Caramelito puro

Cerveza color caramelo muy oscuro, con una espuma amarillenta densa pero porosa y con poca persistencia. Poca burbuja que apenas se nota debido al color tan oscuro de esta cerveza de abadía de doble fermentación elaborada con mezcla de diferentes maltas.

Su aroma no es muy intenso, pero me trae recuerdos a cereal tostado, uvas pasas y alcohol. Se podría decir que es un olor muy neutro, sin nada especialmente destacable.

En boca predomina el dulzón, sabor a caramelo y a café tostado con poco alcohol. Salvando las distancias, podría asemejarse al recuerdo de una copita de PX. Tampoco muestra acidez, ni resulta muy amarga.

Refrescante, ligera, con poco cuerpo pese a que te la esperas más densa. Por lo que se bebe con facilidad y a la que te descuidas te encuentras el vaso vacío. Vamos, que entra sola!!

La botella es más bien "chata" en cristal marrón. Su etiqueta en tonos anaranjados, destacando como figura principal el Fénix en amarillo incandescente. Esta ave mitológica que se consumía por acción del fuego para luego resurgir de las cenizas es el símbolo distintivo de esta marca. Debe su origen a los múltiples incendios que sufrió la Abadía de Grimbergen, que tras sus reiteradas reconstrucciones decididieron adoptar este símbolo con el lema "Incendiada pero no destruida".