Uno de los artífices de este vuelo sin motor y a gran altura es sin duda el

Uno de los artífices de este vuelo sin motor y a gran altura es sin duda el actual enólogo:
Ricard Rofes, un jovencísimo Ricard de 27 años, con cara de niño bueno y pose de
luchador, con el que comentamos que parece que la mediana de edad actual de los
grandísimos enólogos que campan por el Priorat y el Montsant, no supera con mucho
los 30 años, y en pleno proceso de aprendizaje aún, están haciendo
ya verdaderas obras de arte, lo que parece augurar un futuro prometedor.

Bueno, pues este joven prometedor se encarga de vinificar nada menos que 2000000
de litros, casi nada...!!!!, un 97% tinto y un 3% blanco.
De estos 2000000, solo salen 150000 botellas. En el año 1998 eran 12.000, lo que
continua confirmando mi teoría de gigante con alas.
De estas 150.000, el 70% se destina a la exportación: EEUU, Méjico, Suiza, Suecia etc
El 30% restante va a parar casi enteramente a Cataluña, solo una pequeña porción de
botellas se vende en el resto del estado.

En la sala de crianza descansan 130 botas relucientes, 65% de roble francés, y 35%
de americano.

Algunas curiosidades sobre los procesos de vinificación:
-Los viticultores seleccionan la uva en la cepa, y vendimian en cajas.
-Existen tres niveles de selección de la uva. Trabajan con una extensísima base de datos,
donde están codificadas cada una de las fincas que controlan por parámetros de
producción, calidad, problemáticas particulares, fechas de maduración, destino final
de la uva etc, de tal manera que agrupan las fincas con cualidades y características
semejantes a la hora de seleccionar y destinar sus rendimientos a un vino en concreto.
(Sisco Perelló utiliza métodos semejantes, puesto que también nos hablo de bases
de datos de cada vino, donde podían controlar todo el proceso de vinificación, desde
el punto inicial, o sea la cepa-Cooperativa de Capçanes).