima), pues mi hermana cogió la puerta y dijo que no se preocuparan, en buen inglés, que ya encontraríamos otro sitio, pero entonces el jefe de sala, que tenía "buena vista", se fué a un aparte, cambió a tres señores que tenían en una gran mesa cuadrada, con cara de ejecutivos, a otra mesa más pequeñilla, y nos puso a nosotros en la gran mesa. El resto de personal, con cara a cuadros, no sabían si el jefe se había vuelto loco o qué!!!
jajaja, menuda vista tuvo el jefe, fuimos todos a comer y a cenar!!!, la verdad es que fantástica la comida, fantásticos los licores autóctonos, los probamos todos jajaja, fantásticos los vinos franceses que tenían, por la noche - no llevaba la cámara- nos bebimos dos señores burdeos que nos recomendaron.
En fin, morimoS..."con las botas puestas", y les dimos una soberbia propina en euros, como no sabemos aún bien los cambios en coronas checas , creo que nos pasamos y todo.JAJAJAJA, hasta el jefe de sala acepto el caliqueño autóctono catalán que le ofreció mi padre.
Por cierto, donde saben un rato del trato a clientes es en los restaurantes Italianos, al menos creo que habré tenido suerte, reconozco que mi padre hace una pinta "pueblo" algo gloriosa, y que no parecemos otra cosa que españoles "pageses", pero llevamos tres años visitando Italia, este año tb hemos pasado y dormido en Piamonte - bueno, cerca - y nos hacen sentir a gusto, nunca me han mirado de arriba a abajo. Y cómo se come en Italia!!!