Dorado-pajizo, limpio y brillante.
Intensidad media en nariz, en la que aparecen aromas a hierbas frescas, albaricoque, monte bajo, yogurt de piña, toques cítricos (piel de naranja), notas minerales y algún asomo de barrica (ahumados).
En boca muestra una entrada fresca y ligera, con buena acidez, que da paso enseguida a notas amargosas y minerales, que llenan la boca dándole al vino sensación de peso y volumen. Postgusto largo.
Disfruté del vino, pero para mi gusto creo que hay que tomarlo más frío de lo habitual, pues de lo contrario la amargosidad adquiere demasiado protagonismo en boca.
Cada vez veo más claro que a ti los vinos gallegos tampoco te gustan nada ;-)
Pues yo es la primera vez que lo tomo, pues por aquí no es habitual ni en tiendas ni restaurantes. Casualmente la botella la compré en El Corte Inglés de Santander el fin de semana que pasamos en tu tierra hace cosa de un mes, cuando tú andabas por Galicia. Muy rico, pero en cuanto coge temperatura las sensaciones amargas se apoderan de la boca en exceso, para mi gusto, claro.
No me gustan nada de nada. Como prueba de ello este sábado voy a abrir una de godello de José Arístegui.
Yo no he probado nada de José Aristegui todavía y es una cuenta pendiente. Espero esa nota de cata.
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