iamvino

Diario de un sumiller 2ª parte dia 1 #2

16:15h visita a la obra Atena y yo estábamos relajados después de una mañana con mucha acción para no decir sexo o amor, nos duchamos, nos arreglamos y después nos fuimos a inspeccionar la obra del restaurante. Todavía faltaba mucho por acabar, pero con más de 10 hombres trabajando, nos aseguró el jefe de obra que sería cuestión de días. Había un problema de la estructura de la bodega. Un pilar que mostraba alguna u otra grieta, podría peligrar la estabilidad de todo el edificio. Con el polvo y los escombros  en todas partes, me recordaba a aquel día cuando el coche de los mafiosos entró al restaurante a toda pastilla. El sufrimiento era insoportable. Sólo pensar que Atena y yo podríamos haber muerto era escalofriante. 16:20h el Jefe de Obra y el Ciego Mientras Atena estaba hablando intensamente con el jefe de obra que cada dos por tres le miraba el pecho, ví algunos personas pasar por fuera interesandas en lo que pasaba dentro del restaurante. La gente era muy curiosa. De repente entró un hombre mayor vestido de un traje negro y una gorra de color marrón decorada con una cinta blanca. Por lo visto era ciego ya que llevaba un bastón que tocaba el suelo y todo alrededor suyo. Por ser ciego su orientación y su forma de andar era hábil y rápida, pareció todo un crack. “Joven, ven aquí un momento” gritó el hombre. Habían varias paletas trabajando allí y dí por hecho que les estaba llamando a ellos. Yo estaba bastante lejos de él con lo cual no me di por aludido. “¡Chico! ¿Por qué no me contestas?” El hombre ciego insistía. “Señor, están trabajando y no le escuchan” le dije amablemente “Chico, ahora tengo tu atención, estaba gritándote a ti hombre” me dijo mientras me quedé alucinado. Cómo sabía él que yo estaba allí y que yo fuera un chico? “Ah perdona Señor es que…” no me dejó acabar la frase “Perdona porque estabas soñando con tu señora, ¿la mujer guapa que está hablando con un jefe por allí verdad? O quieres que te perdono por ser ignorante?" “No le entiendo” “Mira chico. Cómo te llamas?" “Mario” “Mario, vamos a ver. Por las cosas que yo veo, que para un ciego como yo no es mucho, me pareces un hombre bastante hábil, inteligente y listo. Nunca dejas escapar las oportunidades y ahora con esta mujer tienes una mina de oro…” “¿Pero cómo sabe todo eso, la conoce?” “Antes de que empiece a explicarte cosas, ¿hay algún sitio tranquilo donde nos podemos sentar? Tienes una copa de un buen vino que me puedes dejar saborear, un Borgoña o un Burdeos? Por favor que sea una buena añada” “Pero usted sabe quién soy?” “Yo diría que usted trabaja aquí y daría lo que fuera por apostar que es usted un encargado, un sumiller” “Pues si lo soy. ¿Pero cómo sabe todo eso?” “Mi nariz no me falla. Vosotros habláis de la nariz de oro. Yo tengo una de platino” “Ostras!” ese hombre me iba a dar un ataque de algo dentro de poco “La curiosidad mató el gato Mario, ¿ahora me guías a un sitio para sentarme y me buscas un buen vino por favor?” "Usted tiene dinero para pagarlo?” le pregunté sospechando e intentando a mostrar un poco e autoridad antes de que eso fuera a peor. Inmediatamente el hombre sacó un billete de 500€. “¿Es suficiente para conseguir tu confianza?” me preguntó con tono desafiante “Si señor, si” le dije con la boca abierta. Me fui corriendo a buscar una mesa limpia y dos sillas y una botella de Clos Montrachet 2005. Cuando volví parecía que el hombre me estaba mirando, pero claro el tío era ciego. Con la mesa y la silla en un rincón de la obra tranquila