El comienzo de la temporada se manifestó con bajas temperaturas y precipitaciones, además de una primavera sin heladas. El verano y otoño con temperaturas medianamente bajas definieron una maduración lenta la cual entregó uvas de excelente calidad.

Este Chardonnay tiene un color amarillo brillante con destellos dorados. En nariz se descubren aromas a piña, banana, pomelo, y con ciertas notas a papayas. En boca es fresco, equilibrado, buen volumen y un final agradable.
Ideal para un aperitivo o acompañar comidas como pescado, ostras, aves y algunos quesos suaves. Se puede guardar por algunos meses para apreciar su evolución y al momento de servir tiene que estar frío, entre 10-12ºC.