Un café muy social
Yo estaba hecho polvo y necesitaba un café. En pleno centro de Barcelona, en Paseo de Gracia (Passeig de Gràcia) a la altura de Consejo de Ciento (Consell de Cent), la elección de Cafés es bastante amplio. No tenía ganas de gastarme 3€ o 4€ para un café con leche, y así decidí entrar en Caffeé di Francesco. El personal: 3 chicas de Ecuador y otros países de America Latina, siento no poder precisar más, con la piel caramelizada y llenas de sonrisas. Nada más entrar, un "buenas tardes" con sonrisa y mirada sincera. Yo, gratamente sorprendido, también les dijé los buenos días. Pedí mi café con leche que me sirvieron enseguida. Me preguntaron si quería consumir una pasta con el café con leche y amablemente, le dije que no a al señorita.
Mientras disfrutaba los saludos del staff a clientes que entraban y "muchas gracias, adíos" a cada cliente saliente, me asombró los gritos cuando recibieron propina, "¡bote! Gracias" repitió cada uno de ellas. Parecía una especie de secta. Aquellas sectas de las cuales no te importar formar parte. El trabajo en equipo y el buen ambiente era impresionante. Ya era la segunda vez que yo lo había visto en un Café de ésta cadena y no tengo ninguna duda que yo vuelva otro día, porque el servicio es impecable. Es más, es un ejemplo a seguir para otros establecimientos de este tipo. La manera más fácil de atraer clientes nuevos.
A ver si hay más establecimientos que toman nota...