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Leyendo un par de mensajes de Quintín y MaJesus, extrañamente titulados “;Para

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JuanFerrer

Yo no quiero ser aseptico (Neutral, frío, sin pasión)

Leyendo un par de mensajes de Quintín y MaJesus, extrañamente titulados “;Para Nacho”;, me he puesto muy triste y he decidido romper mi silencio auto impuesto una vez más, y ya no se cuantas van.

Con toda esa tristeza en la chepa, busco en el diccionario la palabra:

ASÉPTICO

Neutral, frío, sin pasión.

De esta forma tan tajante define el Diccionario de la Lengua Española de la R.A.E.

Por tanto, YO NO QUIERO SER ASÉPTICO, si así gritando si hace falta.

Ni diplomático, ni políticamente correcto, ni falso, ni lameculos, ni estomagoagradecido, ni cauto, ni taimado, ni precavido, ni aprender a andar con pies de plomo, solo aspiro a decir lo que pienso, (como bien dice Quintín), nada más ni nada menos, con independencia, sin presiones, sin censura ni autocensura, sin tanto jeje al final de cada frase para que nos se mosquee la peña, con LIBERTAD, Sin “;Tutores”;.

Suena a demagogia, pero ir a “;meses anteriores”; en este mismo foro, retroceded unos cuantos, leed algunos mensajes, y luego hablamos.

¿Por qué todos tenemos que tener el mismo estilo o las mismas pautas o normas de comportamiento?, o la misma forma de expresarnos, que obliga a nuestros amigos foreros a leer entre líneas, sería como ir de uniforme, como aquella película de corte futurista basada en el libro de Orwell titulada 1.984.

Me pasa lo mismo, que a Quintín, y a MaJesus y algunos otros foreros, tengo un mazo de años (no va por ti MaJesus) y no soy capaz de adaptarme a esas “;reglas”;, ¿qué hacemos entonces?. ¿Dejo de escribir en el foro, como estoy haciendo últimamente?
O me vuelvo precavido, relamido, correctito y me diluyo en la mayoría políticamente correcta, que nunca dirá una palabra más alta que otra por miedo al que dirán o a herir sensibilidades monetarias. (la mayoría)

Últimamente todo son loas, devolución de favores prestados, síndromes de Estocolmo y comiditas de prepucio (huí, no se si esto es correcto, 3 padrenuestros y 2 Aves Marías y nuevo).
Muchas bodegas (y no cito nombres no la jodamos) compran voluntades a precio de saldo, con unas cuantas chuletas y unos ternascos y aquí paz y allá gloria.

Todos vamos conociendo a cada vez más gente en esto del vino, y el que más y el que menos, lleva muchas visitas a bodegas en sus lomos, (o en su hígado) y tiene conocidos y amigos entre las personas que hacen vino o que simplemente lo venden, todo esto hace que muchas veces vayamos con pies de plomo y que seamos más o menos diplomáticos, a veces generosos en nuestros elogios o con las puntuaciones en las fichas de cata, pero ¿dónde está el límite entre la diplomacia y la mentira?,
¿de que modo coartan esas amistades nuestras opiniones?,
¿hasta que punto son amistades verdaderas?
¿qué quedaría de ellas si fuesemos “;más sinceros”;?

“;Reflexionemos hijos míos”;, como diría un conocido bodeguero del Penedés.

Juan Ferrer espinosa
Enopatas-Mundi
e-mail: [email protected]

Posdata Uno:
Daros prisa en leer, este mensaje (como en aquella vieja serie de televisión) puede desaparecer en 10 segundos, je.
(el otro je os lo debo)

Posdata Dos:
Aunque pueda parecer a simple vista, en este mensaje no hay alusiones personales ni dobleces, ni ataques encubiertos ni pollas en vinagre. Todos debemos aprender a ser algo menos paranoicos.

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