Preparando Vinoble en Lavinia...

Hoy lunes se han presentado en Lavinia toda una serie de bodegas francesas con la finalidad de dar a conocer sus vinos y de calentar motores hacia Vinoble. Lo que en un principio debía ser una degustación de vinos dulces y generosos se ha convertido a la hora de la verdad en un pupurrí con todas las elaboraciones de los productores. De todas maneras, la impresión general ha sido muy buena y la oportunidad de conversar con los elaboradores siempre es interesante y enriquecedora. Quiero agradecer a Lavinia al organización de este y otros eventos parecidos a los que he asistido.
Pero vayamos al grano. Los productores presentes eran -entre otros-:
Cru Barréjats (Sauternes), Jo Python (Loire - Layon), Domaine de la Rectorie (Rosselló), Pierre Gaillard (Vallée du Rhône - Rosselló), Olivier Python (Rosselló), Patrick Boudouin (Loire - Anjou), Patrice Lescarret (Gaillac), Jean Thévenet (Bourgogne - Mâcon)
Me han llamado la atención:
Los blancos secos de Jo Python, sobre todo Les Pépinières. Unos Chenin con una increible acidez, mineralidad y complejidad. De vicio.
También me ha sorprendido el Chardonnay de Mâcon de Jean Thévenet. Un vino seco con una ligera botritización. Muy curioso, no deja indiferente. Me ha gustado mucho.
Agradable, aunque me ha decepcinado un poco, los Chenin de Patrick Boudouin. Muy minerales y con gran acidez. Pero esperaba más complejidad de este productor.
En tintos me han parecido fantásticos la colección de Syrahs que ha presentado Pierre Gaillard, tanto los de la zona de Saint-Joseph como el Côte-Rotie. Una Syrah de libro, para disfrutar ahora y en los próximos años.
A destacar también Les Saturnes de Olivier Python, una cuvé de Garnacha, Syrah y Cariñena de gran concentracion pero no exenta de elegancia y sutilidad. También la garnacha-syrah del Domaine de la Rectorie y el Les Touches, un Cabernet Franc-Cabernet Sauvignon de Boudouin, bueno pero sin maravillar.
De los dulces sin duda me quedo con el Côtes de Layon de Jo Python, sabroso, fresco, largo, seductor; y el dulce de Boudouin, potente, glicérido, complejo, una bomba. A reseñar también un Banyuls de 40 años de Pierre Gaillard, complejo y delicado, de sensación; y un Condrieu Viognier Vendimia Tardia de Gaillard, de gran nariz, algo cansino en boca, pero sin duda de gran calidad. Decepción por mi parte con el Sauternes de Barréjat: punzante, empalagoso y, en general, cansino.
Y eso es todo, amigos.
-R-