Maravilla

Color límpido y brillante, más atejado que el 56.
Aroma fuerte, animal, muy marcado, presenta además cerezas y en general mucha profundidad.
Boca arriba, con nervio, barroco y rebuscado, acidez media pero suficiente. Final francamente largo.
Como bien dice mi amigo Disfraz, se trata de un vino que conmueve las almas sensibles, o dicho de otra forma capaz de remover sensibilidades y aflorar épocas pasadas.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar