La clase de un buen Champagne con años

Dorado intenso limpio y brillante, burbuja pequeña y escasa.

Nariz con buena intensidad, fresca pero con cierta complejidad y de gran desarrollo en copa. Notas de flor marchita, frutas blancas maduras, toques terrosos y fúngicos, algunos dicen champiñón y los más finos boletus, ciertos recuerdos balsámicos, ahumados, especias, frutos secos, en fin, una nariz llena de encanto y profundidad.

En boca sorprende por su juventud y entereza, tiene acidez y resulta fresco pero a la vez nos muestra ese encanto de los grandes champagnes con años, con la burbuja más mitigada a la vista pero que por su perfecta integración hace del vino una pura crema. Final largo y persistente, dejando recuerdos de frutos secos y frutas maduras.

Nos encontramos ante un “recent degorgé” que muestra lo bien que envejecen estos vinos en la rima cuando hablamos obviamente de un buen productor y de una excelente añada como es el caso. Un Champagne de esos que se recuerdan y que disfrutamos gracias al amigo David (El Padre). Excepcional.

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