Vino de meditación

Color caoba.
Nariz de buena intensidad con aromas de betún de judea, zapatos nuevos, ciruelas pasas, madera de barca, dátiles, fruta escarchada, melaza, panela, frutos secos tostados, algarroba, alfajores y dulce leche.
En boca destaca por su acidez, por esas notas licorosas tan ricas, por ese dulzor controlado de repostería marroquí, de fruta de Aragón, azúcar tostado... Potente expresión, muy rico.

Estos vinos son siempre baratos. Un vino que he disfrutado durante tres semanas, tanto con aperitivos, para terminar con quesos o simplemente como copa tras la cena para acompañar la lectura.

Fantástico.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar