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Prowein goes alemania

El viaje a Alemania empezó bien. Un jueves a media mañana, armado con una novela negra y ganas de ver a mi país, Alemania y después de unos días ir a la PROWEIN, Düsseldorf. Ya sentado en el Airbus de Lufthansa, a mi lado un hombre corpulento, rubio con gafas dando instrucciones a su asistenta por el móvil. Durante el trayecto nos unió el interés en su maquinaria Apple: Ipad, MacAir junto con varias aplicaciones instaladas en sus equipos. Empezamos a hacernos preguntas mutuamente y comenzó una conversación entrañable entre dos personas y el tiempo se nos pasó como el avión: volando. Cuando llegamos a Düsseldorf, el hombre me presentó a su jefe, un cirujano oncólogo de  unos 65años quien me deseó suerte en la venta del vino. Le di las gracias y empecé a pensar en lo que acababa de decir. El tiempo acompañaba, hacía bueno. Las calles de Münster estaban repletas de ciudadanos. No percibí muestras de la famosa crisis que nos da tantos dolores de cabeza en España y otros países de la parte inferior de Europa. Muchas cosas han cambiado en Alemania. Hace cinco años cuando entrabas en cualquier supermercado, nadie te hacía caso. Las cajeras y todo el personal de cualquier tienda en cualquier ciudad eran bordes. Te quedabas con una sensación de molestia; que tú molestabas al personal por ir a comprar en su tienda. Ningún saludo y cualquier deseo era un problema. Hoy cualquier cajera tiene la “obligación” de saludarte al recibirte en la caja y no es cualquier saludo, te miran en los ojos y sonrían con una sinceridad que da miedo. Esta preocupación por el cliente y muestra de que eres importante para ellos, es algo que a mí me ha impresionado muchísimo. Y es más yo he visto y vivido en mis carnes el antes y el después. Esta misma preocupación alemana se ha visto en la higiene. Desde los servicios del aeropuerto hasta la propia Feria de Düsseldorf, siempre había una persona de limpieza presente para solucionar cualquier punto sucio en los servicios. Cuando volví al aeropuerto de Barcelona en el punto de información, el chico ni me miró a la cara cuando me contestó. Aunque hablamos de la Terminal 1 de Barcelona, la más nueva, los lavabos daban asco y no había nadie para preocuparse de limpiarlos. Lo único que quedaba claro es  que en España hay mucho que mejorar. No nos quejemos tanto de la crisis y empecemos a buscar soluciones nosotros mismos. Tomemos nota y mejoremos el servicio hacía el cliente, trabajemos más y desperdiciemos menos tiempo en todo lo que hacemos. Si no, otros países quitarán el puesto del país de sol y playa. DOMINGO DIA 1: Yo ya presente en una de las ferias de vino más importante de Europa, la PROWEIN con un ambiente agradable. Empezando en un domingo, siempre esperas una afluencia importante de visitantes y los stands trabajaron y mucho. Los expositores del Pabellón 6, lleno de bodegas españolas entre otros,  envidiaban a los del 4, ocupados por bodegas alemanas donde los stands estaban a tope. Los vecinos ibéricos, Portugal tenían una representación sobredimensionada pero muy lograda. A pesar de lo que pasa en el país luso, en términos vinícolas, su apuesta era más que seria. DOMINGO LA NOCHE: Invitado a la fiesta de Blue Gin en un local de Düsseldorf, conocí a Barmen importantes de todo el mundo. El ambiente festivo y con ganas de dejar huella de la marca. Blue Gin on the Rocks con vinos de Austria y un Chef nos nutrían el alma y el estomago para seguir durante la noche. LUNES DIA 2:El lunes empezó de forma tímida y muchos expositores españoles estaban preparando crucigramas y un plan de paseo. A las 11:30, el tigre se despertó y los visitantes no dejaron descansar a nadie. Tantos visitantes habían que mi misión de poder cerrar algún trato con importadores se quedó en nada. Las personas con quien quería hablar estaban ocupados todo el tiempo. El ritmo no paró hasta el cierre de la feria. LUNES NOCHE: Visita a ZUM SCHLÜSSEL con PRODECA y todos los expositores catalanes. Lugar típico alemán con 750 plazas y 14 camareros, Codillo de cerdo, salchichas y Sauerkraut, ¿qué mas podríamos pedir? La noche acabó en Café Madrid, donde nos esperaron más gente de la feria. MARTES DIA 3:Mucho más tranquilo que otros días y el día ideal para rematar la faina y decir los adiós a compañeros, proveedores y contactos. En general un viaje bastante provechoso ya que no fui en el 2010 por coincidir con Alimentaria. Prowein te espero el año que viene…

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