Frutal, abierto y amplio, para beber ahora

En comparación con el 2011, este 2010 se muestra más abierto y frutal, de carácter más compotado y algo menos mineral, pero manteniendo la enorme personalidad de este vinos. Especiado y balsámico.
En boca resulta igualmente redondo y accesible, fresco y eminentemente atlántico. Frutal en el paso y con ese deje mineral y balsámico en el final, donde un tanino noble y envolvente define a un vino que resulta encantador.
Interesante la comparación de dos añadas del mismo vino, siendo este algo más cálido y abierto que el 2011, más para consumir en estos momentos. Un vino lleno de personalidad y fuerza interna.

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