Roble de la Ribera del Duero. Tinto de estilo moderno, algunos de denominan "Parkeriano", pero no me gusta este término. Me ha gustado este vino, es uno de los mejores que he probado últimamente en este rango, pero creo que es un estilo que gusta mas en América que en Europa.
Color púrpura de capa oscura, con mucha estracción. Lágrimas teñidas, abundantes.
Aroma tremendamente frutal, con notas a vainilla, especiados, tostados (café) y con un aroma semejante al de la cajeta envinada (dulce de leche quemada, parecido al toffee-el cual se menciona en la contraetiqueta). Algun forero Mexicano, como el Doc, Benjamín Berjón, o el Cap. Tomate, seguramente me entendera.
En boca se repite la dosis frutal, con muy buena concentración, taninos aterciopelados, y los tostados en su justa medida, sin exagerar. Vino muy goloso que llena la boca. Postgusto medianamente largo. Estos vinos suelen ser de acidez muy baja, pero este tiene la suficiente para equilibrar todo el conjunto.
Dificil de maridar con algún platillo pues tanta fruta suele enmascarar los sabores, pero me atrevería a decir que con un pastel a base de chocolate (un "brownie, por ejm.) no desentona.
Como nota curiosa este vino fué embotellado para bodegas Vallehermoso por Bodegas Piedra de San Pedro, localizada en Pesquera del Duero.
Esta bodega fué un regalo de parte de la bodega, quienes fueron mis vecinos en la pasada feria de ICEX en la ciudad de México, D.F.