Como ha evolucionado este spatlese 2001 del gran Willhem Haag,ahora su hijo Oliver dirige la Bodega.(vino de subasta).Tiene un color amarillo dorado,precioso,limpio,brillante.En olfativa una sinfonia de aromas y complejidad embriagadores.Miel,nectarinas,vainillas,balsamicos,mineralidad,caramelo...en boca una explosion de frescura,acidez,elegancia,con presencia y equilibrio.Larguisimo.Uno de los mas grandes Riesling que he bebido.

Este spatlese esta de miedo.Color amarillo verdoso.Nariz muy atractiva,complejidad,petrolea,mineralidad.La boca con acidez fantastica,punto de carbonico.Muy largo.Fantastico.

Dorado intenso.
Nariz de muy buena intensidad con aromas de fruta madura, ralladura de limón, miel de azahar, notas cítricas de naranja sanguina, de pomelo maduro, suaves recuerdos a hidrocarburos, a penas perceptibles pero ya asomando entre unas notas herbáceas muy frescas y unos apuntes dulces de anís estrellado e hinojo, algo herbáceo. Disfruta de una gran complejidad y profundidad.
En boca la entrada es dulce, lo que te pone en guardia, sobre todo si lo estás probando con un arroz de sepia y col y no sabes si aguantará el envite. Pero rápidamente muestra una acidez que aparta cualquier duda, que vertebra un conjunto mineral con fruta madura e incluso algua nota floral por vía retronasal. Buen recorrido dejando una sensación fresca de corte cítrico.

Con unos quesos hubiese funcionado excepcionalmente, pero lo cierto es que tanto los entrantes como el mencionado arroz fueron excelentes compañeros de esta maravilla.
Pese a esos veinti-pico euros, me parece una RCP muy buena, dada la calidad del producto. Para comprar por cajas de doce.

Amarillo dorado limpio y brillante.
Aromas medianamente intensos, con unas ligeras reducciones iniciales y siempre expresados de forma muy sutil. Notas florales, frutales muy frescas de pera o manzanas, cítricos, pomelo, lima, unos ligeros anisados y atisbos herbáceos y un liviano fondo mineral que aporta una gran limpieza.
En boca es una caricia de seda, limpio, fresco, con una integrada acidez, muy delineado y redondo, de paso etéreo pero con la prestancia que siempre nos ofrecen los vinos de este viñedo y productor. Final largo, con peso, que nos deja recuerdos de frutas ácidas y toques cítricos. Persistente. Equilibrado.
No me canso de beber y de recomendar los vinos de este pago y de este productor. Tanto su Spätlese como por supuesto sus Ausleses y más los GK son vinos de una gran elegancia, los más elegantes de la zona. Y estos Spätlese tienen el indiscutible atractivo de su precio, unos 25 euros. Un lujo razonable y delicioso.