Color amarillo, entre dorado y verdoso, brillante, lágrima fina y larga.
Al comienzo aparece un poco cerrado, necesita aire para abrir esa uva verde inicial hacia aromas más diversos pero sin mucha definición, con notas florales de acacia y tilo, té amargo, toques sutiles de albaricoque —si se buscan—, levaduras y algo de hierba fresca. Salino, de intensidad media. Austera mineralidad bien presente durante todas las fases. Recuerdos a marisco de concha (almejas).
En boca se presenta fresco con una buena acidez que promete vida por delante, amplio, sápido, bastante integrado pero un tanto alcohólico si se sube de temperatura, aunque no tenga muchos grados (12,5%). Vinoso y ligero a la vez, sedoso, con final amargo y de media persistencia, bastante elegante.
Este vino cuesta sobre 15 €, pero está de oferta en unos grandes almacenes a poco más de 6 € y me voy a llevar por lo menos un par de botellas más. No puntúo la RCP, que sería excelente bajo la oferta y simplemente buena en su precio normal.