Montsant en el IVAM

Ayer tuve la suerte de asistir a la presentación de los vinos del Celler de Capçanes y del Celler El Masroig en el IVAM, ambos, como sabéis de la DO Montsant. Un auténtico lujo. ¡Que vinazos! Además, Los enólogos de ambas bodegas estuvieron durante todo el tiempo, (desde poco después de las 5 de la tarde hasta más allá de las diez y media) respondiendo a todas nuestras preguntas y dándonos todo tipo de explicaciones. Gracias Sisco y Ricard por vuestra amabilidad. En cuanto la organización, a cargo de Juan Ferrer/Enópatas Mundi y Javier-Manoli/La Sucursal, impecable: copas Riedel a discreción, vinos perfectamente decantados, hielo para mantener la temperatura de los que lo necesitaban, etc. Gracias a ambos por vuestras atenciones.
Por lo que respecta a los vinos, yo empecé con Les Sorts Vinyes Velles 2000. Absolutamente increíble. Me tuvo atrapado durante toda la tarde. La primera media hora la dediqué solo a él y después volví a recatarlo una y otra vez, manteniendo una copa permanentemente dedicada a este asombroso vino. A destacar la franqueza de su intenso aroma, su continua e inagotable evolución en la copa, su amabilidad en boca, a pesar de su peso y su estructura y su largo final. Para mi lo mejor de la tarde, teniendo en cuenta que no llega a los 12 €;.

El siguiente fue Cabrida 2000, que inicialmente estaba bastante cerrado, a pesar de la decantación, y acusaba mucho su todavía reciente paso por barrica (lleva unos 6 meses embotellado). Pero poco a poco fue destapándose, dejando ver toda la complejidad, potencia y tipicidad de una garnacha muy mineral. El inefable Juan Ferrer había traído unos trozos de licorella (por fin he sabido lo que es y como huele) y comprobé como este vino estaba pletórico de ella. No puedo imaginar como estará cuando la botella haya domado esos taninos. Una pena que su precio se vaya un poco de los límites que para mi son razonables.
No quiero extenderme más ni dar demasiadas pistas, pero solo apuntar respecto al resto de vinos que la añada del 2000 del Celler de Capçanes mantiene un nivel muy homogéneo, con una calidad que EMHO supera a la del 99, lo cual significa que están buenísimos, aunque aún están un poco duros; y respecto a los de El Masroig, destacar la frutosidad del maceración carbónica y la excelente relación calidad precio del resto de la gama.

Los dulces de uno y otro, prácticamente no llegué a probarlos (yo es que soy un poco lento y necesito concentrarme mucho en cada vino, sobre todo cuando son vinazos como éstos. No me explico como lo hace el Parker ese para catar mas de un centenar en una misma sesión). Lo poquito que caté prometía muchísimo, pero hubiera necesitado otras 5 horas (seré lento, pero puedo aguantar indefinidamente hasta acabarme la faena).

En fin, una tarde de sufrimiento