El problema de la inmensa mayoría de moscateles secos españoles, por ejemplo,

El problema de la inmensa mayoría de moscateles secos españoles, por ejemplo, es que incluso siendo secos, son mucho menos secos que éste, pero la frescura ni está ni se la espera (es decir, la acidez, en el mejor caso, es "media" por decir algo).

De hecho, la variedad blanca de uva que menos me gusta es, probablemente, la moscatel, y lo es como consecuencia de la inmensa cantidad de moscateles "infames" que he bebido (vinos que, incluso secos, no lo son tanto y donde como la acidez es tan baja, se vuelven vinos "pastosos" en boca y donde la temperatura muy fría es absolutamente fundamental para poder tragártelo pues, de lo contrario, se convierten en brebajes dulzones, incluso siendo secos, infumables).

La gran diferencia de este vino blanco chileno de moscatel con casi cualquier moscatel seco de mi zona o incluso de más al sur, es que puedes beberlo a 12-13ºC y está rico, apetecible  y que apetece repetir; es cierto que es muy seco y amargoso, pero a mí eso me incita a beber (sin embargo, el dulzor por doquier, si no va acompañado de una alta acidez como la de un riesling del Mosela o similar, lo que hace es que me frena al beber, me harta y me hace muy complicado acabarme la botella).