Un vino con tacones
Nicojames
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Bailando a nuestro lado, con un nombre atractivo, un tipo vestida de Burdeos, un precio por encima de la media y una DO de gran prestitigio en este caso de Riberadel Duero con una etiqueta de muerte, todos se fijan en ella, este vino.
Tus amigos te comentan que no es oro todo lo que reluce. Tus oídos están sordos. Tu decisión ya la habías tomado hace mucho. Ese vino es tuyo.
En tu casa, de tu a tu, desnudas este vino: descorchas la botella; que corcho más rico, la botella y el nombre seduciéndote todavía. Coges tus mejores copas, tus Spiegelau satisfechas de poder estar fuera. Sirves el vino. El aroma promete mucha fruta madura y los toques aquellos que siempre te han gustado; vainilla, tostados, chocolate y algo de especias. Te preparas para el ataque, este vino es tuyo. En boca la entrada es aspera, en medio paladar es más aspero todavía aunque notas algo de fruta. Fruta verde con taninos verdes y una acidez verde como las manzanas Granny Smith. Parece ser una acidez corregida. El final de boca también es aspero y la noche mágica amarga..
¿Qué ha pasado?
Te has dejado seducir por los tacones pero no has mirado más allá. Aunque tu vino proviene de una zona prestigiosa, no es una garantía automática que sea bueno. Hay muchos tacones por ahí, hay que encontrar los auténticos..