y limpia, nos sentamos. Abrí la botella, la serví, sin decirle nada y empezamos a disfrutarla los dos “Este Montrachet es uno de mis favoritos y la añada parece ser excelente. Puede ser 2005 o incluso 2002. No 2005. Enhorabuena Mario, buena elección” sin haberle dicho nada el nombre, él sabía lo que estaba degustando. Eso hace tiempo que no había visto. Yo estaba alucinando con colores. “Sé mucho más de lo que piensas Mario, pero eso lo dejamos para otro día. ¿De qué estaba hablando? Dentro de unos días se te presentará otra mina de oro. Tendrás que elegir y aunque no lo parezca, deberías aceptarla porque te irá mucho mejor. Esa mujer es preciosa, bella, todo lo que quieres Mario, pero no es lo que necesites. Otro día verás el por qué… “ “¿Y por qué le tengo que creer?” Le pregunté a este hombre ciego loco “Porque el dinero no es todo. Esta mujer tiene muchos secretos. Ha visto y experimentado muchas cosas, pero todo lo que ha pasado entre ella, su familia y la organización mafiosa, le volverá a pasar factura y a ti también por ayudarla” el hombre sin más se fue con la misma habilidad que entró. Yo intentaba digerir todo lo que me había comentado pero me quedé en un estado de shock. “Mario cariño qué te pasa?” me preguntó Atena “Has visto entrar a este hombre ciego?” le pregunte asustado “Pues no, no he visto entrar a nadie. Estaba hablando con Ivan y me dijo que le gustaría quedar algún día para repasar las obras conmigo” La única obra que quería pasar este hombre era el cuerpo y el pecho de Atena pensé, este hombre me dió asco. Pero a partir de este momento ví Atena con otros ojos. 16:45 El viaje de Atena “¿Mario sabes lo que m encantaría?” Atena me preguntó entusiasmada. Mis energías estaban en niveles bajos y no sabía como reactivarlas. Pensé en positivo “No tengo ni idea mi amor, pero dime por favor” era lo mejor que podía sacar y salió un poco forzado “Me encantaría que nos fueramos a otro viaje juntos antes de abrir el restaurante” “¿Otro viaje?” “Si. Otro viaje, pero esta vez relacionado con los vinos. Un viaje a Francia a Burdeos o Borgoña” ¡Ala! eso si me molaba. Le podría enseñar los viñedos y las bodegas de prestigio, catar vinos y hacer el amor con ella en uno de los muchos Chateaus que podríamos alquilar. “Pero Atena. ¿Quién se encargaría de la obra?” “No te preocupes de eso. Tengo un buen amigo que me debe un favor y es de fiar” “¿Todavía tienes dinero para este viaje? Quiero decir, ¿nos podemos permitir algunos lujos verdad?" rápidamente me estaba olvidando todo lo que me había comentado el hombre ciego “Claro que si Mario, tenemos un presupuesto muy generoso para este viaje” Yo estaba alucinando con esta mujer, un minuto me tenía preocupado el siguiente me volvió loco. Un viaje a Francia, catando vinos, cenando en restaurantes de lujo y visitando bodegas de muchísimo prestigio. “Atena me encargo yo mismo de todo. Será un viaje impresionante, lo disfrutaremos muchísimo” le dije encantadísimo. Nunca me pregunté por qué de repente nos íbamos a ir de viaje. No cuestioné nada de nada. Iba en modo hombre feliz sin mirar las consecuencias de mis acciones, ni mirar hacía el futuro. Sólo pensaba en el hoy sin razonamiento y sin pensar en lo que había pasado ayer. Habían tantas preguntas que esta mujer no me había contestado. Tantos temas abiertos y emociones sueltas sin estar resueltas, pero yo estaba atontado.. ¿Por qué no fui más listo? Era demasiado tarde lo que iba a pasar a partir de ahora pasaba a la historia..

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar