Hacer un juicio crítico de lo que ha sido y el la D.O. Jerez excede con mucho

Hacer un juicio crítico de lo que ha sido y el la D.O. Jerez excede con mucho lo que yo pretendo. Sólo pretendo ilustrar con ejemplos concretos: a) que la imagen angélica de los Consejos Reguladores defendiendo a capa y espada la calidad choca con una sociología interna que hace las cosas muy complejas, y eso vale tanto para Jerez como para Rioja; b) el tipo de trabas y problemas que pueden hacer desear a alguien salir del marco normativo de una D.O; c) comentar, con ejemplos concretos, que la decisión de salir de la D.O. suele tener un coste no menor.

Lamentablemente ya es tarde para quejarse por lo que era Sanúcar hace décadas. Sólo hay que hacer un repaso sumario de cuántas bodegas existían a finales del XIX y cuántas sobreviven a duras penas ahora mismo para darse cuenta de la pérdida de vinodiversidad. Ahora bien, atribuir todos los males al Consejo Regulador es injusto y simplista. Pero tampoco hay motivos para callar y no decir que determinadas cosas no se hicieron bien desde el Consejo, y que no contribuyeron en nada a solucionar los problemas de fondo: ya están señalados. Personalmente, creo que hoy en día hay asuntos que se están abordando adecuadamente por parte del Consejo. Un ejemplo es poner el acento en la promoción de los tipos "naturales" de Jerez (manzanillas, finos, olorosos, palos cortados, amontillados, moscateles y pedro jiménez) frente a los vinos de mezcla. También me parece muy adecuada la sensibilidad creciente ante la importancia de la viña. Soy de los que pienso que una nueva cartografía del viñedo del Marco se hace más que necesaria. Pero aquí hay que tener cuidado: no creo que sea interesante crear una suerte de jerarquía, sino más bien una identificación de los grandes pagos del Marco, cosa muy distinta. Entiendo, por otra parte, que los nuevos vinos blancos de palomino no fortificados son una patata caliente: por una parte son "Jerez", porque parten de viñedos de primera calidad del Marco, pero por otro parte no son "jereces" en el sentido que no son los vinos fortificados que el mercado tradicionalmente ha identificado como "sherry". No es tan fácil encontrar un encaje. Por no hablar de otros líos, como el de la delimitación de qué es fino y qué es manzanilla, causa de enormes tensiones dentro del Marco. Quiero decir que hay motivos para ser críticos, pero también los hay para ser más que comprensivos con aquellos que tienen que cargar sobre sus espaldas determinadas responsabilidades. No lo tienen fácil.