Asoc. Sumilleres de Murcia

Anoche, se juntó la Asoc. Sumilleres de la Región de Murcia en el Rte. Casa Alfonso de Campoamor el cual recientemente consiguió una estrella michelín y creo que bien merecida, y éste es miembro también de dicha asociación.
Nos deleitó con un excelente menú degustación, en el cual Alfonso Egea expresó toda su cocina que quedó representada en los platos de forma sencilla y elegante como comentamos en la sobremesa con él sentado en la mesa.
En cuanto a la bebida, empezamos en los jardines del restaurante, con una espumoso de Alemania de Rebholz de la añada 2002, que para ser tan joven la burbuja tenía una cremosidad que quitaba el sentido.
Cuando comenzamos el menú degustación, empezamos con una Manzanilla Pasada Pastrana de Hidalgo, la cual creo que es un gran aperitivo y sobre todo gran vino. Seguimos con Dr. Bruklin Wolf Forster Pechtein Tonel 63 1999, el cual es uno de los cinco vinos de Alemania el cual la uva Riesling está cultivada en terreno de basalto. Seguimos bebiendo un Chassagne Montrachet 1º Cru Morgeot de Domanine Leflaive 2002, el cual estaba muy joven al igual que el anterior, pero que son dignos de beber ahora y beberlos después para ver su evolución.
Seguimos con un rosado de la zona de Bandol el cual no estamos acostumbrados a este tipo de vinos ya que es un rosado con una carga frutal importante, pero con un color casi imperceptible de rosado.
Cuando llegó el turno de los tintos bebimos Le Corton 2003 de Bouchard, un Pinot Noir que hace cinco meses probé una botella y presentaba una carga frutal muy parecida al maceración carbónica y el de anoche creo yo que hay que esperarse hasta por lo menos final de año, ya que pienso que está en una época difícil.
Depués en el momento del dulce, un La Spineta Oro 2000, el cual estaba para beber, pero como le pasa a estos vinos de Moscato envejecidos en barrica que están para beber, pero hay que dejarlos tiempo en botella. Terminamos con un oporto ";Quinta Vale do Meao Vintage 2003";, que estaba en su fase frutal y esta añada se compara con las míticas del 85, 70 y 63 pero hay que dejarles tiempo.
En la sobremesa nos sorprendió a algunos de la mesa con un Alvear PX solera 1830, que estaba goloso, muy complejo en nariz y sedosidad y carnosidad en boca.
Los miembros de la asociación se quedaron todos asombrados por el recital de Alfonso Egea y la verdad es que la estrella michelín es muy merecida y con creces.

ENHORABUENA